Una de las materias primas más perjudicadas por los vaivenes de la guerra comercial ha sido el cobre.
Si bien el metal rojo no es todavía objeto de aranceles de parte de la administración de Donald Trump (a la espera de un estudio encargado al Departamento de Comercio norteamericano), la volatilidad en los mercados ha arrastrado a la baja al commodity. Un botón de muestra: el cobre perdió el soporte de US$ 4 la libra en la Bolsa de Metales de Londres este martes, cerrando la jornada cotizándose en US$ 3,97, una baja de 0,74% respecto al lunes.
Así, el precio se consolida en una senda bajista. En lo que va de abril, la materia prima promedia US$ 4,16, inferior que los US$ 4,41 de marzo. En lo que va del año la cotización media es de US$ 4,23 por unidad, lo que de todas formas implica -por el momento- una rentabilidad de 9,9% respecto al cierre de 2024.

En estos momentos, el metal se cotiza por debajo del precio calculado por el Ministerio de Hacienda para elaborar el Presupuesto fiscal de este año: US$ 4,26, según la última proyección en el Informe de Finanzas Públicas (IFP).
Aquella tendencia, de consolidarse, promete presionar aún más las finanzas públicas, en momentos en que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha comprometido medidas correctivas para no repetir en 2025 el incumplimiento de la meta fiscal del año pasado, lo que considera nuevos recortes millonarios del gasto público que se suman a los US$ 700 millones ya rebajados entre enero y febrero.
La Dirección de Presupuestos (Dipres) ha calculado que cada centavo de cotización del metal rojo le significa al Fisco ingresos efectivos por US$ 35 millones.
Así, en caso de que el valor promedio del cobre se situara en US$ 4 la libra en el año, el Fisco percibiría menores ingresos por US$ 910 millones, ante la diferencia con la cotización media de US$ 4,26 por unidad que anticipa Teatinos 120.
Peligro de un mayor déficit
El economista senior de Bci Estudios, Antonio Moncado, planteó que una menor cotización del metal empujará un déficit fiscal efectivo más alto: “Por el momento, vemos un déficit de 2,5% del PIB, lejos del 1,7% del PIB propuesto por Dipres en el último IFP. Ese mayor déficit proyectado considera una menor actividad y un precio del cobre que cerraría este año en torno a US$ 3,9 la libra”, adelantó.
El economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP), Juan Ortiz, previó que una reducción del precio del cobre de US$ 4,26 a US$ 4 la libra llevaría a menores ingresos efectivos por esta vía en torno a US$ 900 millones, lo cual aumentaría el déficit fiscal efectivo y deuda bruta.
“En todo caso, este análisis es parcial, ya que considera el resto de variables constantes, es decir PIB, tipo de cambio, nivel de gasto, entre otros. Es decir, es una cifra indicativa y no implica el efecto fiscal del cambio del escenario macroeconómico mundial en las finanzas públicas”, agregó.
La renovada guerra comercial y mayor incertidumbre de política económica global generan riesgos hacia un menor crecimiento de los ingresos fiscales, y así una consolidación fiscal “más lenta” este año y el siguiente, expuso el economista jefe para la región de Itaú, Andrés Pérez, aunque también hizo un llamado a la “calma” en el sentido que, más allá del ajuste “abrupto” en los precios del cobre, el promedio anual sigue cerca del pronóstico oficial.
“Proyectamos que el precio del cobre oscile en torno a US$ 4,25 la libra este año. De todas formas, creemos que un eventual mayor déficit no debería requerir una ampliación del plan de financiamiento vía deuda del Gobierno de US$ 16.000 millones en 2025. El mercado valoraría que la Dipres, en el marco del próximo IFP, actualizara sus estimaciones para la sensibilidad del precio del cobre e ingresos estructurales y efectivos”, dijo.
Usando proyecciones de mercado, en un escenario con el precio del cobre a US$ 4 la libra, con un crecimiento global del Producto en 2,7% y de la economía nacional en un 2,1%, habría un efecto de menor recaudación fiscal cercana a los US$ 1.200 millones y con un impacto en el déficit efectivo de -0,4 punto del PIB, calcula el decano de Economía de la Universidad San Sebastián (USS), Alejandro Weber: “Considerando que esto se da en medio de una situación del Gobierno que ya es estresada desde el punto de vista fiscal, en el neto, este efecto sí reduce los grados de flexibilidad del Fisco”, afirmó el exsubsecretario de Hacienda.
Para el economista de Banco Santander, Rodrigo Cruz, lo relevante es el valor del cobre en pesos, por lo que -además de la cotización internacional del metal- será clave observar el comportamiento del tipo de cambio, que actualmente ronda los $ 990, por sobre los $ 887 estimado en la Ley de Presupuestos. “Así, parte de la caída del cobre en dólares podría verse compensada por la depreciación del peso. Por ahora, creemos que estos impactos sobre las finanzas públicas de este año son acotados”, dijo.