El petróleo vive días de incertidumbre de cara a las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia, las cuales se encaminarían a un escenario de levantamiento de las sanciones económicas impuestas a Moscú, sumándose a la serie de variables internacionales que inciden en las tendencias de la industria. Y al mismo tiempo, está sujeta a los planes de la OPEP para mantener control de oferta implementados desde 2022 para evitar un derrumbe de precios ante la amenaza de una sobreoferta.
En este escenario, el valor del crudo sigue manteniendo una trayectoria decreciente. El West Texas (WTI), indicador que sirve de referencia en EEUU, se ubicó el pasado jueves en US$72,57 el barril, sumando un alza de 2,7% en las últimas dos semanas. Por su parte, el Brent -que se usa de referencia para Europa- cotizó a $76,48 el barril, marcando un avance del 3% en su valor en el mismo lapso.
“El petróleo ha subido en los últimos días, pero no es una subida abultada ni significativa. El último mes ha caído cerca de 8,3% y si miramos a lo largo, desde 2022 a la fecha el barril de petróleo viene cayendo un 43%” comentó el jefe de estudios de XTB Latam, Diego Mora.
Hace dos semanas el crudo experimentaba sus niveles más bajos en lo que va de año, con un WTI cotizado en US$ 70,61 el barril y el Brent en US$ 74,29 el barril, lo que marcaba una caída de US$ 7,27 y US$ 5,86 respectivamente desde la llegada de Trump a la Casa Blanca.
La administración Trump, que esta semana cumplió un mes, vino cargada de medidas para bajar el valor del crudo, aumentando la producción con su política “perforar, perforar, perforar”. Pero los aranceles con China, las sanciones a Irán y Rusia, junto a la negativa de la OPEP a modificar sus planes de reducción de la producción, han funcionado como motores alcistas para la cotización del barril.
Pese a estas presiones, el precio ha continuado su tendencia a la baja por las amenazas de una sobreoferta, que la OPEP ha tratado de frenar en los últimos tres años. Sin embargo, desde la Agencia Internacional de la Energía en Paris, proyectan un exceso de oferta en 750 mil barriles diarios, incluso con el plan de la organización petrolera.
“Hay un escenario de incertidumbre, se espera que la OPEP siempre busque una estabilidad. El problema y es lo que genera incertidumbre es sí hay presiones por parte de Estados Unidos con la administración Trump para buscar a la fuerza un escenario del petróleo más bajo”, advirtió el analista de XTB Latam, Ignacio Mieres.
Desde la OPEP reiteraron que combatirán la volatilidad del crudo con acciones tendientes al control de la producción.
Escenario para 2025
Los analistas adelantan que la volatilidad marcará el futuro del precio, no obstante coinciden en que lo más probable es que continuará su tendencia a la baja.
“Los fundamentos bajistas del mercado petrolero parecen más sólidos que los alcistas, debido al aumento de la oferta global”, argumentó Vicente Valech, analista de mercado de Capitara.
Por su parte, el gerente de estudios de Renta4, Guillermo Araya, aseguró que la política de explotación impulsada por Trump -mediante el decreto de emergencia energética- funcionará para aumentar la oferta y hacer caer el precio, lo que “llevaría a que el WTI baje de US$ 70 e incluso baje a niveles de US$ 65 el barril a fines de 2025”.
La desaceleración de la economía china –uno de los principales importadores de petróleo- es otro de los factores que mantiene atento al mercado, ya que durante el 2024 redujeron 300 mil barriles diarios, producto del menor dinamismo de la economía.
Con todo, no existe unanimidad en las proyecciones. El socio de la consultora BDO Chile, Emilio Venegas, aseguró que “los pronósticos apuntan a un movimiento gradual hacia niveles de US$80 - US$85 por barril”.
Los analistas llaman a estar atentos a las decisiones sobre los aranceles a Canadá y México y a los datos macroeconómicos y de crecimiento tanto de Estados Unidos como de China, ante una posible desaceleración de la economía, lo que impactaría en la demanda de crudo.