La presidenta Michelle Bachelet intentó poner paños fríos a la discusión y críticas al gobierno que generó el artículo del Financial Times respecto a que el desempeño de la economía local encarna mejor la "nueva mediocridad" actual.
En su primera intervención sobre esta controversia, la mandataria explicó que el artículo estaba basado en las consideraciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el pobre desempeño de la economía global, hecho que parece reflejar una nueva normalidad ("nueva mediocridad") en materia de crecimiento.
No obstante ello, la presidenta fue enfática en señalar que no estaba interesada en contestar al medio británico y se apresuró en explicar de que el proceso que atraviesa la economía chilena es el de una ralentización y no una recesión.
"A mí no me interesa contestar ese artículo, a nosotros nos interesa decir que Chile efectivamente ha tenido una economía que está en proceso de desaceleración, no está en recesión, seguimos creciendo, lento y más lento de lo que quisiéramos, pero no está en recesión", aclaró.
En esa línea, la mandataria reiteró que el gobierno había previsto un enfriamiento de la actividad y que, precisamente por eso, decidieron "tomar el toro por las astas", hacer las agendas de energías y productividad y tomar el camino correcto para recuperar el crecimiento potencial de Chile en torno al 5%".
"A eso estamos dedicados y no a contestar un artículo, a trabajar con fuerza, con mucha inversión pública y destrabando proyectos para que economía retome su ritmo", dijo la presidenta.
Caso Penta
La presidenta también se refirió al escándalo del caso Penta que ha sacudido al mundo político en las últimas semanas debido al eventual financiamiento irregular de las campañas.
En ese contexto, aseguró que en su campaña presidencial no hubo ningún aporte ilegal.
"Todos los aportes que recibió mi campaña fueron por un lado aprobados por el Servel y transparentemente fueron entregados (...) todo lo que hicimos durante la campaña fue legal", dijo.
La presidenta aprovechó también de salir al paso de las especulaciones en relación a que La Moneda estaría interviniendo en el tema que ha dejado especialmente expuesta a la UDI.
"El gobierno no tiene ninguna intervención en esta situación. No hay de ninguna manera, ni de esta presidenta ni de los ministros; ninguna intervención buscando objetivo político o de otro tipo", dijo Bachelet.
La presidenta insistió en que hay que dejar que las instituciones funcionen ya que tienen la autonomía suficiente para tomar las decisiones que les corresponden.
"No es el gobierno quién define cómo actúan porque respetamos su autonomía", dijo la mandataria.