Ossandón: "Si alguien va a salir fortalecido de este proceso va a ser Desbordes"
El exaspirante de RN a la presidencia se refiere al plebiscito en su partido y al viaje a Davos desde el que volvió empapado de la "economía social circular"
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Estuvo entre los primeros que, desde su sector, se cuadró sin complejo con el 'apruebo' por una nueva Constitución y tiene la convicción de que esta opción se va a imponer "por lejos" en el plebiscito del 26 de abril. El senador Manuel José Ossandón (RN) analiza cómo se están tomando en su partido el proceso constituyente y los efectos que podría tener, o no, el que haya distintas posturas.
-¿Es de los que está preocupado por cómo se viene marzo?, algunos creen que la crisis se podría poner peor de lo que se ha visto en términos de violencia.
-Estoy preocupado, pero no por la crisis social. Estoy preocupado porque la violencia está absolutamente comandada por delincuentes, narcos, gente que no tiene nada que ver con el estallido social.
-¿Se han tomado las medidas que se debía?
-Creo que el gobierno no lo ha hecho bien, no ha sido capaz de controlar la violencia. Y, en el fondo, son grupos muy minoritarios, pero lo más preocupante de esto es que las campañas extremistas del 'apruebo' y del 'rechazo' usan las imágenes para asustar a la gente. Por ejemplo, se trata de mostrar que Santiago está en llamas, lo que es mentira, porque son un par de puntos, pero sacan cápsulas de eso y las multiplican por todos lados.
-¿Cree que eso va a influir en el resultado del plebiscito? Mientras al inicio se pensaba que el 'apruebo' se impondría por lejos, ahora se piensa que este clima contribuye al 'rechazo'.
-No. El apruebo va a ganar por lejos, pero claramente esta campaña del miedo, que va a ser por los dos lados, afecta y provoca incertidumbre en todos nosotros. En la reunión con el Presidente le dije que si no se recupera el orden público, que además está encapsulado en delincuentes y narcos no es la gente que se está manifestando; claro que se nos complica, porque el ambiente se enrarece, pero la mayoría de los chilenos somos gente razonable, gente que quiere vivir en paz.
-A su juicio, ¿el Presidente –como gobierno- debiera haber tomado partido por una de las dos opciones en el plebiscito?
-No. Creo que hoy día no están las condiciones para que el gobierno o el Presidente tomen una postura en esta campaña.
-¿Cómo afecta a su partido y a los liderazgos convivir con dos posturas respecto al plebiscito?, aunque el 'rechazo' es mucho mayor que el 'apruebo'.
-No afectada nada, todo lo contrario, creo que fortalece al partido, porque demuestra que puede ser mucho más transversal y respetuoso de las opiniones. Si el tema va a ser que cuando ganemos los del 'apruebo' se van a tener que sumar todos con mucha fuerza.
-En ese sentido, ¿perjudica al senador Allamand liderar el rechazo en RN?
-Esa puede ser una estrategia del voto duro. Pero yo creo que se está cometiendo un error político grave, porque se ha demostrado que en Chile cayeron las derechas y las izquierdas, a partir de ahora la gente va a apostar por personas. Si usted se fija Boric, Jackson, Beatriz Sánchez, Van Rysselberghe, todos han sido funados.
-¿Daña el liderazgo de Mario Desbordes no haber conseguido que RN se alineara detrás suyo en el 'apruebo'?
-Primero, Mario Desbordes nunca trató que el partido se cuadrara con su postura, Mario Desbordes logró lo que quería, que hubiera libertad para apoya. Segundo, yo veo que si alguien va a salir fortalecido de este proceso va a ser Mario Desbordes, va a ganar el apruebo y vamos a liderar con él un proceso de banderas razonables, positivas; no esta locura de la campaña del miedo desde la derecha y desde la izquierda. Eso va a fortalecer lo que la mayoría de los chilenos quiere que es vivir en paz, trabajar; pero también quieren un país mejor y eso se va a lograr con un nuevo pacto social, que es lo que estamos trabajando absolutamente asociados con Mario Desbordes.
-En este escenario interno, ¿cómo van a hacer la franja por ejemplo?
