Alva, la ministra millennial que genera revuelo en Perú
Con apenas 34 años, llegó el año pasado al Ministerio de Economía, desde donde ha liderado el diseño e implementación del mayor plan de emergencia de toda la región.
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aría Antonieta Alva llegó a encabezar el Ministerio de Economía y Finanzas de Perú en octubre de 2019. Con solo 34 años y como la representante más joven del nuevo gabinete del Presidente Martín Vizcarra, su misión era clara. Tras una desgastadora batalla entre el Gobierno y el Poder Legislativo que terminó con la disolución del Congreso, debía combatir la incertidumbre que se había apoderado de la economía, que el año pasado creció 2,1%, su menor ritmo en una década.
Su plan era impulsar el gasto en infraestructura y ayudar a las autoridades regionales a ejecutar más rápido sus presupuestos. Y lo logró, con un aumento récord de la inversión pública.
Pero a pocos meses de iniciar su gestión, todo cambió este año, cuando el coronavirus llegó a la región y la nueva secretaria de Estado debió concentrar sus esfuerzos en contener sus efectos económicos.
Y es en esta labor donde ha ganado enorme respaldo de la población, por su foco en las PYME y los segmentos más vulnerables. Conocida cariñosamente como Toni, las cadenas de televisión se pelean por invitarla, su presencia predomina en las redes sociales y, hasta antes del distanciamiento social, las personas hacían fila para fotografiarse con ella.
Según la última encuesta de Datum, su apoyo llegó a 74% en abril, ubicándose como la integrante más popular del nuevo gabinete.
Fuerte, pero no agresiva
Pero no todos comparten el mismo entusiasmo y al inicio de su gestión Alva debió luchar por ganarse un cupo. Como hija del rector de la Universidad Nacional de Ingeniería y antiguo profesor de Vizcarra, Jorge Alva, algunos atribuyeron su nombramiento a sus contactos familiares. "Es imposible no pensar que esto sea solo machismo. Si yo fuera hombre, eso no habría sido cuestionado", dijo entonces la ministra.
Pese a las críticas, no le faltaban credenciales para el cargo. Graduada de la Universidad del Pacífico, obtuvo una beca para una maestría en administración pública en Harvard. A su regreso ingresó al Ministerio de Educación, convirtiéndose en jefa de planificación y presupuesto, para luego pasar al Ministerio de Economía a hacerse cargo del presupuesto nacional.
Patricia Zárate, del Instituto de Estudios Peruanos, la describe como "fuerte pero no agresiva". "Ella lo muestra a través de su trabajo. Es un tipo de empoderamiento femenino diferente".
Este carácter decidido le ha granjeado algunos enemigos. El hasta entonces presidente de la petrolera estatal Petroperú, Carlos Paredes, renunció en febrero luego de que se filtrara un audio donde la calificaba de "estúpida" por no autorizar un financiamiento de US$ 1.500 millones para la compañía.
Y es que en su nuevo cargo, Alva se encuentra en una posición crítica para las empresas, tras lanzar a fines de marzo un paquete de estímulo económico sin precedentes por US$ 26.400 millones, el más ambicioso de toda la región. El plan, equivalente a 12% del PIB, consta de tres fases, enfocadas en contener la enfermedad, reactivar el aparato productivo, y asegurar la cadena de pagos a través de garantías de créditos para las empresas.
"Desde una perspectiva latinoamericana, Perú es un líder claro en términos de respuesta macro", dijo a Bloomberg Ricardo Hausmann, economista de Harvard que fue profesor de Alva y lidera un equipo de expertos que asesora a Perú para enfrentar el coronavirus. "Se podría haber imaginado una situación muy diferente si Toni no estuviera allí".
Y es que fue la ministra la que encabezó las duras negociaciones dentro del gabinete para acordar una serie de medidas de emergencia, como aportes de efectivo, subsidios para el pago de planillas y préstamos comerciales respaldados por el Gobierno, que inicialmente no contaban con un apoyo decidido. "Su empuje dentro del Gobierno es lo que ha llevado a una articulación tan clara de las medidas y la respuesta", dijo Jaime Reusche, analista de Moody's.
Voto de confianza
Ahora Alva está liderando la supervisión para la reapertura de la economía, que comenzó de manera progresiva a fines de abril. Pero su trabajo no será sencillo. Algunos expertos pronostican que el PIB se contraerá 10% este año, su peor caída desde 1989, con históricos niveles de desempleo.
También deberá lidiar con un Congreso fragmentado, y aunque en la Cámara dominan los sectores de centro derecha, el mismo sello político que el gobierno, Acción Popular, el partido con más escaños, ha sido muy crítico de Vizcarra.
En los próximos días el nuevo gabinete deberá presentarse ante los legisladores para un voto de confianza en medio de escándalos de corrupción que afectaron al ministro de Transportes y Comunicaciones Carlos Lozada y a la titular de Producción Rocío Barrios.
La propia Alva debió salir en los últimos días a desmentir versiones sobre su eventual renuncia porque algunas de las medidas del plan económico supuestamente habrían beneficiado a su familia. "Ninguna medida tomada durante mi gestión ha sido o será producto de algún interés personal o familiar. Toda mi información se encuentra en la declaración jurada de intereses que es pública y verificable", aseguró la ministra.