¿Puede la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos lograr un "aterrizaje suave" de la economía? ¿Qué tan efectivo será el paquete de estímulos de China? ¿Cumplirán las empresas con las altas expectativas de crecimiento en sus ganancias? ¿La IA impulsará la productividad significativamente?
Hasta ahora, el sólido desempeño del mercado de acciones y el mayor estrechamiento de los spreads observados en 2024 sugieren que los inversionistas apuestan por un escenario donde la mayoría de estas preguntas se respondan de manera afirmativa.
“Los mercados parecen haber ya descontado un escenario macroeconómico relativamente optimista”, señaló Invesco.
“El resultado de este optimismo es que algunos de los retornos que, inicialmente se esperaban para 2025, podrían ya haberse materializado. En este contexto, y con una economía global que probablemente no generará un crecimiento mucho mayor del Producto Interno Bruto (PIB), es posible que se avecine un período de retornos más bajos”, comentó a sus clientes el chief market strategist de Barclays, Julien Lafargue.
"El principal llamado a la acción para los inversionistas es asegurarse de que los portafolios se reequilibren después de unos años muy anormales". advirtió JP Morgan.
"Es difícil entusiasmarse demasiado con las perspectivas de la zona euro. Sin embargo, todo tiene un precio". indicó Barclays.
"Es difícil ver que el capital se desplace al resto del mundo, y esta mezcla debería fortalecer al dólar". agregó Goldman Sachs.
Sin embargo, en los bancos de inversión hay consenso en que los inversionistas deben adaptarse a un escenario desafiante, precedido por años marcados por la pandemia y la inflación.
“El principal llamado a la acción para los inversionistas es asegurarse de que los portafolios se reequilibren después de unos años muy anormales”, señaló JPMorgan.
“La incertidumbre rara vez ha sido tan alta y abarcadora. Lamentablemente, no hay más opción que afrontarla. (...) Tanto economistas como inversionistas deberían mantener una mente abierta ante la amplia gama de posibles resultados económicos”, indicó Lafargue de Barclays.
EEUU sobre Europa
Hoy, EEUU parece una de las geografías más atractivas para la inversión bursátil, impulsada por una economía que supera a otros mercados desarrollados y que se ve favorecida por un dinámico sector tecnológico y los recortes de tasas.
Mientras el mercado proyecta un crecimiento económico en Estados Unidos superior a 2 %, en Europa el PIB no alcanzaría el 0,8 %.
Cabe mencionar que la debilidad de la zona euro oculta grandes divergencias entre los países del bloque. Mientras Alemania, Francia e Italia enfrentan un crecimiento más moderado, en España, el Reino Unido y Suiza se proyecta un crecimiento superior a 1%.
Distintos bancos de inversión advirtieron que el verdadero riesgo para la zona euro es político. A esto se suma el factor Donald Trump y los conflictos entre Ucrania-Rusia y Medio Oriente.
“Es difícil entusiasmarse demasiado con las perspectivas de la zona euro. Sin embargo, todo tiene un precio. Además, bajo la superficie, el bloque sigue siendo un terreno atractivo para gestores activos”, indicó Barclays.
¿Y Asia?
En China, las perspectivas para 2025 no son alentadoras. En medio de su desaceleración, se espera un crecimiento del PIB de solo 4%.
El factor clave del problema es el consumidor, que ha visto sus ahorros reducirse drásticamente desde el estallido de una burbuja inmobiliaria en 2022, lo que ha afectado la confianza y la propensión a gastar.
“Se espera que experimente un crecimiento más lento, con un estímulo fiscal poco probable de compensar el impacto de los aranceles y los desafíos estructurales”, comentó UBS.
Goldman Sachs tiene otra visión respecto a los aranceles y aseguró que serán manejables para el país asiático.
“China podría no verse tan afectada por los aranceles debido a que las exportaciones de EEUU hacia China son menores que en 2016. En última instancia, los desafíos y las perspectivas para el panorama de activos de China siguen siendo principalmente domésticos”, indicó Goldman Sachs.
