Diez integrantes tiene el Comité Estratégico de hidrógeno verde que -además de tener como objetivo la construcción de un discurso político que comunique nacional e internacionalmente las directrices del país en este campo- es el último de los cuatro niveles de participación que se contemplan para definir el plan de acción 2023-2030.
El Comité está en plena marcha.Tuvo su primera sesión a fines de julio y la próxima cita será el 22 de agosto. En medio de las reuniones, se intercambian opiniones y documentos por correo. Aunque tiene voces insignes -como la exPresidenta de la República, Michelle Bachelet-, también destaca la presencia de autoridades regionales. Ricardo Díaz, gobernador regional de Antofagasta, y su par Jorge Flies, de Magallanes y la Antártica Chilena, son quienes representan precisamente a los dos grandes polos de desarrollo del denominado “combustible del futuro”. En medio de la práctica de instancias integradas por autoridades del Gobierno central, diversos actores que siguen esta potencial industria advierten la relevancia de los gobernadores y la incidencia que pueden tener en esta instancia convocada por el Ejecutivo, ya que serán ellos los que tienen y tendrán un rol clave a la hora de -por ejemplo- gatillar los desarrollos, conversar con la ciudadanía y alzar la voz frente a impactos negativos.
“Desde la perspectiva del ordenamiento territorial, de los desafíos de la región, podemos jugar un rol muy relevante”.
Ricardo Díaz:
“Que no ocurra lo que ha pasado con otras industrias, donde principalmente los beneficios se van al nivel central y poco queda de desarrollo para el territorio”
La representación de la zona en el Comité Estratégico es destacada por el gobernador regional de Antofagasta, Ricardo Díaz. Junto con su par de Magallanes, dice que han planteado la misma necesidad: “Que no se cometa el error que, por ejemplo, ocurrió con lo que fue la industria del salitre, o con la industria del cobre en nuestra región, que fue una gran riqueza para el país, pero que en el territorio no dejó un gran desarrollo”.
Díaz recalca que no se puede tener una industria del hidrógeno verde si se generan los mismos niveles de conmutatividad o si no se crean los servicios básicos para la gran cantidad de personas que significará esta nueva tecnología.
Añade que sería muy positivo que el crecimiento de esta industria venga aparejado con un desarrollo de la capacidad de formación de sus universidades. Esto significaría -dice- fortalecer las universidades locales y el acceso a carreras que hoy no tienen.
Y sentencia: “queremos que no ocurra lo que ha pasado con otras industrias en donde, principalmente, todos los beneficios se van al nivel central y poco queda de desarrollo para el territorio”.
Reconocimiento
A diferencia de los intendentes, Díaz reconoce que los gobernadores tienen una validación social muy distinta por ser electos: “Eso sin duda que agiliza y facilita mucho las cosas. Es muy distinta una mesa citada por un organismo centralizado a una citada por nosotros. En la industria tiene que haber una sinergia entre lo público, lo privado y la academia. Y esa capacidad la tenemos los gobiernos regionales”.
Díaz recuerda que por años se viene hablando de la posibilidad de desarrollar esta tecnología en su región y que en 2005 hubo un intento que no prosperó por un “actuar centralista”. “Hay elementos que nos falta mejorar. Si se genera esto, dónde se va a almacenar, cómo se cargará y se transportará; esos son los desafíos que la academia está llamada a resolver, pero por lo menos aquí hay una alta expectativa”, plantea.
Destaca el Plan Regional de Ordenamiento Territorial (PROT), que permite a los gobiernos regionales establecer cuáles son las áreas de desarrollo y ordenar las regiones en función de sus vocaciones productivas. A través de ese instrumento, explica, “es posible que establezcamos criterios de creación de este tipo de industria que venga a generar una suerte de reparación ética respecto a lo que ha sido el grave daño por contaminación producto de las termoeléctricas que hemos tenido en la región”. Así, “desde la perspectiva del ordenamiento territorial, de los desafíos de la región, podemos jugar un rol muy relevante”.
Sobre la preocupación respecto a los proyectos que están llegando, sincera que ésta va por el tema del empleo.
En cuanto al Comité Estratégico, señala que esa instancia debe establecer “orientaciones para una industria que verdaderamente tenga el componente de vinculación territorial, sea sostenible y sustentable y que permita generar por primera vez en el desarrollo de nuestra economía una industria realmente vinculada con los territorios”, destaca.
