A días de las elecciones del próximo 19 de noviembre, el ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), Gabriel de la Fuente, no solo cuestiona los últimos anuncios formulados por el candidato de Chile Vamos, el expresidente Sebastián Piñera, respecto de cómo financiará parte de su plan de acción de convertirse en el próximo mandatario, si no que confirma la “profusa, intensa y estratégica” agenda legislativa que impulsará el gobierno en lo que resta de su período. De paso, descarta que tras el paquete de proyectos que tramitarán entre la primera y (eventual) segunda vuelta presidencial exista “un propósito premeditado”.
Sin embargo, De la Fuente admite que se trata de iniciativas (ver recuadro) que “generan un parteagua y es bueno que lo generen. Una de las cosas que aspiramos es que la ciudadanía vea cómo sus parlamentarios votan. Todas las leyes de probidad, transparencia, apuntan no solo a conocer el patrimonio de los parlamentarios y sus intereses, si no que también a saber cómo ellos votan aquellos proyectos que son capitales significativos para el destino del país. Así que bienvenidos los proyectos que puedan establecer nítidamente cuál es la diferencia entre un gobierno progresista de centro izquierda versus otros gobiernos, y particularmente, aquellos que quieren retrotraer mucha de nuestras reformas”.
De ahí que aun cuando el ministro trata de evitar “la frase manía de que nos importa quien gobierne”, insiste en que al gobierno le “interesa que la ciudadanía conozca nuestros proyectos. Evidentemente, que aspiramos que aquellos que representan nuestros valores e intereses tengan una altísima votación el próximo 19 de noviembre, no solamente los candidatos que representan a la NM que son la senadora Goic y el senador Guillier, sino que también nuestros parlamentarios, porque a través de ellos logramos que estos proyectos puedan ser aprobados en el Congreso”.
- ¿Y cómo se hace para no calificar esta acción de intervencionismo electoral?
- No ha habido intervencionismo electoral, lo descarto tajantemente. Este es un gobierno conformado por partidos políticos que concursamos regularmente ante la ciudadanía, que eligió a la presidente Bachelet, con una amplísima mayoría, para que llevara adelante un proyecto. Eso se llama política y todos tenemos el derecho a hacer política. Por lo tanto, no se puede acusar de intervencionismo que uno promueva los contenidos de los proyectos que uno está desarrollando, o que un ministro salga a defender las inversiones del gobierno y su trabajo, que son además las tareas que ha encomendado la Presidenta.
Por último, todos los funcionarios públicos, nosotros que tenemos cargos de confianza, somos ciudadanos y, al término del día, tenemos derecho a expresar nuestra opinión y preferencias, con una salvedad, respetando la normativa legal vigente, las reglas establecidas por a Contraloría y el instructivo de Interior en materia de probidad.
- El gobierno quiere dar continuidad a su proyecto, pero las encuestas sugieren que la Presidenta le pasará la banda a Piñera, ¿Qué significa: el triunfo de la derecha o la derrota de esta coalición?
- Primero, no me pongo en la hipótesis de que la centroizquierda, va a perder las elecciones. Tenemos dos candidatos en la Nueva Mayoría que son competitivos, uno de ellos va a pasar a la segunda vuelta, todas las encuestas así lo dicen, y si uno mira el panorama completo de la centroizquierda, y ocupando las palabras de la Presidenta, de los demócratas progresistas, tengo la certeza de que son mayoría.
Aspiro a que esa mayoría se exprese en las urnas en la segunda vuelta y que podamos darle continuidad y cambio al programa de la Presidenta de la República y a aquellas cuestiones centrales que está dejando instalada la mandataria en materias de derechos sociales, fundamentalmente, para que se tome la posta, se haga una upgrade y se profundice. Derechamente, no me pongo en la hipótesis de la pérdida, porque tengo la convicción de que la centroizquierda puede ganar.
