En Buenos Aires, se concretó el pasado viernes lo que a juicio del canciller chileno, Heraldo Múñoz, y su par argentino, Héctor Timerman, fue la “mayor y más importante reunión binacional que hayan tenido Chile y Argentina en el último tiempo”.
Pero en las palabras de Muñoz, había algo más: la intención de estrechar lazos y generar confianzas con el país vecino, en medio de las delicadas relaciones que existen con los otros dos países limítrofes.
En ese contexto, explicó lo que ya ha sido una tónica del actual gobierno, en orden a buscar un mayor acercamiento con el vecindario: “hay instancias que apuntan a darle más densidad a la relación con América Latina y particularmente con el entorno sudamericano. Argentina es un país fundamental. Eso no significa que no tengamos diálogos de interés común con otros vecinos”, expresó, agregando a continuación que con Perú y Bolivia, las cosas se han complicado por las demandas en La Haya.
Pese a mantener relaciones estables con Argentina, en los últimos períodos también hubo varios hechos que las congelaron, como el conflicto por el gas y el escaso acercamiento que tuvo la administración de Sebastián Piñera con la presidenta Cristina Fernández.
El senador, y presidente de la Comisión de RR.EE, Juan Pablo Letelier, no duda en reconocer las complicaciones que existieron con el país trasandino en los últimos años.
“Es necesaria una nueva relación por los intereses estratégicos de ambos países. Tuvimos una situación donde Chile tuvo expectativas de suministro de gas y donde se generó un problema, que desembocó en un cuadro de desconfianza, absurdo de negar. Pero, hoy está cambiando el clima”, recalcó.
En esa línea, el embajador de la causa de las Malvinas argentinas y dirigente emblemático del kirchnerismo, Daniel Filmus, destacó la relevancia de mantener en buen pie las relaciones, pese a las diferencias que pudiesen existir: “es un proceso que va más allá de los partidos políticos, son decisiones de Estado. Ambos países comparten la segunda frontera más larga del mundo y nos genera una potencialidad de trabajo y también momentos de tensión”.
Así, el canciller Muñoz y gran parte de la comitiva de 11 ministros y 8 intendentes que lo acompañó el viernes en Buenos Aires, tenían una sola consigna: demostrar que con Argentina sí se puede avanzar en una relación de futuro e integración, generando un aliado, en un vecindario no muy amistoso.