La utilización de la capacidad instalada en las
empresas del país alcanzó uno de sus máximos históricos, al llegar a un 92% en
septiembre de 2008, muy por encima del promedio de los últimos años, que es del
orden de 85%.
En pequeñas empresas, sin embargo, la utilización de capacidad
bajó hasta un 74%, indicó la encuesta trimestral a empresas
realizada en septiembre por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), que evalúa la percepción de negocios en
alrededor de 450 empresas a lo largo de todo el país respecto de la inversión
futura, empleo, y ventas, entre otros.
Este indicador evalúa la proporción de la capacidad
instalada de las empresas que está siendo utilizada en el proceso de producción.
Es en cierta medida un reflejo de la brecha gasto producto en la economía, que
en el caso de Chile ha tenido una sostenida ampliación en los últimos
trimestres. Los antecedentes indican que el gasto agregado se expandió en 9,6%
en el primer semestre del año, muy por sobre el 3,8% en que se expandió el
Producto.
Esta menor disponibilidad de holguras productivas que
presentan las empresas es consistente con la fuerza con la que comenzó a
expandirse la formación bruta de capital fijo en la economía chilena desde
mediados de 2007. Los antecedentes del segundo semestre de 2007 dan cuenta de un
alza de 12% y de 20% en el primero de 2008.
Algo similar se observó anteriormente, hacia fines de
2003, en que la capacidad utilizada mostró también una fuerte presión, al llegar
a 91%. En esa oportunidad la inversión acusó un importante rebote, al crecer a
tasas de 10% en 2004 y 24% en 2005.
En todo caso, a juzgar por la fuerte volatilidad e
incertidumbre que afecta a los mercados y la probable desaceleración de la
economía mundial, es difícil proyectar un escenario igualmente benigno para la
inversión en 2009 y 2010. Además, los cuellos de botella que declaran tener las
empresas en la actualidad se verán en alguna medida aliviados una vez que las
inversiones realizadas entren en operación.
Al analizar según tamaño de empresa, se aprecia que
la capacidad utilizada es especialmente elevada en las grandes compañías, en las
cuales promedia un 94% (92% en 2003), en tanto que en las medianas y pequeñas es
bastante inferior, de 82% y 74% respectivamente.
Esto podría ser un indicio de
que la desaceleración que comienza a gestarse en el gasto agregado está teniendo
sus primeros efectos en las empresas más pequeñas, lo que se traduce en una
mayor capacidad productiva ociosa.
No obstante lo anterior, las grandes empresas, cuyas
ventas representan más del 80% de las ventas totales agregadas de las empresas
en Chile, muestran por lo habitual tasas de utilización más altas que el resto
de las empresas, posiblemente por la mayor flexibilidad que representan las
escalas menores de operación. Es una realidad que también se replica en otras
economías. Un reciente informe para Uruguay indica que las pequeñas empresas
tuvieron un indicador de capacidad utilizada de 60% aproximadamente durante
2007, versus un 70% en las grandes compañías .
Entre los sectores que muestran una mayor intensidad
de uso en su capacidad instalada se encuentran los servicios y los recursos
naturales, estos últimos funcionando en algunos rubros, como la minería
metálica, a plena capacidad, debido a los altos precios
internacionales.
Leve mejoría en las expectativas
Luego de haber alcanzado su nivel más bajo en junio
último, el Índice de Expectativas Empresariales de la CCS (IEE) tuvo una
moderada recuperación en el mes de septiembre de 2008, al subir en 4 puntos,
hasta 59, de un máximo de 100.
Esta leve recuperación no representa necesariamente
una tendencia, sobre todo considerando que fue medida días antes de la
intensificación de la crisis financiera internacional. Tal evento marcará
algunos cambios futuros en el contexto mundial en términos de crecimiento e
inflación, que aún cuando sean de bajo impacto en la economía chilena, podrían
afectar el sentimiento de negocios en los próximos meses.
La mejoría detectada se produjo en empresas grandes,
medianas y pequeñas, así como en la generalidad de los sectores económicos, es
decir, en el comercio, los servicios, y la industria. Sólo transporte y recursos
naturales mostraron un retroceso de expectativas a lo largo del
trimestre.
El mayor optimismo se reflejó particularmente en
términos de intenciones de contratación de mano de obra. Efectivamente, el
empleo esperado subió de 2,0% en junio de 2008 a 4,1% en septiembre, y se
replicó en forma equivalente en empresas grandes, medianas y pequeñas. En las
primeras, por ejemplo, la intención de contratación subió aceleradamente de 1,8%
en junio, a 5,0% en septiembre.
Por sectores, el panorama es similar. El empleo
esperado subió en industria, recursos naturales y sobre todo, en servicios, en
el que se duplicó de 2,1% a 5,4%. Sólo comercio mostró un menor optimismo en
este ámbito, y su intención de empleo se moderó de 3,5% a 2,8%.
Pese a lo anterior, el porcentaje de empresas que
espera incrementar sus plazas de trabajo disminuyó en septiembre, lo que plantea
dudas respecto de la evolución esperada en el empleo.
En materia de expectativas de ventas e inversión, no
se aprecian variaciones significativas. Las ventas esperadas para los próximos
12 meses mantuvieron el mismo 10% de junio último, y la inversión esperada, el
5%. Sin perjuicio de ello, es destacable la mejoría en las ventas esperadas por
parte de la industria, lo cual es consistente con un mejor panorama en términos
de tipo de cambio, el que parece haber dejado sus bajísimos niveles de
principios de año.
En definitiva, el panorama de expectativas
empresariales no ha cambiado en forma importante, y el nivel de optimismo, si
bien muestra una leve recuperación, permanece aún lejos de los saludables
índices de 2005 y 2004. El escenario de alto gasto agregado en la economía,
combinado con cierta dosis de escasez de inversión en años previos, sobre todo
en el rubro energético, se manifiestan actualmente en algunos cuellos de botella
en capacidad instalada, que podrían verse aliviados por el reciente boom de
inversiones, principalmente en el parque de maquinarias y equipos.