El mercado europeo está cada vez más
abierto a los productos de las economías en desarrollo, un cambio
que se refleja en el incremento de las importaciones de los
Veintisiete a estos países, que entre 2000 y 2008 aumentaron el 58%.
La Comisión Europea asegura que la UE ofrece a los países en
desarrollo -de Latinoamérica, Asia, el Mediterráneo, así como el
grupo de los menos desarrollados (LDC) y de África, Caribe y el
Pacífico (ACP)- un acceso a su mercado incomparable al de cualquier
otra área económica.
El ejecutivo de la UE presentó hoy al Parlamento Europeo su
informe periódico sobre la apertura del mercado europeo a las
economías en desarrollo, que demuestra, en palabras del responsable
de Comercio, Peter Mandelson, el compromiso de la UE para poner el
comercio al servicio del desarrollo "no sólo en la teoría, sino
también en la práctica".
Bruselas destaca el avance de las importaciones procedentes de
estos países, que en 2006 -último año para el que hay datos
disponibles- avanzaron el 16%, una tasa muy superior al
aumento de los flujos financieros globales, del 8 por ciento.
Los países de Asia y el Mediterráneo son el principal origen de
las compras europeas, con un volumen superior a los 100.000 millones
de euros e incrementos en torno al 12% en 2006.
A continuación se sitúan los países de Latinoamérica, que en ese
ejercicio vendieron a la UE por 55.000 millones de euros (el 17,3% más que en 2005).
Las importaciones de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y
Paraguay) son las más cuantiosas, con 36.000 millones del euros (el 13,2% más), seguidas de la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia,
Perú y Ecuador), con 15.000 millones de euros (tras avanzar el 35%
en 2006).
Los países de Centroamérica se mantienen sin cambios desde el
inicio de la década, en torno a €4.000 millones anuales.
En cuanto a los dos países con los que la UE ha concluido
acuerdos bilaterales de libre-comercio, el informe destaca el
incremento de las importaciones desde Chile, que casi se han
triplicado respecto a 2000 y han aumentado el 54% en 2006.
Las compras de productos mexicanos han crecido, por su parte, el
57% en relación al principio de la década y el 5% el último año.
Las importaciones desde el grupo de países ACP también
progresaron, aunque a menor ritmo, hasta €41.000 millones en 2006 (el
11% más que en 2005).
Del mismo modo, la UE siguió apostando por las economías más
pobres (LDC), cuyas ventas a los Veintisiete llegaron a €18.000
millones en 2006, tras crecer el 7% respecto al ejercicio
previo.
El informe también analiza el peso de la UE en las exportaciones
totales de los países en desarrollo, con especial atención a los
capítulos de productos agrícolas y pesqueros, energía y textiles.
Las importaciones de productos energéticos de estos países
alcanzaron los 129.000 millones de euros en 2006, el 67%
más que en 2000.
Los principales exportadores en este ámbito son los países del
Consejo de Cooperación del Golfo (Bahrain, Kuwait, Omán, Qatar,
Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos), que venden a la UE el 71% de su producción, y los ACP, con el 42% de sus
ventas a la UE.
Las exportaciones a Europa de productos agrícolas y pesqueros,
así como de textiles reportaron a las economías en desarrollo casi
€70.000 millones cada uno en 2006, con avances del 15 y 35%, respectivamente, en relación a 2000.
El mercado comunitario es especialmente importante para los
países de Latinoamérica, en el caso del sector agrícola, pues se
lleva el 40% de sus exportaciones, y para los más pobres
(LDC) en el sector textil, con una cuota del 35%.
Bruselas incide, por último, en que casi el 70% de las
importaciones de países en desarrollo entra a la UE libre de
aranceles, un porcentaje que sube al 98 por ciento en el caso de los
países ACP y que es del 88,5% para los países LDC.