Déficit de habilidades básicas provocaría pérdidas del 11% del PIB mundial en lo que resta de siglo
Investigación determinó que la mayoría de los países en desarrollo no están preparados para un estado económico superior dado sus actuales niveles de escolarización.
- T+
- T-
Entendiendo que la educación es clave para el bienestar de la sociedad, representantes de las universidades de Munich, Stanford, y el Instituto IFO de Investigaciones Económicas se abocaron a estudiar los efectos de la falta de competencias básicas escolares en el desenvolvimiento económico de los distintos países.
Así nació la investigación “Habilidades básicas universales globales: déficits actuales e Implicaciones para el desarrollo mundial”, realizada por Eric A. Hanushek, Sarah Gust y Ludger Woessmann, la que concluyó que el mundo está muy lejos de garantizar que todos los niños alcancen al menos los niveles de competencias básicas, lo que podría significar pérdidas de más de US$ 700 billones (millones de millones) -o el 11% del PIB mundial- de lo que queda de siglo.
Del 98,1% de la población mundial, dos tercios de los jóvenes no alcanzan los niveles de competencias básicas.
Para su análisis, los investigadores adoptaron la definición que corresponde a las competencias del primer nivel del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de la OCDE. En este, los estudiantes deben ser capaces de responder a preguntas que implican contextos familiares en los que está presente toda la información relevante; de identificar información y llevar a cabo procedimientos rutinarios según instrucciones directas en situaciones explícitas; y realizar acciones que son casi siempre obvias y se derivan inmediatamente de los estímulos dados.
Se analizó al 98,1% de la población mundial sobre la base del rendimiento ante una escala común y de esto derivó que al menos dos tercios de los jóvenes no alcanzan los niveles de competencias básicas.
El déficit de competencias alcanza al 94% en África subsahariana, 89% en el sur de Asia, 68% en Medio Oriente, 65% en América Latina y 25% en América del Norte.
Hanushek, coautor y académico de Stanford, explica que una de las principales conclusiones del estudio es que muchos de los países en desarrollo no están preparados para mejoras adicionales dados sus actuales niveles de escolarización.
“Es probable que este déficit conduzca a un mayor aumento de las diferencias de ingresos en todo el mundo, ya que los países en desarrollo se quedan más atrás. En la economía mundial actual, las naciones individuales no sólo compiten con los países vecinos. En cambio, compiten con países de todo el mundo”.
Eric A. Hanushek, Académico de Stanford
“Es probable que este déficit conduzca a un mayor aumento de las diferencias de ingresos en todo el mundo, ya que los países en desarrollo se quedan más atrás. En la economía mundial actual, las naciones individuales no sólo compiten con los países vecinos. En cambio, compiten con países de todo el mundo”, señaló.
El análisis apunta además a que el mundo en desarrollo se enfrenta al doble problema del acceso y la calidad de las escuelas. El 36% de los jóvenes de todo el mundo en edad de asistir a la escuela secundaria no lo hacen; y de los alumnos matriculados, el 62% de los estudiantes del mundo no alcanza las competencias básicas.
Por esta razón, el estudio sugiere que “la asistencia a escuelas de baja calidad no resolverá el problema de la falta de competencias básicas”.
El caso de Chile
Enfocado en América Latina, Hanushek dice que “en su conjunto no está bien posicionada para el crecimiento”, a pesar de que la región está mejor que el África subsahariana y el sur de Asia, “pero sigue teniendo una clara necesidad de mejorar las escuelas”.
En el caso de Chile, el economista señala que ha demostrado estar “notablemente” por delante del del continente. “Si las escuelas de Chile siguen mejorando, el país estará en una buena posición para avanzar económicamente”, destaca.
La académica de la Escuela de Gobierno UC, Susana Claro, señala que los detalles de las habilidades básicas de los estudiantes chilenos se podrán conocer el próximo año, con los resultados del Simce. Sin embargo, alerta de la gravedad de quienes no han vuelto al sistema escolar o que tengan poca asistencia y altas probabilidades de no terminar el periodo escolar.
Para hacer frente a la situación, Claro afirma que “lo que hay que hacer de todas maneras es priorizar el currículum y lo más esencial es la lectura, un niño que ya pasa a cuarto básico sin saber leer es muy difícil que pueda seguir cualquier tipo de clase”.