Fontaine cuestiona propuestas que apuntan a establecer límites a reinversión de utilidades
Economista dice que no ayuda a restituir la confianza el debate que surgió en torno a incluir nuevos elementos en la reforma.
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No cayó bien en el ex ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, la idea que circula en los pasillos del Ministerio de Hacienda y en la mente de algunos senadores de la Nueva Mayoría de introducir restricciones a la reinversión de utilidades retenidas para evitar la elusión tributaria.
“Me parece que ese tema no contribuye mucho a reconstruir la confianza, porque eso ya se discutió previamente en la comisión de Hacienda y se llegó a un protocolo que fija un esquema de tratamiento de las utilidades retenidas, que es enteramente semejante al que se usa en el grueso de países de la OCDE”, dijo Fontaine ayer en un encuentro organizado por la Asociación Chilena de Factoring (Achef).
Explicó que en dicha zona el esquema apunta a que las utilidades retenidas son de libre utilización y mientras están retenidas en la empresa, tienen un impuesto menor que el que termina pagando el socio cuando hace retiros. “Esa es la fórmula estándar de los países desarrollados para fomentar el ahorro empresarial y la inversión”, destacó.
El consejero de Libertad y Desarrollo, que participó en representación de RN en la negociación técnica con el Ejecutivo para destrabar el debate del proyecto impositivo, fue más allá y apuntó: “Respeto que haya opiniones discrepantes, pero cuando esas vienen de quienes participaron en el debate y en la firma del acuerdo me preocupa. Me inquietan opiniones que plantean fórmulas para el tratamiento de los ahorros de las empresas que no fueron parte del contenido del acuerdo y que, al revés, esas fórmulas fueron excluidas del acuerdo porque no son la manera estándar como en los países de la OCDE se trata el tema de los ahorros de las empresas”.
El senador de la comisión de Hacienda que también firmó el protocolo, Carlos Montes (PS), ha planteado que la reinversión de utilidades retenidas se limite a empresas productivas y no sociedades de inversión.
Fontaine, de todos modos, afirmó que “me asiste el convencimiento de que el gobierno va a plasmar en las indicaciones correspondientes el contenido de ese protocolo”. Añadió que “la enseñanza que deja el debate tributario es inequívoco. Es que Chile no quiere aventuras, Chile quiere acuerdos”.
Mejorar expectativas
Según el economista, el protocolo de acuerdo que firmó el gobierno y la oposición obedece a una “necesidad” de las autoridades de mejorar las expectativas. “Lo que gatilló de alguna manera la necesidad de encontrar una fórmula distinta a la que había propuesto originalmente el gobierno es la percepción por parte de la autoridad económica de que había que comenzar a dar señales que levantaran las expectativas”, dijo.
“En una economía mundial que se está recuperando, aún con riesgos de debilitamiento del cobre y alza de tasas en EEUU, creo que por la vía de los acuerdos recreamos el clima constructivo para volver a crecer”, agregó.
Economista precisa detalles de gestación del acuerdo
Juan Andrés Fontaine, en su rol de asesor de RN en la discusión tributaria, jugó un papel clave en acercar posiciones con Hacienda, y en la definición de la fórmula que se acordó finalmente para ajustar el proyecto del gobierno.
"De la comisión de Hacienda surgió la negociación política para un acuerdo, pero naturalmente un acuerdo tributario requiere una base técnica y la negociación técnica para el acuerdo se hizo en parte a partir de la decisión de los senadores de RN que visitaron al ministro de Hacienda el 8 de junio y ahí se diseñó que hubiera un canal técnico de negociación - en paralelo al canal político- que me tocó presidir a mí", dice el ex ministro.
Contó que "tuvimos un conjunto de ocho reuniones con el equipo del subsecretario Micco, donde fuimos tratando de acercar posiciones, con unas reuniones finales que han sido las más cuestionadas, con 'galletitas' incluidas, en las cuales cerramos el acuerdo técnico, que consistió en cómo se podía mover la renta atribuida a algo diferente que lograra incentivar el ahorro y la inversión y que lograra el objetivo de la recaudación".
Precisó que el acuerdo surgió "en parte importante cuando yo fui al Senado, allí planteé una fórmula y al ministro de Hacienda le interesó y le pareció adecuada, propuesta que era sin FUT y sin renta atribuida. Pero en esa presentación se recaudaba 2,5% del PIB y no el 3% del gobierno. Me dijeron si estaría dispuesto a que nos reuniéramos a discutir a partir de la fórmula que propuse, pero haciéndole algunos cambios para llegar al 3% del PIB (de recaudación)".