En medio de la arremetida por la situación que afecta a otro de sus senadores, Jaime Orpis, la bancada de diputados de la UDI pretende llevar adelante una apretada agenda fiscalizadora cuyo elemento central lo constituye una querella que se evalúa en contra del recaudador de la Nueva Mayoría, Giorgio Martelli, quien ya declaró la semana pasada ante el Ministerio Público.
La idea de evaluar la presentación de una querella surgió a partir de que los diputados de la UDI nunca estuvieron conformes con la presentación de una querella por delitos tributarios en contra del recaudador como persona natural y no jurídica, como lo hizo el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Sin embargo y aun cuando en la bancada aseguran que han revisado el tema con abogados, esta postura contradice lo expuesto el lunes por el propio timonel de la colectividad, senador Hernán Larraín, quien a raíz de la situación que afecta a Jaime Orpis -quien ayer rompió su silencio y habló en el Congreso sin aceptar preguntas- fue enfático en que no le parecía una buena medida judicializar este tipo de casos.
En el partido admiten que Larraín no está por ir a la justicia con situaciones que, a su juicio, constituyen más bien irregularidades administrativas (tributarias), pero no actos que requieran sanciones penales, como lo ha dicho en relación a los casos de varios de los parlamentarios gremialistas.
De hecho, en el entorno del timonel creen que finalmente la bancada no presentará la acción penal, porque Larraín habría planteado que "no es momento para pensar en querellas.