Los "Pandora Papers" de la madera detallan cómo empresa japonesa compraba madera robada en Chile
El ICIJ publicó la segunda parte del capítulo chileno de su investigación al sistema de certificación forestal, el cual señala que la nipona Volterra -que cuenta con certificaciones de producción sostenible aprobadas por la francesa Bureau Veritas- exportaba madera robada.
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Este miércoles, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) publicó la segunda y última parte del capítulo del caso chileno de la serie de reportajes Deforestation Inc., en el que participa el medio chileno LaBot, que busca exponer las falencias del sistema de certificación forestal.
La segunda sección de este capítulo aborda en detalle cómo fue el actuar de la empresa de capitales japoneses Forestal Volterra, la destinataria final de tres cadenas de compra-venta de madera chilena de origen adulterado -que ya fueron abordadas en la primera parte del capítulo-, que posteriormente exportaba.
La investigación señala que Volterra contaba con certificaciones de cadena de custodia -verifica que los materiales de origen forestal producidos se utilizan de forma fiable a lo largo del recorrido del producto desde el bosque hasta convertirse en productos acabados- y manejo forestal -que garantiza que los bosques se gestionan de acuerdo con exigentes requisitos ambientales, sociales y económicos- de las ONG Consejo de Administración Forestal (FSC, por su sigla en inglés) y el Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal (PEFC), las que habían sido gestionadas por la compañía francesa Bureau Veritas.
Sin embargo, pese a que la japonesa estuvo vinculada en una serie de polémicas e irregularidades desde su llegada al país en 1998, incluyendo conflictos con comunidades mapuches, compra de madera robada y con información adulterada sobre los predios donde había sido obtenida, Bureau Veritas señaló que toda la documentación de Volterra estaba correcta, y que lo que ocurriera más atrás en la cadena productiva, "no era su responsabilidad".
Los estándares de certificación de manejo forestal no consideran sólo la sustentabilidad ambiental entre sus principios, sino también el respeto de los derechos de las comunidades indígenas, entre otros aspectos, prácticas que Volterra no había respetado. Sin embargo, en este conflicto en específico, Bureau Veritas consideraba que estos conflictos eran ajenos a la empresa, y que eran un tema de Gobierno.
El reportaje completo está disponible en este link.