S&P 500, ¿algo más?
Actualmente, se espera que el crecimiento de ganancias del S&P 500 se acelere a 15% en 2025 y un 13% en 2026.
Según las estimaciones de Barclays, las acciones globales podrían generar un rendimiento anualizado de 6,4% durante la próxima década (incluyendo dividendos), con contribuciones significativas de los mercados fuera de EEUU.
Si bien esto está por debajo del rendimiento anualizado de 9% de la última década, sigue siendo más atractivo que el rendimiento de 4,3% actualmente ofrecido por los bonos del Tesoro a 10 años.
“Se prevé un mayor potencial alcista en los mercados de acciones. Se favorecen las acciones de EEUU, pero una exposición diversificada a Asia (excluyendo Japón) también ofrecen un potencial. Las pequeñas y medianas empresas de la zona euro y las acciones de alta calidad con dividendos de Suiza también son atractivas”, señaló UBS.
“Favorecemos los valores cíclicos y las acciones de pequeña capitalización, dadas sus valoraciones más bajas y su mayor sensibilidad al ciclo económico. También, preferimos acciones de mercados desarrollados fuera de EEUU, especialmente empresas del Reino Unido y Japón orientadas al mercado interno, así como acciones de mercados emergentes”, recomendó Invesco.
“Seguimos sobreponderados en tecnología, pero continuamos diversificándonos hacia servicios de comunicación, financieros, industriales, salud y servicios públicos”, especificó HSBC.
Mientras que BofA ve mayores oportunidades en acciones individuales que en índices. “En particular, nos gustan las empresas con buenas perspectivas de retorno de efectivo y una fuerte conexión con la economía de EEUU. Estamos sobreponderados en los sectores de finanzas, consumo discrecional, materiales, bienes raíces y servicios públicos”, apuntó.
Renta fija: la nueva “normalidad”
En cuanto a la renta fija, JPMorgan detalló que al invertir en bonos, un enfoque activo de inversión será clave para encontrar oportunidades de valor relativo que sean atractivas, mientras se equilibran los riesgos con tasas más altas.
“El panorama actual sugiere que el entorno de tasas de interés del nuevo normal se parece mucho al 'antiguo' normal antes de 2008: rendimientos atractivos, spreads ajustados, curvas de rendimiento positivamente inclinadas y mayor ingreso”, explicó.
“Para aquellos que saben dónde buscar, los mercados de renta fija aún pueden ofrecer oportunidades atractivas en 2025. El enfoque de inversión debería centrarse menos en perseguir ganancias y más en minimizar pérdidas, evitando una exposición excesiva a ciertos segmentos del mercado de bonos”, indicó Barclays.
“Mantenemos una postura neutral en casi todos los segmentos de bonos, excepto en los gubernamentales japoneses, donde conservamos una posición de infraponderación. Sin embargo, seguimos considerando que el crédito corporativo es una buena manera de diversificar las carteras multiactivos y generar ingresos al aprovechar los altos rendimientos actuales”, señaló HSBC.
El rey dólar
La principal visión de los bancos de inversión respecto de las monedas para 2025 es que se reforzará el dominio del dólar.
“Aunque se espera que las tasas globales de política monetaria sigan bajando, el dólar estadounidense seguirá siendo una de las monedas con mayor rendimiento, lo que lo hace atractivo. El mejor desempeño de la economía estadounidense podría ser otra fuente de apoyo. Y dado que las tarifas añaden incertidumbre en nuestro mundo multipolar, el dólar estadounidense podría seguir beneficiándose de su estatus como refugio seguro”, apuntó HSBC.
“Es difícil ver que el capital se desplace al resto del mundo, y esta mezcla debería fortalecer al dólar. Pero hay que estar atentos a las respuestas fiscales y a los 'acuerdos'; la agenda de aranceles más amplia es donde realmente permanece el potencial alcista para el dólar”, agregó Goldman Sachs.