Actualidad

Tomás Jordán : “Ocho mil encuentros sobre asuntos constitucionales es en sí mismo un gran proceso”

Tomás Jordán espera que se realicen 70 cabildos provinciales y que participen cerca de 500 personas.

Por: Fernando Duarte M. | Publicado: Lunes 4 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Patricio Zapata, Nicolás Eyzaguirre y Marcelo Díaz son los nombres que más se repiten a la hora de hablar del proceso constituyente.

Sin embargo, un actor clave ha sido el asesor en derecho constitucional de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Tomás Jordán.

Y es que desde marzo de 2014 el jurista fue mandatado por la presidenta Bachelet para encontrar una fórmula que permitiera tener una nueva Carta Fundamental.

Así comenzó un largo camino que incluyó reuniones, debates con el mundo académico y algunos viajes al extranjero para conocer otras experiencias. “La Presidenta quería sacar la discusión de las elites y llevarla a la gente”, recuerda Jordán a casi una semana de terminada la primera etapa del proceso que consistió en la realización de Encuentros Locales Autoconvocados (ELA).

- ¿Cuál es su balance?

- Muy positivo. Primero, por el nivel de participación en la parte más innovadora del proceso, porque los cabildos son modelos más tradicionales y los ELA eran algo inédito.

Dos, porque había una aprensión general sobre si se podría conversar de asuntos constitucionales y que hayan llegado más de ocho mil actas demuestra que sí. De hecho, creo que de las 345 comunas que hay en el país, menos de 10 no deben haber tenido un ELA y siento que vamos a terminar con que sólo en 5 o 6 no se hicieron.

Lo tercero, que para nosotros fue bien sorpresivo, es que gran parte de las personas que se organizaron no eran de partidos políticos, sino ciudadanos de a pie. Compañeros de trabajo, de universidad y amigos fueron protagonistas de los ELA, que calculábamos serían tres mil, que para nosotros ya era un récord.

- ¿Y no se habrán quedado cortos en la estimación inicial?

- Todo era bien incierto. Aquí no había línea de base porque no existía un proceso como este, nacional y bajo la fórmula de la autoconvocatoria. Pero vimos que todas las curvas iban subiendo y que se logró el peak el fin de semana anterior.

- ¿Hay algo que le haya llamado la atención del proceso?

- Dos cosas: las personas mayores de 45 o 50 años que en los años 80 participaron en discusiones políticas y que volvieron a conversar sobre el tema. Y los menores de 35 que se estaban encontrando con el mundo de la discusión pública y que para ellos era súper llamativo. Es más, hubo mucho ELA en colegios.

Entonces, se produjo un reencuentro con los temas públicos y un descubrimiento de los jóvenes con ellos.

- Ahora vienen los cabildos provinciales. ¿Cuál es el desafío?

- Esto es un continuo que tiene tres niveles de participación: el local, provincial y regional. Por lo tanto, el proceso en sí finaliza tras la etapa regional, cuando se configuren las bases ciudadanas de la nueva Constitución. Es decir, para nosotros los desafíos son que los cabildos provinciales sean lo más plurales posibles, que se continúe la conversación y que los resultados de la etapa local sean la agenda, porque el modelo está hecho para que los resultados se obtengan en orden priorizado. O sea, que las personas vuelvan a conversar sobre lo que ellos mismos fijaron como agenda.

- Patricio Zapata dijo que creía que se iban a hacer 100 cabildos provinciales ¿Cuál es su sensación?

- Tenemos estimado realizar como mínimo 70, porque hay un límite humano que tiene que ver con el número de facilitadores. Entonces, como hay 198 se necesitarán dos o tres por cabildo, instancias que se configurarán como un conjunto de mesas trabajando sobre la agenda que se definió en los ELA.

- ¿Qué pasa si la efervescencia ciudadana los sobrepasa?

