Cuando quedan cinco años para que el sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) cuente con su primera generación de pensionados exclusivos del modelo de capitalización individual, estalló en las calles un masivo movimiento en contra del sistema provocando la reacción del gobierno, que debería desencadenar en una segunda reforma previsional, en estos 35 años de vida de las AFP.
Mientras, durante esta última década el sistema ha comenzado a sacar las primeras camadas de pensionados, dentro de los cuales se encuentran los profesionales chilenos. Personas que pertenecen a los segmentos más acomodados de la población, con las pensiones más altas, pero que en muchos casos muestran también bajas tasas de reemplazo.
En esta Edición Aniversario de Diario Financiero quisimos retratar algunos de esos casos, cómo viven, cómo se organizaron para enfrentar esta etapa de la vida y a qué se dedican hoy.
Los desafíos del segmento
De acuerdo a Cecilia Cifuentes, investigadora asociada del Centro de Estudios Financieros de la Universidad de Los Andes, el nivel de pensiones de este grupo en general es más elevado dado que han trabajado formalmente por más tiempo. "Sin embargo, hay muchos profesionales que ganan por sobre el tope imponible, por lo que cotizan por parte del sueldo solamente. Esta puede ser una razón de baja tasa de reemplazo para los profesionales de altos ingresos".
Frente a ello, Ronald Dempster, socio de MiPrevision, agrega que "como la remuneración de los 40 (años) es mucho más alta que cuando partieron, los aportes iniciales no son representativos de sus rentas actuales".
De todos modos, Cifuentes señala que por tratarse de personas más informadas se podría esperar que tuvieran otras formas de ahorro. Sin embargo, en la práctica no es necesariamente la regla que se cumple.
"Mi éxito profesional lo mido por tener clientes que aportan APV por nuestro consejo y ayuda operacional. Pero, mi experiencia es que una gran mayoría de los profesionales con rentas sobre el tope, no aportan APV, salvo cuando ya es muy tarde", dice Dempster.
A su vez, tampoco este segmento está libre de lagunas. Entre ellos médicos, abogados y arquitectos, por dar algunos ejemplos, quienes se desarrollaron por largos periodos como independientes, sin necesariamente realizar cotizaciones constantes.
A eso se suma el caso de las mujeres, las que en la generación de quienes hoy jubilan, dedicaron años al cuidado de los hijos, sin cotizaciones. Lo que hoy también se refleja en su pensión.
Por su parte, los profesionales contemporáneos cuentan con más información y un mercado laboral más sólido que el de décadas pasadas, sin embargo entran otras problemáticas: el aumento en las expectativas de vida y la caída en los retornos de largo plazo en las inversiones. "Esa combinación hace inevitable aumentar el ahorro, obligatorio y voluntario, y postergar la edad de jubilación", dice Cecilia Cifuentes.
Mientras, a nivel de discusión política aún está por definirse el destino del aumento en la cotización para la pensión, que subirá de 10% a 15%,. Y es que mientras algunos defienden la idea de que ese ahorro vaya a parar a las cuentas individuales en la AFP, otros apuestan por la creación de un fondo estatal que permita aumentar las pensiones de los actuales jubilados.
Cecilia Plominski, bibliotecaria de la Universidad Católica: "No volví a encontrar trabajo y esperé tener 60 años para jubilar"
Renta Vitalicia / 67 años
Cecilia Plominski lleva siete años pensionada. Esta bibliotecaria de la Universidad Católica decidió hacer el trámite en su AFP exactamente a la edad legal de jubilación (60 años) y no porque no quisiera seguir trabajando, sino que al igual que muchas personas por encima de los cincuenta no pudo conseguir otro empleo, pese a sus innumerables intentos.
"Después ya no trabajé más porque no encontré trabajos y esperé tener los 60 años para jubilar", dice Cecilia, quien refleja muy bien la vida laboral de muchas mujeres de su generación. Y es que, tras salir de la universidad la bibliotecaria se incorporó de inmediato al sistema laboral, primero en el departamento de catalogación de la Biblioteca Central de la Universidad Católica y luego, en el Centro de Documentación de Prochile. En cada uno de esos lugares estuvo cinco años.
Luego, claro vino el matrimonio y sus dos hijos. "Me casé y por el trabajo de mi marido fuimos enviados al extranjero por diez años, a Corea del Sur y Taiwán", recuerda Cecilia.
Durante ese periodo esta bibliotecaria tuvo a sus dos hijos y se dedicó a la maternidad, por su puesto generándose una gran laguna previsional en su ahorro para la pensión.
De regreso a Chile y separada volvió al mundo del trabajo. Estuvo durante 10 años en una agencia de publicidad como secretaria y luego por otros dos años en la Municipalidad de Lo Barnechea, mismo lugar en el que luego trabajó durante otros cinco años de forma remota, catalogando libros en línea desde su casa.
Hoy, ya sus hijos dejaron su departamento ubicado en pleno Providencia, donde hoy Cecilia vive junto a su padre, a quien cuida desde que murió su mamá. Actividad que combina con clases de hidrogimnasia tres veces a la semana en el club de su comuna, el bordado de alfombras y la lectura.
Con su pensión no está conforme. "No vale la pena sacrificarse tanto para ese final, considerando sobre todo, que a las mujeres nos pagan menos", reflexiona, al mismo tiempo que explica que puede mantener su nivel de vida anterior gracias a la ayuda económica de su papá.
Claudio Casanueva, ingeniero naval mecánico: "Quiero bajar el ritmo, participar de algún modo en proyectos que sean de mi real interés"
Renta Vitalicia / 66 años
Han pasado sólo 15 días desde que Claudio Casanueva inició su proceso de jubilación. "Quiero bajar el ritmo, participar de algún modo en proyectos que sean de mi real interés", asegura este ingeniero naval mecánico, a quien además le gustaría buscar alguna iniciativa social a la cual pueda aportar en términos profesionales.