- Para ello se requiere unidad, pero ¿cómo se logra cuando se ha visto “más fuego amigo” y una constante crítica entre los candidatos del mismo sector?
- Luego del 19 de noviembre habrá que hacer la tarea de juntarse, conversar y ponernos de acuerdo para enfrentar esa segunda etapa. Los anuncios de la candidatura de derecha, de retrotraer nuestras reformas, de hacer –se ha dicho- una suerte de restauración conservadora son un aliciente para la unidad, porque más allá de las diferencias que pueda existir y una suerte de fragmentación de la centroizquierda o de los demócratas progresistas, hay ciertos lugares o denominaciones comunes que tienen que ver con la lucha contra la desigualdad, por un Estado más protector que le asegure derechos a las personas; con un crecimiento que se fije en las personas y en el destino de las mismas.
Entonces, hay espacio en la centroizquierda para lograr acuerdos que nos permitan enfrentar adecuadamente la segunda vuelta. Y es un deber buscar los acuerdos que sean necesarios para poder enfrentar la posibilidad, y muy competitiva, que tiene la centroderecha.
- Además de reformar las reformas, el expresidente dijo que financiará parte de su programa reasignando recursos de programas públicos mal evaluados...
- Lamentamos las opiniones del expresidente Piñera. Los funcionarios públicos son por sobre todo servidores públicos, merecen el mejor trato y el más amplio respeto de todos. Decir que los funcionarios públicos son operadores políticos, como una suerte de estigma, nos parece un abuso impropio.
Segundo, llama la atención que anuncie despidos masivos en la administración pública, a propósito de cuestiones de orden político, lo cual genera evidentemente desazón e intranquilidad en muchos funcionarios que hacen su trabajo a diario. El expresidente Piñera ha pecado de exceso. Pero, además, ¿pretende el expresidente con esos despidos financiar su programa de gobierno o dejando de cumplir con programas hoy existentes va a lograr el financiamiento para su programa? Es totalmente inconsistente, porque si uno mira esos programas, el costo que tienen no alcanza ni siquiera a la mitad de lo que necesita de US$7.000 millones.
Llama la atención que un expresidente haga una propuesta de esa naturaleza (...) Ahora, no nos olvidemos que despidió del orden de 11 mil personas de la administración pública en su anterior mandato.
"Si los ritmos funcionan podríamos cumplir la promesa de mejorar las pensiones"
"Ocuparemos todas las herramientas que nos entrega el ordenamiento jurídico, constitucional y reglamentario" para dar cumplir con la agenda legislativa, que a la fecha, destaca De la Fuente, es de una eficacia "muy alta, del orden del 59% versus el gobierno anterior, que es de 10 puntos menos". Pero en qué consiste esta agenda que además califica de estratégica.
-Los dos proyectos de educación significativos que nos quedan es el de educación superior-gratuidad y universidades estatales. El de educación estatal debiera votarse a vuelta de la primera vuelta presidencial y pasar al Senado. Aspiramos a que ese proyecto en enero lo tengamos totalmente despachado. Educación superior y gratuidad está en el Senado, esperamos en diciembre poder tener la votación en general y que la primera semana de enero se vaya a la Cámara, es decir a fines de enero haberlo despachado.
Segundo, la descentralización y sus dos proyectos: la elección de gobernadores regionales está en condiciones que se vaya a Sala después de la primera vuelta. Y el que tiene ver con el traspaso de competencia, tiene que darse cuenta en ambas Salas para que después de la segunda vuelta podamos despacharlo.
Tercero la agenda de pensiones, está lista la reforma que crea el Consejo de Ahorro Colectivo y el que establece la cotización adicional del 5%. Esperamos ponerlos en tabla tras la vuelta del 19. Si eso ocurre vamos a tener diciembre y enero la posibilidad de despacharlo del Senado y si los ritmos funcionan podríamos cumplir la promesa de mejorar en un 20% las pensiones de las personas.
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