Productividad de la economía chilena no logra repuntar y volvió a contraerse durante el 2023
Aún así, el resultado fue mejor que el de 2022, expuso la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP).
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La productividad de la economía chilena cayó durante el año 2023, pero obtuvo un resultado algo mejor que el ejercicio precedente.
Así lo reveló el Informe Anual de Productividad, publicado este miércoles por la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), especificando que la productividad total de factores (PTF) se contrajo entre 1,8% y 2,4% el año pasado, amortiguando la baja entre entre 3,4% y 3,6% anotada en 2022.
El reporte del organismo señaló que el resultado refleja la consolidación de la tendencia de "estancamiento" de la PTF en los últimos 15 años. Cabe recordar que en 2020 y 2021 la PTF experimentó un crecimiento de 1,8% y 3,2% respectivamente.
El reporte es realizado por los economistas de la CNEP, Rodrigo Krell, Maximiliano Alarcón y Benjamín Díaz.
Los resultados se dan en un contexto macroeconómico en el que se espera que la economía chilena anote un nulo crecimiento para el año 2023 en su conjunto. A su vez, el CNEP informa un aumento de 3% en el stock de capital fijo y de 1,9% en las horas trabajadas. “De esta forma, durante el 2023, se produjo aproximadamente lo mismo que en 2022, utilizando una mayor cantidad de factores productivos”, señaló la CNEP en un comunicado.
La comisión define la productividad como la relación existente entre la cantidad de bienes producidos y los recursos utilizados con ese fin. Tomando el cuatrienio 2020-2023 en su conjunto, la productividad ha caído anualmente, en promedio, 0,2% para la economía agregada. Si se deja de lado la minería, ha aumentado un 0,5%.
Con la contracción de la PTF en 2023, la media móvil de su crecimiento vuelve a fluctuar en torno a 0%, en línea con lo experimentado desde finales de la década de los 2000. Esto es concordante con una influencia de la PTF en el crecimiento económico que ha caído con el paso de los años.
Panorama sectorial
En detalle, seis de los ocho sectores productivos redujeron su PTF. Las principales contracciones se dieron en comercio, hoteles y restaurantes (-11,8%), minería (-9,4%), y en la industria (-8,4%). A su vez, en el rubro de electricidad, gas y agua, al igual que transporte y comunicaciones, experimentaron una expansión de su productividad con un 6,7% y 2,5%, respectivamente.
Raphael Bergoeing, presidente de la CNEP, declaró que “la desaceleración de la productividad es un fenómeno de largo plazo, que se ha visto agravado por la caída en la productividad minera, pero que es transversal en la economía nacional. Su desaceleración previa a la pandemia del covid-19 es un fenómeno global”.
La Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) presentó este miércoles su informe anual.
Ante la problemática, el economista advirtió que “políticas que busquen eliminar los cuellos de botella para restringir el crecimiento de la productividad, programas integrados de capacitación con foco en TICS, son clave para impulsar el crecimiento económico sostenido y mejoras en el bienestar de la población”.
Productividad laboral
Durante la presentación, se dieron a conocer por primera vez resultados de productividad laboral. Alarcón aseguró que esta mostraba un “gran dinamismo” entre 1990 y el 2000 con tasas de crecimiento anuales por sobre un 4%, sin embargo, a partir del 2011 el crecimiento anual promedio ha sido en torno a 1%.
Cabe señalar que por productividad laboral, se entiende el Producto que genera un trabajador por cada hora trabajada. Esta crece cuando aumenta la producción por hora trabajada en la economía.
El reporte asegura que la pandemia “generó un quiebre” en la tendencia de la productividad laboral, en donde esta se disparó, aumentando en un 12,8% con respecto a 2019, debido a la profundización del capital.
Sistema educacional local aún está al debe con enfoque STEM
Otra arista que analizó la CNEP fue el nivel de incorporación del enfoque STEM (integración en el aprendizaje de las materias de Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas) en el marco educativo nacional.
El mencionado foco es resaltado como una “fuente de aumento de productividad e innovación”, aseguran desde la entidad presidida por Raphael Bergoeing. De acuerdo con el informe, un aumento de un punto porcentual en la participación de trabajadores con educación superior en STEM, genera cerca de un 2% de mayor productividad.
Además, el estudio recoge que las competencias de los empleados es una de las principales barreras para el uso empresarial de la inteligencia artificial, por lo que el desarrollo STEM aportaría al desarrollo de dicha tecnología en Chile.
En Chile, “aunque existen múltiples iniciativas públicas y privadas en la materia, los programas que incentivan la educación STEM funcionan fuera del sistema educativo formal, lo que hace que sean acciones fragmentadas, de alcance limitado, con problemas de coordinación y falta de conocimiento consolidado sobre prácticas efectivas”, señalan desde el CNEP.
En materia de género, sólo un 20% de quienes ingresan a carreras STEM son mujeres, por debajo del promedio OCDE (35,5%).