Claudio inició su vida laboral a temprana edad, tenía 16 años cuando ingresó a la Escuela Naval en la Armada, desde donde egresó como oficial. Luego por 21 años se desempeñó en la institución, para después migrar al mundo privado en búsqueda de mejores alternativas laborales. "Me retiré de la Armada por ingresos muy bajos, para sacar adelante a mi familia", asegura el uniformado, quien junto a su esposa tuvo tres hijos.
A partir de entonces se desempeñó en empresas como K+S Chile, Terra Networks Chile y Compañía Distribuidora Nacional (Codina).
Hoy, en esta primera etapa de jubilado dice estar en un proceso de relajación y descanso, después de vacaciones irregulares durante los últimos años. En mayo se mudó junto a su señora a una casa que compraron en Chamisero, Colina, desde donde hoy planea sus nuevos proyectos.
Sobre su pensión señala que aún está en proceso de determinarse, pero por los cálculos de su Asesora Previsional, cree que estará muy ajustada con respecto al presupuesto de gastos que ha preparado junto a su señora. Esto, a pesar de lo planificado que se puede ver es este ingeniero, quien además de hacer APV por cerca de 15 años, cuentas con ahorros adicionales para compensar posibles déficit que se generen con la pensión a recibir y la pensión que recibe de la Armada.
Claudio tiene una buena visión del sistema de pensiones, dice ser "un decidido partidario del sistema en el cual mis ahorros son míos y nadie puede disponer de ellos". Aun cuando señala que requiere mejoras. En este punto, está a favor de aumentar la tasa de cotización al 20%, como era antes de las AFP dice, además de eliminar el máximo imponible.
Juan Pablo Figueroa, ingeniero civil eléctrico: "Viajamos más que antes de jubilarme, lo paso bien en mi nueva vida"
Renta Vitalicia / 64 años
Desde hace poco más de dos años Juan Pablo Figueroa, ingeniero civil eléctrico y padre de tres hijos, decidió bajar el ritmo, trabajando de forma parcial como independiente, prestando servicios de asesoría y certificación de ascensores, escaleras y rampas mecánicas. Una rutina completamente diferente a la de empleado que estuvo llevando durante 33 años, mientras se desempeñó como ejecutivo de una multinacional dedicada a la fabricación, instalación y mantenimiento de equipos de transporte vertical.
"Con mi señora estamos viajando más de lo que hacíamos antes de jubilarme y lo paso bien con mi nueva vida", reflexiona este ingeniero respecto del cambio que experimentó tras pensionarse.
Sin embargo, la decisión de apretar el freno y bajar la velocidad no fue antojadiza. Durante el último tiempo en su trabajo de toda la vida Juan Pablo tuvo problemas de salud que lo empujaron a tomar la decisión de pensionarse anticipadamente, a los 61 años. "Me vi en la necesidad de hacerlo, y hacer un cambio de vida", asegura.
Hoy, con un horario de trabajo parcial, el ingeniero dice tener más tiempo para disfruta de su familia y amigos, además de hacer deporte de forma periódica, como ciclismo, tenis y natación.
Sobre el sistema de AFP considera que es un mal necesario y que en estos momentos no hay otras alternativas.
"Lógicamente creía que mi pensión sería más alta que lo que recibo", asegura Juan Pablo, para quien lo que obtiene mes a mes resulta insuficiente para mantener el estilo de vida que tenía antes de jubilar, lo cual logra hacer gracias a otros ingresos y ahorros con lo que complementa su pensión.
Todo esto, aun cuando explica que se preparó para el periodo de pensión inyectando flujos adicionales en la AFP, en forma programada y durante varios años, lo que precisamente le permitió pensionarse anticipadamente.
Hoy Juan Pablo vive junto a su señora en la que es su casa desde hace más de 20 años en Providencia.
Jean-Jacques Covos, ingeniero en prevención de riesgo: "Fue el momento oportuno para desarrollar temas personales"
Renta Vitalicia / 68 años
Jean-Jacques Covos, ingeniero en prevención de riesgos de profesión, disfruta la vida como pensionado. A sus 68 años se entretiene leyendo, cocinando y caminando diariamente. Además dedica tiempo a viajar, siendo el navegar por los canales de Chiloé y el piloteo de aviones dos de sus entretenciones.
Lleva tres años jubilado, lo hizo exactamente a la edad legal de pensión para los hombres (65 años).
"Llegué a un acuerdo mutuo con mi empleador, además que era el momento oportuno para desarrollar temas personales", asegura Jean-Jacques, quien durante los últimos años de vida laboral activa se desempeñó como gerente regional de servicios técnicos de una empresa de servicios para la minería. De forma dependiente trabajó durante 36 años y durante otros siete años como consultor independiente, en las materias en las que obtuvo experiencia durante su vida laboral.
Durante esos más de cuarenta años de trabajo asegura no haber tenido lagunas previsionales, lo que le permite hoy contar con una pensión en la modalidad de renta vitalicia, que el mismo define como "razonable para mis necesidades".
Este ingeniero jubilado, quien vive en un departamento de Las Condes junto a la menor de sus tres hijas, la que aún se encuentra cursando su último año de universidad, no se encuentra activo de forma permanente en términos laborales, siendo su principal ingreso la jubilación.
"Tres veces por año hago alguna consultoría puntual", dice Jean-Jacques, quien destina ese dinero a ahorro, viajes, a remodelar algo en su casa o a ayudar a sus hijas.
Sobre el sistema de AFP, lo califica como bueno, aún cuando piensa que la pensión que recibe podría ser mejor en relación al ahorro que logró al pensionarse. