De aprendizaje, pero también de avances. Así define la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, el primer año de la actual administración.
De cara al hito del 11 de marzo, no lo duda: “Podemos sostener que estamos mejor que el año anterior y eso es algo de lo cual hay que afirmarse para consolidar que se avanza y para seguir avanzando”.
“Algunos plantean separar proyectos (de reforma tributaria), pero eso también tiene que ver con lo que se entiende por la idea matriz que se rechazó”.
“Cuando hablamos, por ejemplo, de avanzar en mecanismos para enfrentar la elusión tributaria y la evasión tributaria, no podemos inventar cualquier cosa para lograr ese objetivo”.
- El Presidente ha enfatizado que hay que mejorar la gestión y apunta a un cambio de gabinete.
- Esa es la evaluación que hace el Presidente si es que requiere hacer cambios en su equipo en función de ciertos criterios, y también -obviamente- de poder ir generando las mayorías necesarias para avanzar en el Congreso.
Creo que con el rechazo de la idea de legislar de la reforma tributaria también se refuerza la necesidad de poder avanzar mucho más en esa dirección. Y la presión por los cambios de gabinete es como una dinámica permanente en todo gobierno al cumplir un año, siempre hay presiones y, cada vez que la opinión pública o cierto partido o particularmente la oposición no le gusta un ministro o una ministra, tienden a hacer presión por los cambios de gabinete, pero eso lo define el Presidente de la República.
- ¿Usted está cómoda como vocera? Dentro del PC algunos han señalado que está muy expuesta mediáticamente y quizás como eventual futura carta presidencial sería bueno que cambiara a algún ministerio más sectorial…
- No estoy para hablar de ninguna futura carrera presidencial, no corresponde. Lo que nosotros estamos haciendo en este momento -y es parte de mi compromiso- es cumplir con un mandato que es acompañar al Presidente Gabriel Boric en la posibilidad de realizar un proyecto de transformación en colectivo. Y esa vocación política, esa vocación pública, es la que me tiene acá.
¿Y la exposición? La verdad es que desde bastante pequeñita la he tenido que manejar y administrar. Así que no se trata de comodidad o no, se trata de que aquí uno está para asumir tareas de responsabilidad y esas tienen dificultades y también tienen un costo (...) Así que donde ayude más, siempre voy a estar dispuesta a estar, como lo determine el Presidente de la República. Eso es lo que nos corresponde a todos como ministros, porque estamos aquí bajo la confianza del Presidente.
- ¿Cómo toma el rechazo a la idea de legislar de la reforma tributaria y cómo enfrentarán el tema?
- Evidentemente, es un hecho muy lamentable por las consecuencias que tiene concretas para poder avanzar en el financiamiento de políticas sociales que son relevantes para la gente. Entonces, al final esto no se trata solo de una derrota política para el Gobierno, que obviamente es un golpe. Al final, lo más importante en este debate es cómo esto impacta en las personas y la ciudadanía.
El problema es que se rechaza la idea de legislar de una reforma tributaria que contenía recaudación desde los que más tienen para financiar a los que más necesitan apoyo del Estado, para financiar políticas sociales clave que requiere nuestro país.
Lo que vamos a hacer, y es el compromiso del Presidente de la República, es que no vamos a bajar los brazos y vamos a seguir poniendo en el centro la capacidad de diálogo, la capacidad de acuerdo que -independientemente que no compartimos la irresponsabilidad de haber rechazado la idea de legislar-, vamos a seguir tendiendo puentes para poder avanzar en el mecanismo para financiar el aumento de las pensiones y todo lo que hemos comprometido al país.
- ¿Eso podría implicar priorizar algunos compromisos que tenían o dejar de lado alguno?
- Eso depende mucho de lo que vaya a señalar la oposición. Y hablo no solamente de la extrema derecha, que fue la que primó en la votación. Aquí tenemos distintos sectores de la oposición que rechazaron la idea de legislar o no concurrieron con su voto. Entonces, esto depende mucho de eso también.
