Los asistentes de vuelo, reunidos en las asociaciones AVIA y
SDL, los únicos que faltaban en dar su aprobación, firmaron hoy el acuerdo para
la venta de la compañía aérea de bandera Alitalia a un grupo de empresarios
nacionales, que da luz verde al nacimiento de la nueva aerolínea.
Con esta firma, todos los sindicatos han aprobado el plan
industrial de la
Compañía Aérea Italiana (CAI), que agrupa a 16 empresarios
nacionales, y puede comenzar la operación de compra que supone la salvación de
Alitalia de la que parecía una segura quiebra.
La aprobación llegó después de una nueva reunión hoy entre
dichos sindicatos, los futuros propietarios y los exponentes del Gobierno, que
han conducido todas las negociaciones.
Los sindicatos AVIA y SDL, que representan a un 80% del
personal de vuelo, eran los últimos que quedaban por ratificar el plan de
venta, pues incluso ANPAV, la otra organización que representa a los asistentes,
ya había firmado.
El coordinador de SDL, Fabrizio Tomaselli, y el presidente
de AVI, Antonio Divietri, afirmaron que se trata de una "firma
técnica", vista la situación de la aerolínea, pero que esta decisión
tendrá que ser aprobada en referéndum por los trabajadores.
Asimismo, los líderes sindicales aseguraron que "no hay
nada que celebrar", ya que unos 1.300 trabajadores, cerca de un tercio de
los actuales, se quedará sin trabajo, y que continuarán las negociaciones para
matizar el convenio colectivo con los nuevos propietarios.
El acuerdo con los sindicatos eran una condición
imprescindible puesta por la CAI, que invertirá unos 1.000 millones para
continuar con su operación de compra.
"Ahora la CAI puede continuar su operación con una
importante base de consenso social y afrontar procesos concretos para la
construcción de la
nueva Alitalia".