-La franja va a tener un 70% del 'rechazo' y un 30% de 'apruebo'.
-¿Van a hacer la franja con las dos posturas?
-¡Por supuesto, pues! Esa es la gracia que tiene Renovación Nacional, que nunca ha sido una secta, es un partido político en el que pueden convivir personas que tienen diferencias en algunas cosas, como esta. Yo no creo que una nueva Constitución sea volver al comunismo ni tampoco creo que el 'rechazo' signifique que no va a haber ningún cambio de nada; creo que la gente en Chile es mucho más razonable, respetuosa, transversal.
-¿No se estará generando una sobre expectativa respecto de lo que puede significar una nueva Constitución?
-De todas maneras. La izquierda ha trabajado ese tema y lleva muchos años vendiéndole a la gente que todos sus problemas son culpa de la Constitución y eso es mentira; pero claramente la Constitución no está validada por la mayoría de los chilenos y eso hay que reconocerlo. Por eso tenemos que elaborar una Constitución que no sea ni de izquierda ni de derecha, sea una Constitución para todos los chilenos y eso se puede hacer; porque la gente no quiere destruir el modelo, quiere corregirlo.
"No habrá paz social si no hay crecimiento económico justo"
Invitado como panelista al The Circularity Gap Report 2020 por la ONG holandesa Circle Economy, a fines de enero, el senador, volvió a Chile convencido que este sistema es el indicado para nuestro país, con un elemento adicional que es el aspecto social. Por lo que está entusiasmado en la promoción de la "economía social circular" como una forma de generar políticas públicas, que de la mano a un nuevo modelo de empresa, contribuyan a mejorar la vida de la comunidad. Pero también a darle sustentabilidad a la economía hacia el futuro.
-¿Cómo fue su experiencia en Davos?
-Me gustó el tema de la economía circular, porque creo que puede ser la fórmula del futuro para Chile, porque es una economía que busca ser sustentable en el tiempo.
-¿Qué le impactó de las reuniones del foro en que usted participó?
-Que en todas se planteaba que, de una vez por todas, este foro debía asumir compromisos y acciones concretas, para lograr cambios reales con impactos medibles. Porque yo leí un artículo escrito el año 2017 por el fundador del foro, en el que él describía casi lo mismo que pasó en Chile. Planteaba lo que había que hacer a futuro y por qué. Y no se había hecho nada, a pesar de que se había hablado mucho del tema
-¿Cuándo se refiere a lo que pasó en Chile apunta al frenazo económico o a la crisis social?
-Es que la crisis va absolutamente unida con el frenazo, porque siempre he dicho –y lo creo- que no hay crecimiento económico si no hay paz social; y no habrá paz social si no hay un crecimiento económico justo. Entonces, aquí tiene que haber un nuevo modelo de empresa, que integre a toda la sociedad...sector privado, gobierno...
-¿Ahí surge su nuevo concepto de economía social circular?
-Lo que pasa es que los participantes en el foro hablaban mucho del reciclaje; entonces, yo les pregunte dónde estaba el aspecto social, en qué parad va el mundo social aquí, porque para que esto funcione tiene que ser algo absolutamente complementario en donde se incluya a todos.
-La gracia de la economía circular es que es amigable con el medio ambiente, ¿es posible implementarla en Chile cuando uno de los diagnósticos en Davos era que había retrocedido en el último año?
-¡De todas maneras! Yo creo que estamos frente a una tremenda oportunidad, a mi juicio, pero hay que cambiarle el nombre –eso es lo que planteé allá- a economía social circular, porque por un lado tenemos que integrar la economía globalmente, mientras que internamente tenemos que realizar un buen plan de educación para generar una cultura de la gente en este tema.
-¿Por qué?
-Porque en el ámbito medioambiental, si los niños no aprenden desde pequeños y se meten el chip de que tienen que reciclar no lo hacen. Un ejemplo, en mi casa ni mis niños mayores ni yo reciclamos, pero mis niños menores nos obligan a hacerlo. Por otra parte, desde la educación tenemos que enfrentar la tecnología que va aparejada a un sistema de economía como este. Porque sin preparación esto puede convertirse en una máquina de cesantía.