Por eso, estamos evaluando las distintas alternativas, las distintas vías, porque los términos que plantea una insistencia en el Senado implica conseguir aún más votos de los que necesitamos en la Cámara de Diputados. Entonces, cuál va a ser la condición y las posibilidades de avanzar en entendimiento también depende mucho no solo del diálogo que extienda el Gobierno, sino que también de los límites que quiera poner la oposición en materia de recaudación y de ayuda social, porque no se pueden plantear sólo ayudas sociales sin financiamiento.
Entonces, si limitamos la recaudación, si limitamos los mecanismos de recaudación, también limitamos la posibilidad de financiar más ayudas sociales.
- ¿Y qué espera de la derecha, considerando que hay otros proyectos que también son importantes como el royalty? Va a venir la discusión en materia de salud.
- Estamos efectivamente en el primer año de gestión y, por lo tanto, muy lejos de quienes pretenden hacer creer que el Gobierno se termina tras el rechazo en la votación de la reforma tributaria. Tenemos tres años por delante.
Nosotros, insisto, no bajamos los brazos. Estamos aquí por algo, para cumplir y para trabajar siempre más intensamente en hacer avanzar los compromisos programáticos.
Ya pronto se viene la votación del royalty minero. Esperamos que, a diferencia de lo que pasó con la reforma tributaria, se anteponga el pragmatismo y la necesidad de avanzar a una mejor distribución de las riquezas que produce nuestro país para beneficio de la región y de la gente antes que posiciones ideológicas.
Viene la reforma de pensiones, las 40 horas. En eso tuvimos un avance, quiero recordar esto también, porque -a diferencia de lo que pasó con la reforma tributaria- en otros casos hemos tenido buena disposición de la oposición a avanzar.
- ¿Corre riesgo la reforma de pensiones?
- Para que no ocurra lo mismo, necesitamos que haya disposición al diálogo y a la mejora, porque si se rechaza la idea de legislar de una reforma de pensiones, se rechaza la tercera oportunidad que tiene el país de mejorar las pensiones de sus jubilados.
La reforma de pensiones no solo tuvo un amplio diálogo político y social, el acompañamiento de la OIT, se ajusta a los estándares de los países OCDE o, al menos, la gran mayoría que tiene un sistema de pensiones robusto; sino que busca mejorar las pensiones ahora y a futuro, y terminar con el sistema abusivo de las AFP y tener un sistema de seguridad social que acorte la brecha entre hombres y mujeres.
Tenemos toda la disposición a mejorar y para poder abrir un diálogo que mejore la reforma de pensiones, necesitamos que no suceda lo mismo que con la tributaria, porque ahí sí que vamos a hipotecar las posibilidades de acompañar a nuestros pensionados; y, por lo tanto, no repetir la historia de tirar por la basura mecanismos y herramientas que nos permitan avanzar en esa dirección.
- ¿El Gobierno se impuso algún plazo para resolver lo que pasó con la reforma tributaria?
- No, no hemos puesto plazos todavía. Obviamente, nos interesa que esto pueda solucionarse lo antes posible, pero hablar de plazos depende mucho del mecanismo que encontremos y estamos haciendo esa evaluación para alcanzar el objetivo central, que es atender a la necesidad de las personas y tener un financiamiento, porque si no, no podemos garantizar responsabilidad fiscal. Y ahí sería prometer cosas que no podemos cumplir, porque todo gasto permanente que incurramos tenemos que financiarlo con ingreso permanente y ese es como el ABC de la responsabilidad fiscal.
Obviamente, la insistencia en el Senado implica un quórum mucho más alto y supone una serie de otras dificultades.
Por otro lado, algunos plantean separar proyectos, pero eso también tiene que ver con lo que se entiende por la idea matriz que se rechazó. Entonces, cuando hablamos, por ejemplo, de avanzar en mecanismos para enfrentar la elusión tributaria y la evasión tributaria, no podemos inventar cualquier cosa para lograr ese objetivo. Estamos explorando alternativas y, al final, la decisión la vamos a tomar con el Presidente.
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