Desde Mato Grosso do Sul, Brasil
En el Brasil profundo, en la ciudad de Inocencia, a 500 kilómetros de Paraguay y en pleno estado de Mato Grosso do Sul, la empresa chilena Arauco -el brazo forestal de la familia Angelini- colocó la primera piedra de la mayor inversión de su historia y la más grande que realiza una compañía nacional en ese país: la planta de celulosa Sucuriú de US$ 4.600 millones.
A esa cifra se suman US$ 600 millones que la firma ha destinado a la compra de bosques en los alrededores de la iniciativa, con los que la inversión ya asciende a US$ 5.200 millones en total. De esta forma, Brasil pasará de representar en torno al 6% de sus activos a un 30%.
“Se trata de la planta de celulosa construida en una sola etapa más grande del mundo”, celebró el invitado de honor del hito: el Presidente en ejercicio Geraldo Alckim (Lula da Silva está en Honduras), acompañado por el embajador Sebastián Depolo y autoridades locales y federales, las que destacaron la relación comercial con Chile.
“Se trata de la planta de celulosa construida en una sola etapa más grande del mundo”, celebró el invitado de honor del hito: el Presidente en ejercicio de Brasil, Geraldo Alckmin.
Así, en un estado que se caracteriza por su actividad forestal y cuya población asciende a los 3,7 millones -Inocencia tiene menos de 10 mil habitantes-, el desembolso de la filial de Empresas Copec se posiciona como el más grande de toda su historia y el más importante en estos momentos en todo el país.
La construcción de Sucuriú, que se financiará con recursos propios de la firma y endeudamiento, dará empleo a 14.000 personas en su peak y 6.000 puestos de trabajo directo en plena operación.
La iniciativa contempla 480 hectáreas de superficie construida, donde, además de las áreas para fabricar celulosa, contará con una Planta de Gasificación que generará biocombustible, la Caldera de Recuperación Química más grande del mundo en la industria y una Caldera de Biomasa que generará 400 megawatts: la mitad se pondrá a disposición del sistema nacional. El inicio de las operaciones se proyecta para el segundo semestre de 2027.
Simone Tebet, exsenadora por la zona y actual ministra de Planeamiento y Presupuesto, expresó que la planta de celulosa “es un sueño hecho realidad” y que su puesta en marcha llevará al doble el PIB de Mato Grosso do Sul y al triple el de la ciudad de Inocencia. “Ahora tenemos frontera con Chile, porque tenemos una fábrica que nos une”, sostuvo entre aplausos.
¿Por qué no en Chile?
Una de las principales razones de la decisión de Arauco en elegir Inocencia radica en las favorables condiciones en cuanto a disponibilidad de bosques y tierra, según dijo el CEO de la compañía, Cristián Infante. Por ejemplo, si en Chile un eucaliptus demora entre 12 y 14 años en crecer, en Brasil son solo seis.
Sin embargo, agregó que la razón primordial fue “la seriedad administrativa” de Mato Grosso do Sul. “Nos hemos encontrado con una contraparte muy exigente en cuanto a requisitos técnicos, ambientales y sociales, pero al mismo tiempo con una autoridad cooperadora, que ayuda a buscar soluciones y a que los proyectos se hagan realidad. Esa actitud contrasta con la situación de otras regiones del mundo, donde la burocracia y otros obstáculos dificultan el desarrollo”, dijo.
Consultado por los contrastes con Chile, Charles Kimber, gerente de Personas y Sustentabilidad de la empresa, comentó que “en Chile, lamentablemente, nos quedamos entrampados en discusiones políticas y de calificación ambiental”. Ejemplificó que, para el proyecto MAPA, ubicado en Arauco y que contempla US$ 3.000 millones de inversión, la empresa demoró cinco años en obtener los permisos para construir, mientras que con Sucuriú tardaron 18 meses. “Fue muy riguroso, pero con la autoridad ambiental trabajando para que se hagan los proyectos, no al revés, y esa es una diferencia muy importante”, afirmó.
-¿En Chile la autoridad ambiental trabaja para que no se hagan los proyectos?
-Trabaja para que se cuide el medio ambiente, pero no está dentro de sus objetivos que también se hagan los proyectos y eso es un error: se puede cuidar el medio ambiente y promover las industrias que tienen impactos positivos.
-¿Ve que Chile pueda retomar la senda como potencia forestal?
-Chile sigue siendo potencia forestal, con empresas muy reconocidas y nos hemos diversificado geográficamente. Pero va a ser difícil, porque el precio de la tierra está alto, los árboles tardan en crecer, hay violencia rural, incendios, una estigmatización de las plantaciones, entonces las ventajas comparativas se han ido perdiendo. Pero nosotros vamos a seguir en Chile por siempre, es nuestro país más importante y con mucho orgullo lo estamos representando en otras latitudes.
Un 65% de los activos de Arauco -que ascienden a los US$ 18 mil millones- están en Chile y, hasta ahora, Brasil representaba entre el 5% y 7%, según explicó Kimber. “Con Sucuriú, Brasil pasará a ser casi un 30%, Chile bajaría a un 50% y el resto del mundo 20%”, dijo.
Chile y Brasil analizarían una “reacción conjunta” ante guerra comercial
En paralelo, el Presidente Gabriel Boric está a días de su visita de Estado a Brasil. En ese contexto, el embajador Depolo se refirió a la guerra comercial y sostuvo que ambos mandatarios verán si se trabaja en “una reacción conjunta”.
Brasil es el principal socio comercial de Chile en América Latina y el tercero a nivel global. Tanto la ministra Tebet como el Presidente en ejercicio destacaron que “desde Brasil apoyamos a los demás países, porque nadie llega lejos solo”. Alckmin indicó que “tenemos que avanzar en el camino de diálogo y negociación con EEUU para reducir los aranceles impuestos”.
Desde Arauco, Kimber afirmó que están en 120 países y que todos sus clientes “están muy preocupados, es un momento de bastante incertidumbre”. Precisó que la madera que se exporta desde Chile y Brasil a EUUU no paga aranceles. “La celulosa paga un 10%, pero vendemos muy poca en EEUU”, señaló.