La presidenta
de la República,
Michelle Bachelet, sostuvo una audiencia privada con el presidente de la Confederación Suiza,
Pascal Couchepin, luego de participar en la ceremonia de bienvenida realizada
en la Plaza de la Constitución.
Ambos mandatarios posteriormente participaron en la ceremonia
de firma de acuerdos y realizaron una declaración a la prensa.
En la oportunidad, la mandataria expresó su apoyo para que Suiza forme parte
de las reuniones para reformar el orden financiero internacional que
ha mantenido el G-20, el grupo de los principales países
industrializados y emergentes.
"Hay que avanzar hacia un proceso de reforma más inclusiva y
democrática, y en el caso de Suiza, Chile considera que resulta muy
paradójico que siendo uno de los principales centros financieros del
mundo no haya sido considerado en las reuniones del G-20, y creemos
que debiera ser considerada", afirmó.
Bachelet, quien asistirá a fines de enero al Foro Económico
Mundial en Davos (Suiza), explicó que ambos valoran los acuerdos
iniciales del G-20 y apuestan por ampliar el Foro de Estabilidad
Financiera a los países emergentes "para que las propuestas tengan
mayor representatividad".
Preguntado por el incremento del control sobre los capitales ante
la crisis, el presidente suizo aseguró que su país no es un paraíso
fiscal e indicó que la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) nunca ha calificado a Suiza como tal.
Couchepin argumentó que el sistema bancario de Suiza, como el de
Luxemburgo, Bélgica, Austria, Chile y otros países, protege la
esfera individual, algo que a su juicio es "bien diferente" a la
protección que otorga el paraíso fiscal.
Explicó que Suiza mantiene un acuerdo con la Unión Europea por el
cual puede elegir entre el intercambio de información o la retención
o deducción en origen, y ese país, como
Luxemburgo, aplica el segundo método, que a su juicio es "más
eficaz".
Según el presidente suizo, eso significa que todos los capitales
que están en ese país y que provienen de ciudadanos de la Unión
Europea son gravados a un porcentaje que ahora es del 25% y se prevé que alcance el 30%.
Couchepin se mostró "un poco sorprendido" por la actitud de
Alemania, que en su opinión "ataca" el sistema bancario suizo, y
aseguró que "Suiza es extremadamente seria en la persecución de
capitales de procedencia ilegal o escandalosa".
Agregó que "ha sido el único país hasta ahora que ha obligado a
los bancos a devolver a Nigeria el dinero que había sido robado por
el antiguo dictador mientras que otros países donde también había
capitales de esta procedencia nunca los han devuelto".
Suiza forma parte, junto a Islandia, Noruega y Liechtenstein, de
la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por su sigla en
inglés), con quien Chile mantiene un Tratado de Libre Comercio que
entró en vigencia el 1 de diciembre de 2004.
Durante 2007, el comercio con Suiza representó US$350 millones, el 0,3% del total de Chile con el mundo, mientras
que entre enero y septiembre de este año el intercambio alcanzó los
US$356,8 millones.
Las exportaciones chilenas al mercado suizo durante 2007 sumaron
US$180,4 millones, un 31% más que el año anterior,
en tanto que las importaciones desde el país europeo alcanzaron
US$169,8 millones, un 23,9% más que en 2006.
Por otro lado, ambos mandatarios firmaron dos acuerdos
bilaterales, uno para fomentar el intercambio de pasantes (becarios)
y otro para otorgar becas a alumnos chilenos para estudiar en Suiza,
que se suman al memorando de entendimiento firmado por ambos países
en junio de 2007.