Dada su presencia en China y otros países del mundo que fueron afectados antes que Chile del desarrollo del coronavirus, el gigante cervecero AB InBev señala que han podido aplicar rápidamente todas las medidas para mantener la seguridad y salud de sus trabajadores, así como la continuidad operacional.
Patricia Capel (PC), presidenta de la BU Andina de AB InBev (que agrupa Chile, Paraguay y Bolivia), y Luis Vives (LV), gerente general de la operación local, relatan que hoy operan con tres reuniones diarias de comités de crisis, entre regionales y globales, que les permiten rápidamente replicar prácticas, dado que hay países que van más adelante en el desarrollo de la enfermedad.
En Chile, la emergencia aterrizó con fuerza la semana del 9 de marzo, cuando en una teleconferencia global les bajaron todas las prácticas que se habían utilizado en China y aunque los casos locales eran pocos en ese entonces, se comenzaron a aplicar medidas. Esto implicó instaurar desde esos días cosas básicas -como higiene personal, uso de mascarillas y alcohol gel- hasta decretar el teletrabajo como norma de funcionamiento -donde cerca del 98% del staff quedó en esa situación- y planificar turnos rotativos, que permite tener la menor cantidad de gente posible en la planta.
Junto a ello, se ha reforzado un programa llamado AB Contigo, que da apoyo psicológico y charlas de distintas temáticas a los trabajadores, entre otras medidas de corte social que se han venido implementando desde octubre, para contribuir de alguna manera a disminuir la brecha de desigualdad, dice Vives.
- ¿En qué situación están operando hoy?
- LV: Hemos reducido un poco la parte operativa para cumplir los protocolos locales y regionales, que son bastante estrictos internamente. Hemos bajado nuestro ritmo de producción, pero siempre con el objetivo de mantener la cadena de abastecimiento operativa minimizando los riesgos para la gente.
Cuando uno suma todo lo que son reponedores de supermercados y demás, estamos hablando de más de 1.500 personas operando. De ellos, todo el staff continúa desde sus casas, y la parte operativa está en torno al 60%.
- ¿Cuánto ha bajado la producción?
- LV: Lo primero que se hace es ir reduciendo los stocks para reponer las ventas, aunque la realidad es que las ventas también han tenido impacto en los distintos canales. El de hoteles y restaurantes está cerrado al 100%, por lo tanto no existe venta, y en el resto se ha resentido un poco, por cosas como los horarios. Entonces, con esa composición de reducción de stocks y algunos canales que han sido afectados, uno puede minimizar la proyección, que entendemos debería ser temporal por algunos meses.
- ¿Esto se está viendo en los otros países que conforman la unidad?
- PC: Sí, aunque los países tienen distintas restricciones. Bolivia es más estricto que Chile, donde opera lo que se llama un full lockdown, entonces mantenemos una operación mínima que nos fue autorizada por el gobierno. Paraguay también es estricto, pero similar a Chile. La parte que se consume en restaurantes y bares está totalmente cerrada en todos los lugares, pero la parte de los supermercados depende de cada país.
- ¿Qué se ha visto en el canal minorista? ¿Los horarios más restrictivos afectan o se termina concentrando la compra?
- LV: Un cambio que se ha visto con el consumo hogareño es que se ha potenciado todo lo que es el e-commerce. A partir de ahí todos los retailers han tenido un crecimiento exponencial de su venta. En supermercados, dadas las restricciones de horario, así como las medidas de funcionamiento que se han aplicado -por ejemplo, cerrando un par de horas para limpiar durante el día-, inevitablemente ha llevado que esta categoría también se vea afectada.
- ¿Esto se ha visto más acentuado en Santiago, que es una zona con mayores restricciones, que en el resto del país?
-LV: Santiago difiere mucho en sus comunas. De éstas, las que han estado en cuarentena obviamente se han visto más afectadas que el resto, y cuando uno mira interior, lo que es La Araucanía, Ñuble, Biobío, también se han visto más afectadas, mientras el norte no es tan así. Vemos que hay una relación bastante directa por nivel de cuarentena que se decreta.
- Ustedes tienen Casa de la Cerveza como canal online, ¿cómo ha funcionado?
- LV: Más allá del crecimiento exponencial que ha tenido Casa de la Cerveza, también eso repercute en el resto de los jugadores. Es decir, Rappi, Cornershop, Pedidos Ya, han visto crecimiento importante de sus ventas, y ahí nosotros tratamos de jugar, tratado de fortalecer su delivery.
- Tanto en Chile como en los otros países, ¿qué rol está jugando el e-commerce?
- PC: Eso es una tendencia que se acelera en todos los países. Chile es el más desarrollado (de los países que está a cargo), pero vemos que se acelera en los otros. La crisis sanitaria va a acelerar el proceso de e-commerce en todos los países. Esto va a hacer un cambio importante, porque si bien es cambio que ya sabíamos que iba a pasar, se acelera en todos los mercado.
- ¿En qué situación está la ampliación de la planta?
-LV: Nosotros teníamos comprometida una inversión inicial de US$ 100 millones para triplicar la capacidad (llegando a 3.300.000 hectolitros anuales) y hace algunos meses decidimos llegar a US$ 130 millones que nos permitirán mayores medidas en términos de tecnología para lograr ahorros importantes en el consumo de agua y energía, reduciendo más del 30% del consumo de agua. Esa primera parte de la inversión está prácticamente terminada, pero lo incremental lo hemos demorado y estimamos que, obviamente sujeto a lo que pase con Covid-19, a fin de año deberíamos poder completarla.
- A nivel mundial la compañía suspendió sus guías, ¿se prevé un impacto muy grande en lo económico?
- PC: La empresa opera en muchos países y las fases son muy distintas, por ejemplo se empieza a ver la recuperación en China, mientras nuestras regiones recién están llegando a los estados de cuarentena. Es muy distinto, hay un impacto, como la gran mayoría de las empresas nosotros bajamos el guidance (metas) y ahora nos preparamos para divulgar resultados a principios de mayo.
- ¿Pero estiman que habrá un shock que durará dos a cuatro meses y después la economía volverá a funcionar, o creen que esto traerá consigo un período de bajón extenso?
- PC: Muy difícil decirlo, porque depende mucho lo que cada gobierno haga para que reaccione la economía. Todavía hay muchas dudas, porque son muchos factores, por eso estamos muy atentos a cada mercado.
- ¿Qué les parecen las medidas que se han anunciado acá?
- LV: Nosotros somos muy respetuosos de la autoridad, con quien además tenemos contacto a casi diario, principalmente en términos de salud para entender y para seguir las recomendaciones que hacen ellos, no somos quiénes para juzgar si está bien o mal. Entendemos que el gobierno ha tratado de aplanar la curva con el menor impacto en términos de economía respecto de lo que implicaría una paralización total. Nosotros apoyamos las medidas y tratamos de colaborar para que sigamos los lineamientos que nos hacen los distintos gobiernos.
- ¿En términos económicos, ¿han pensado someterse a medidas como la suspensión de empleo?
- LV: Hablo por Chile, nosotros lo último que vamos a hacer es tomar ese tipo de medidas más drásticas, nos parece que hay otras medidas anteriores que se pueden tomar para minimizar ese impacto, como suspender las promociones (ascensos), los aumentos de sueldo, ver el tema de vacaciones anticipadas, reducir gastos internos, posponer cosas que estaban previstas para no llegar a esas medidas drásticas, teniendo en cuenta que esto es algo contingente y no permanente.
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