La fiscalía de Nueva York investiga si Bank of America, Goldman Sachs y Morgan Stanley podrían haber contribuido al estallido de la crisis financiera generando pérdidas multimillonarias mediante operaciones de bonos respaldas por hipotecas.
No es la primera vez que estas tres entidades están en el punto de mira de la justicia estadounidenses por su papel durante el estallido de la crisis financiera. Eric Schneiderman, fiscal general de Nueva York, investiga ahora las operaciones con bonos respaldados por créditos hipotecarios que los citados bancos realizaron en los últimos años. El objetivo de la investigación es determinar si esas operaciones pudieron contribuir a la crisis que comenzó hace tres años.
El periódico The New York Times informa en su edición de hoy que aún “se desconoce sobre qué partes del bizantino proceso de titularización se centra” el proceso abierto por Schneiderman, que ya ha pedido ha pedido entrevistarse con responsables de Bank of America, Goldman Sachs y Morgan Stanley.
Fuentes cercanas a la fiscalía han confirmado al diario estadounidense que Schneiderman ha pedido a las tres entidades información sobre determinados aspectos de oprecaiones que suponían empaquetar miles de créditos hipotecarios como bonos. Posteriormente esos bonos se vendían a los inversores como fondos de pensiones, fondos comunes de inversiones y compañías aseguradoras.
La fiscalía neoyorquina, quiere determinar si estos tres bancos proporcionaron a los aseguradores hipotecarios información sobre todos los riesgos de los productos que vendían o si la agresiva política de ventas de hipotecas que algunos de ellos seguían les llevó a conceder créditos cuestionables.
"Con esta investigación, Schneiderman ha mostrado su falta de voluntad para aceptar los acuerdos propuestos por las instituciones financieras", señala el The New York Times.
Desde que estalló la crisis financiera en 2008 los reguladores estatales y federales han planteado varias demandas civiles contra algunas entidades bancarias, como la que presentó la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC) contra Goldman Sachs que concluyó con un pago de US$ 550 millones por el banco para cerrar el caso.
Inversionistas privados también plantearon otras demandas contra algunos bancos por considerar que les engañaron vendiéndoles productos que sabían que eran problemáticos.