SWS Chile piloteará “el primer camión desalador del mundo” en comuna de la región de Arica y Parinacota
La empresa cerró una alianza con la municipalidad de General Lagos en el norte de Chile para operar un camión equipado con tecnología que permite desalar o descontaminar 3 mil litros de agua con energía solar y hacerla potable.
- T+
- T-
La compañía Swiss Water Systems (SWS) debutará con el primer camión desalador del mundo, -afirma la empresa- en la comuna de General Lagos, en la región de Arica y Parinacota. El vehículo permitirá llegar a cualquier lugar de la geografía local para que las comunidades afectadas por la sequía o que no tienen acceso a agua potable, puedan tenerlo.
Álvaro Moreno, managing partner de SWS Chile, comenta que concretaron una alianza con la municipalidad de General Lagos para operar la tecnología. Explica que optaron por partir en esta zona, "porque es un lugar muy aislado, ubicado en pleno altiplano a más de 4 mil metros de altitud y con mucha agua contaminada con arsénico, por temas relacionados a la minería. Al estar tan al norte del país, también han tenido problemas de sequía, entonces la idea era ser capaces de proveer el agua potable que necesitan".
Este piloto se iniciará en abril, y Moreno adelanta que sellaron una alianza con un municipio en la región de Los Lagos -nombre que por ahora prefiere mantener e reserva- donde operará un segundo camión desalador.
Peter Wochele, cofundador Swiss Water Services (SWS)-compañía suiza- y quien desarrolló la desaladora portátil, cuenta que la idea nació hace unos 10 años, "no fue fácil dar en el clavo con la forma de implementarlo". La tecnología propiamente tal ya existía, pero montarla en un vehículo fue lo nuevo y complejo, entonces la tecnología es suiza, pero desarrollada en Chile", dice.
La tecnología
Wochele explica que el vehículo, que es híbrido y cuenta con la capacidad de tratar cerca de 3 mil litros de agua, tiene una planta de osmosis inversa en su interior, que permite tratar agua de mar, agua salobre y agua contaminada con componentes como arsénico y manganeso, con energía solar a través de un sistema de paneles fotovoltaicos montados en el mismo camión.
"Para iniciar el proceso de tratamiento, el camión primero succiona el agua con una tubería de 30 metros de largo. Cuando el agua se vuelve potable, esta se almacena en un tanque, y en caso de emergencia, tenemos un grifo en la parte lateral para dar acceso rápidamente", cuenta Wochele.
Moreno detalla que para tratar los contaminantes al separarlos del agua, el camión cuenta con una serie de filtros que permiten desintegrarlos y que no sean desechados al ambiente, y en el caso del agua de mar, "sí produce una pequeña cantidad de agua de rechazo obtenida luego del proceso final, pero que está sin químicos ni nada, y se devuelve a la fuente con nada que no le hayamos sacado antes".