Los puntos que avivaron las seis horas de negociación entre el gobierno y la CUT
El monto del reajuste y la definición del mecanismo para ayudar a las familias ante mayores precios fueron parte de los temas que ralentizaron el diálogo.
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Pese a que hasta el viernes de la semana pasada las conversaciones entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) iban bien encaminadas, eso no impidió que la conversación del día lunes se extendiera mucho más de lo esperado.
Y es que si bien había un acuerdo tácito respecto al alza del salario mínimo desde $ 350 mil a $400 mil, hubo materias que alargaron la negociación, que se extendió entre las 15 y 21 horas aproximadamente.
Según conocedores de las conversaciones, hubo al menos dos temas que ralentizaron el acuerdo: los montos en los que se reajustaría el salario mínimo y la inflación que gatillará un tercer incremento en enero; y la definición del mecanismo para ayudar a las familias a enfrentar el alza de los alimentos.
La idea inicial del gobierno de incrementar el salario mínimo en dos tandas de $ 25 mil, no cayó del todo bien al interior de los trabajadores, quienes en el momento de las definiciones hicieron presión para modificar las cifras y acordar un alza más significativa en la primera ocasión. “Si ya había una idea, no había nada que negociar”, cuestionó un dirigente.
Sin embargo, algo que cayó bien entre los trabajadores, fue la apertura del ministro Mario Marcel a modificar los montos.
“Hay una imagen pública de él muy cuadrada, y en las conversaciones fue realmente muy dialogante”, destacó otro dirigente sindical.
Resuelto ese punto, los trabajadores insistieron en establecer un tercer incremento de $ 10 mil en el salario mínimo en enero. Si bien el acuerdo estableció que dicha alza se concretará siempre y cuando la inflación acumulada en 12 meses a diciembre de 2022 supere el 7%, llegar a ese porcentaje no fue fácil. Tras varias conversaciones en esta materia, finalmente el gobierno accedió en ese punto.
El mecanismo para abordar el tema inflacionario fue otro aspecto que generó debate. Al interior del Ejecutivo no querían establecer el concepto de un nuevo bono en la opinión pública, y los trabajadores estaban interesados en asegurar una vía eficaz de ayuda a las familias.
Finalmente, la decisión de dar un beneficio compensatorio del aumento del valor de la Canasta Básica de Alimentos -que se otorgará un aporte monetario por causante de Asignación Familiar o SUF-, si bien fue considerada como “poco comprensible” por algunos, para otros se trató de la mejor fórmula.
Otros temas que también habrían ocupado parte importante de las conversaciones, fue la solicitud de la CUT de avanzar en materias relacionadas con el trabajo decente, particularmente dos temas: la negociación multinivel y la ratificación del Convenio 190 de la OIT.
Con todo, el balance entre los actores fue positivo. Tanto desde el gobierno como desde la Central, valoraron la disponibilidad de sus contrapartes a dialogar, y aunque hubo diferencias, destacaron el tono respetuoso durante estas semanas.