Díaz estima que pueden incidir en ir generando una mirada distinta sobre el progreso en Chile a través de políticas claras. “Si vas a entregar terrenos desde Bienes Nacionales, se podría poner cuotas de empleo local en sus términos de referencia.
En el gobierno regional, cuando hacemos evaluación ambiental, establecemos un porcentaje asimilable de mano de obra local en la contratación de empleo o de empresas proveedoras de servicios de la región. Esas cosas se pueden poner en los sistemas de evaluación ambiental o en el contrato de concesiones que haga Bienes Nacionales”, dice.
“Toda la norma, pero tampoco más que la norma. Queremos ser muy claros y que la empresa tenga claro cuál es el marco que se le está pidiendo, que no aparezcamos con sorpresas”.
Jorge Flies:
“Esperamos que ese desarrollo se ajuste plenamente a la norma existente”
Para el gobernador de Magallanes y Antártica Chilena, Jorge Flies, hoy en el Comité Estratégico es fundamental que se escuche la voz de las regiones, ya que éstas no son un factor complementario sino un eje trascendente.
“Hemos declarado que (...), si se dan los proyectos de hidrógeno verde, -aparte de la ciencia y la proyección antártica- será uno de los ejes productivos de la región”, afirma. En esa línea, la autoridad espera que ese desarrollo cumpla toda la normativa, ni más ni menos que la normativa que Chile se da desde el punto de vista ambiental; que cuando esté en plena producción eso signifique mejores condiciones de vida de los habitantes de Magallanes; y que este impacto signifique también que Magallanes sea carbono negativo.
Flies asegura que, en este momento, los gobernadores ya tienen un rol no solamente decorativo. Por ejemplo, menciona que las mesas de Coordinación Territorial y las mesas de Desarrollo Territorial las lidera el Gobierno regional y, además, tienen instrumentos que dependen de ellos y que definen dónde se colocan estas empresas. Asimismo, también tendrán un rol activo en medio de eventuales impactos que los proyectos puedan tener: “Todo proceso productivo, y de la envergadura que estamos hablando en el caso de hidrógeno verde, va a tener impactos y externalidades negativas en el territorio. Por eso, el Estudio de Impacto Ambiental que presentan estas empresas tiene que asegurar que las externalidades negativas que dejen sean mitigadas y sean reparadas en el territorio. Uno de los principales protagonistas en resguardar eso es el Gobierno regional y probablemente hay un rol muy importante en lo que va a ser la sensibilización y la conversación con las comunidades”.
En la Región de Magallanes, dice Flies, se ve con optimismo el desarrollo de esta industria, pero sí sincera que hay “preocupaciones que son también absolutamente atendibles en los mundos de las organizaciones ONG ambientales, especialmente de los estudios que se tienen que hacer con avifauna y también del borde costero por los impactos que van a tener los puertos, las desalinizadoras y, probablemente, los parques de aerogeneradores en una fauna que es amplia, extensa y que abarca una diversidad muy importante en la región”.
En relación a la primera sesión del Comité, indica que se manifestaron sus expectativas: “Nosotros contamos y los ministros reconocieron el trabajo que estamos haciendo en Magallanes (...) y pudimos manifestar en estos cinco puntos de gobernanza, infraestructura, desarrollo humano, ambiente y capacitación, cuáles son -a nuestro parecer- las urgencias que tenemos que resolver rápidamente, cuáles son los elementos a mediano plazo y qué esperamos cuando la empresa esté instalada, qué espera la región y qué espera el país”.
Flies recalca que tienen una política que reconoce la importancia de desarrollar el hidrógeno verde en la Región de Magallanes. A esto suma que “también esperamos que ese desarrollo sea y se ajuste plenamente a la norma existente”.
Pero lanza de forma clara: “Toda la norma, pero tampoco más que la norma. Queremos ser muy claros y que la empresa tenga claro cuál es el marco que se le está pidiendo, que no aparezcamos con sorpresas”.
En tercer lugar, insta a que, una vez que esta empresa esté desarrollada, “tengamos la posibilidad de una mejor calidad de vida para los habitantes de la región de Magallanes” en todos los ámbitos señalados.
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