La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) valoró favorablemente las recientes
medidas anunciadas por el Ministerio de Hacienda, considerando que denotan una preocupación por la productividad de la
economía, al igual que los contenidos propuestos días atrás en la
MKIII.
La eliminación del impuesto a las transferencias
financieras mejora la eficiencia económica, opinó la CCS, reduciendo estructuralmente costos,
tantos para empresas, como para las personas. Es un nuevo esfuerzo en la misma
línea conceptual de la eliminación del impuesto de timbres y estampillas tan
esperada por la comunidad, afirmó la entidad.
Del mismo modo, la ampliación del número de empresas
que pueden acogerse a los beneficios tributarios que permiten pagar impuestos
sólo al retirar utilidades opera en el mismo sentido. Según estimaciones de la
CCS, la medida beneficiará a aprox. 70% de las pymes, incentivando las
inversiones y el crecimiento futuro de las empresas más pequeñas del
país.
La preocupación por las energías de menor costo
va también en el mismo sentido, y la creación de un fondo de US$ 400 millones
para ello, da cuenta de una orientación de mediano y largo plazo acorde con el
actuar de las economías más avanzadas en el mundo.
La reducción del impuesto a las gasolinas es, indicó en
tanto la CCS, más bien un paliativo que permitirá coyunturalmente reducir - por una vez
- la inflación en 0,3% aproximadamente en el mes de septiembre, pero no logrará
alterar en lo medular la trayectoria de los precios de los próximos meses. La
inflación estimada bajo el nuevo escenario esperable como consecuencia de esta
medida, es del orden de 8,7% a diciembre, medida en 12 meses, contra un 7,8% en
2007.
Los
resultados recientemente entregados por el mismo Ministerio de Hacienda indican
que efectivamente la productividad agregada cayó consecutivamente en 2006 y en
2007, tal como anticipó hace algunos meses la CCS. De acuerdo a las proyecciones
de los expertos consultados, la productividad caerá nuevamente en 2008 y 2009.
Esto último también coincide con las proyecciones previas de la CCS, y consolida
al período 2006-2009 como el que exhibe el deterioro más pronunciado de la
productividad en las últimas 5 décadas, solo comparable al observado en la
crisis de 1982.
El paquete anunciado, además, contribuye de por
sí, en la eficiencia del gasto fiscal, puesto que el gobierno "gastará" en este
paquete de medidas aproximadamente un tercio de los mayores ingresos que le
reportará el aumento en el precio del cobre de largo plazo. De esta manera, se
acota el crecimiento del gasto fiscal típicamente más inflacionario a no más de
un 6,5% o 7% real para 2009, en lugar de un 12% que tendría lugar de no mediar
este programa, señaló la entidad.
En definitiva, a juicio de la CCS los anuncios
por un total de US$ 1.000 millones arrojan expectativas positivas, pero en
materia inflacionaria no alterará su trayectoria en forma importante, por lo que
se estima que el Banco Central de Chile continuará restringiendo su política
monetaria, llevando las tasas de referencia por sobre el 8% hacia fines de
año.