-En ese contexto, además de un plan de educación, ¿cuál es su propuesta para implementar este concepto de economía social circular?
-Lo primero, es que invité al equipo de Circle Economy que hizo un Gap Report en Europa que viniera a hacer uno sobre los residuos en Chile, porque si no tenemos datos duros no sabemos de lo que estamos hablando. Esa es una pata de la economía social circular, que es el reciclaje.
-¿Cuáles son las otras patas?
-Por otro lado está el cómo este nuevo modelo de empresa se involucra con la sociedad, con los vecinos, con los stakeholders, con su gente y comience a idear cómo producir cosas que no sean desechables, que tengan una segunda vuelta. Segundo, teniendo datos concretos, no solo habría que recircular, sino también promover la cultura de lo no desechable. Que no se siga haciendo, como ocurre en muchas partes del mundo, que la empresa hace algo para que el aparato que uno adquiere dure un año y haya que votarlo.
-Eso es complejo, porque los fabricantes elaboran productos con fecha de vencimiento, por decirlo así, para vender más. Si los productos duraran eternamente no sería negocio.
-Lo que pasa es que, y esto lo vimos en el foro, este sistema de algunas empresas no es sustentable para el planeta en el tiempo. La cuestión es que nosotros hagamos sustentable el sistema económico en el tiempo.
Rol del Estado
-¿Y quién debería promover que las empresas deban darle una segunda vuelta a sus productos?
-¡El Estado, pues! La idea es que todo tenga más de un uso. Mire, yo me junté con la gente de Embotelladora Andina y ellos se plantearon una meta de que todos las botellas sean de un plástico especial altamente reciclable, del que ya están elaborando los envases de agua mineral. Estos envases tienen un símbolo abajo que indica que el plástico que se usa para hacer esa botella es de una calidad extraordinaria para ser reciclado. A lo mejor, puede ser un poquito más caro, pero un tremendo aporte a la sociedad.
-Usted decía que hay que hacer sustentable en el tiempo el sistema económico...
-¡Claro! Que sea un trabajo de abajo hacia arriba –no de arriba hacia abajo-, o sea, que la gente participe de este proceso, que tenga educación e incentivos, ya sea tributarios, estatales; y que tenga marcos normativos exigentes, por ejemplo, para el ingreso de productos al país.
-¿Cómo así?
-Porque si esto avanzara se podría exigir ciertos niveles de productos con buena calidad y que no sean desechables. Esto es bastante más fácil de lo que parece, si hacemos un cambio de modelo de empresas.
-¿Cambio de modelo de empresas y de mentalidad? Le insisto, porque si en países avanzados este último año han visto un retroceso qué se puedes esperar de una país tercermundista como Chile.
-Es verdad que partir en este minuto en Chile es difícil porque estamos en la mitad de una crisis política...
-Además...
-Pero Chile es un país que tiene todo dado para mejorar el futuro. Porque con la economía circular hace que con incentivos permanentes y normas permanentes bien claras podamos exigirle a los que vengan a invertir en Chile tengan acá los mismos estándares que en sus países. Eso para que no nos transformemos en un abastecedor rasca de productos básicos, lo que tenemos que hacer es darle valor agregado a nuestros productos, como el litio, por ejemplo. Por eso que la economía social circular es mucho más que reciclar.
-¿Y cuáles podrían ser los incentivos?
-Bueno, impuestos pues, incentivos económicos, eso es lo más importante. Que, en el futuro, esto realmente se vaya dando, para lo que debe haber una estrategia país a largo plazo, para generar incentivos y atraer inversión que ya venga con la economía social circular en el disco duro.
-¿Se puede implementar un modelo de economía social circular en una economía de mercado como la que existe en Chile?
-Por supuesto, de todas maneras. Sobre todo que Chile, hoy día, necesita un nuevo pacto social y las empresas se deberán comenzar a involucrar con su comunidad, dando trabajo a la comunidad, involucrándose en la educación de la comunidad. Por eso digo que este tema tiene que partir con políticas públicas desde abajo no desde arriba.