- Esa es una conversación que habrá que tener. Nosotros estamos visualizando un escenario mínimo, pero si hay mucha más gente que se inscriba y quiere participar habrá que analizarlo. Como esto es inédito, tiene la particularidad de que hay que ir afinándolo a medida que se avanza y hay que ser flexible. Si hubiéramos sido rígidos con los plazos y no se hubiera dado un fin de semana más, también se hubiese producido un efecto de frustración. Pero el Consejo Ciudadano de Observadores (CCO) ha sido súper llano a las observaciones. Ahora, Zapata tiene razón al decir que habrá que evaluar el tema y nosotros queremos tener una fórmula que visualice como máximo 500 personas por cabildo, por eso es que la inscripción será importante para después saber qué hacer. Pero entre sábado y domingo se podría cubrir una demanda interesante de gente.

- Una de las partes ingratas del proceso fue el problema de la plataforma para recibir las actas ¿Eso está subsanado?

- Sí. Cuando me tocó ir al CCO hace tres lunes había 3.300 actas en el sistema, entonces les dije que la primera conclusión era que funcionaba, que servía para trabajar, pero que se tenía que adecuar a demandas porque hay brechas tecnológicas y la plataforma tal vez era muy rígida porque estaba enfocada en cuestiones de seguridad para que no fuera hackeada, por eso no era tan amable.

- También ha habido críticas de la oposición, el senador UDI Hernán Larraín dijo que este era un “procesito” ¿Qué le parece?

- Todos los comentarios son legítimos, pero hay que distinguir este proceso porque mucha gente lo compara con la participación electoral y son dos modelos totalmente diferentes. En uno las personas van a votar, elijen a sus representantes; y en el otro, se busca influir en las decisiones públicas. Y lo del procesito, bueno, tener ocho mil encuentros sobre asuntos constitucionales es en sí mismo un gran proceso.

- No sólo desde la oposición ha habido cuestionamientos, el ex subsecretario Jorge Correa Sutil también se ha referido a la representatividad…

 

 

- Como dije, nosotros distinguimos dos tipos de participación. Pero hay una tendencia a compararla con una participación electoral y esto tiene que ver con ciudadanizar una conversación pública relevante.

 

Interés de inmigrantes y reos sorprendió al abogado

- ¿Lo sorprendió que se realizaran encuentros locales en las cárceles?


- Yo no lo veía posible, en realidad no lo teníamos contemplado. Pero me llamaron para preguntarme 'Tomás, se pueden hacer encuentros en las cárceles' y dije ¿Por qué me preguntas eso? Por los derechos de las personas privadas de libertad, me respondieron. Dije que no había problema porque esto es distinto a cuando los internos tienen suspendido el derecho a sufragio por una condena. Acá todos participan como una ciudadanía ampliada, por lo tanto se podía hacer sin ningún problema. Pero la duda era cuáles eran los temas de ellos y fue súper emocionante verlos interactuar y debatir distintos temas.


- ¿Hubo algún otro hecho que le llamara la atención?


- Sí, lo otro muy interesante fue haber visto a inmigrantes un día sábado en las cercanías de la Plaza de Armas para juntarse y ver cómo debatían sobre su integración en la sociedad chilena. Ahí se produjo algo súper potente porque ellos discutían y decían "seamos parte de este país".


También me llamó la atención lo que hizo el Techo, que organizó varios encuentros locales en algunos campamentos y recuerdo que el primer o segundo fin de semana se celebró uno en Valparaíso en uno de los campamentos más grandes de Chile y ahí uno dice "chuta, esto no es menor", porque te encuentras con pluralidad y resultados.


Pero todo ha sido puro mérito de las personas porque nosotros definimos reglas básicas del juego y ellas engancharon, se organizaron y tienen sus temas. Las mujeres, por ejemplo, tienen sus temas, su propia agenda y se dio así.


Si nos hubieran preguntado cuál era el modelo ideal para esto, es más o menos lo que resultó.


- ¿Qué rol le asigna a los facilitadores?


- A la Segpres, en particular, le tocó el diseño de todo esto y tenemos una relación con los facilitadores que han sido clave. Son 200 personas distribuidas en todo Chile que tenían que asistir y asesorar a los organizadores de los ELA. Y eso funcionó bien, porque hubo una capacitación intensa para explicarles el modelo, que no es muy sofisticado, pero que requiere estar enfocado.

Lo más leído