El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, señaló
hoy que esta institución continúa "comprometida" con el objetivo de impedir una
espiral inflacionista y advirtió de que los riesgos para la estabilidad de
precios continúan "al alza".
En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Trichet atribuyó el repunte
de la inflación al encarecimiento de la energía y los alimentos y vaticinó que,
en el conjunto de la zona euro, se mantendrá por encima del 2% la mayor parte de
2008.
Consideró fundamental evitar los efectos de "segunda ronda" de la inflación y
alertó, en concreto, ante incrementos salariales excesivos.
Trichet aseguró que el BCE seguirá vigilando muy atentamente la evolución de
los precios, para garantizar su estabilidad a medio plazo, en cumplimiento de la
responsabilidad que le asignan los tratados comunitarios.
En este sentido, se mostró convencido de que el actual nivel de los tipos de
interés en la eurozona que el pasado día 6 el Banco decidió mantener en el 4% es
el adecuado para lograr esa estabilidad de precios a medio plazo.
Respecto a la situación económica y financiera, Trichet incidió en la solidez
de los fundamentos de la economía de la eurozona, aunque reconoció que la
incertidumbre sigue siendo muy elevada, y reclamó a las entidades financieras
que informen sobre su exposición a los activos afectados por la crisis.
Destacó el dinamismo de la inversión y la buena marcha del empleo y consideró
que el consumo seguirá impulsando el crecimiento en Europa.
En cuanto a las turbulencias financieras, recalcó que "la corrección en los
mercados continúa" y consideró que, probablemente, todavía "no hemos dejado lo
peor atrás".
En este ámbito, insistió en que es fundamental aumentar la transparencia en
el funcionamiento de los mercados y mejorar la supervisión.
Se mostró, en principio, partidario de la autoregulación, aunque precisó que,
si los participantes en el mercado financiero no son capaces de dotarse de
códigos de conducta adecuados, será necesario introducir más regulación.
El presidente del BCE también se refirió a la evolución en los mercados de
divisas y reiteró, una vez más, que la volatilidad excesiva no contribuye al
crecimiento y reconoció su preocupación por los movimientos bruscos en los tipos
de cambio.