DF Lab Opinión/ Reportes de sostenibilidad ¿Genuina transparencia?
"El ejercicio de reportar nuestra sostenibilidad corporativa no se trata de probar que nuestra organización es la que recicla más latas".
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En una actualidad de extrema exposición en las redes sociales y en la cual la genuina transparencia no abunda, escuchar historias como la de Helena Estrada son una bocanada de aire fresco. En junio del año pasado, esta conferencista y consultora argentina, publicó en sus redes sociales una fotografía relatando que a uno de los eventos de firma de libros que habían organizado no había llegado ninguna persona. Este pequeño acto de rebeldía que buscaba naturalizar los inevitables tropiezos ocasionales que todos tenemos tuvo un impacto inesperado y, podemos asumir con tranquilidad, mucho mayor al que podría haber tenido el evento originalmente planeado: traspasando fronteras y llegando a sobrepasar el millón de impresiones en LinkedIn. En la inmensidad del internet esta historia podría no pasar más allá de lo anecdótico, sin embargo, pone de manifiesto algo simple, pero de vital importancia para la sostenibilidad corporativa; para que la reportabilidad cumpla su propósito y podamos capturar sus beneficios, se tiene que hacer con convicción y con genuina trasparencia.
La realización de un correcto ejercicio de reportabilidad de la gestión de los impactos ambientales, sociales y de gobernanza de las organizaciones, es una relevante fuente de valor tanto para los stakeholders como para las organizaciones mismas. Para lograrlo se requiere, además de la convicción por una comunicación balanceada que reconozca nuestros avances y dificultades, dos cosas. Por un lado, datos periódicos, de buena calidad y que reflejen nuestros temas materiales, y por otro, una plataforma que permita la gestión continua de la información, evitando que el ejercicio de reportar se transforme en una búsqueda frenética de fin de año de estadísticas, iniciativas e imágenes de lo que ha pasado en los últimos 12 meses. De esta forma podemos beneficiarnos de una reportabilidad transparente y de la responsabilidad que conlleva, nutriendo la relación de confianza con nuestros stakeholders, fomentando la diferenciación y visibilidad ante potenciales nuevos clientes, e impulsando el cambio y la mejora de resultados dentro de las organizaciones.
Es importante recordar que el ejercicio de reportar nuestra sostenibilidad corporativa no se trata de probar que nuestra organización es la que recicla más latas, la que tiene más capacitaciones de ética o la que hace más voluntariado, se trata de ser honesto, abierto y brindar a nuestros stakeholders la capacidad de tomar sus propias decisiones con respecto a los productos y servicios que consideran utilizar. Se trata de luchar contra la tentación y apostar por una genuina transparencia, para que tal como el posteo de Helena, también los reportes de sostenibilidad sean una bocanada de aire fresco.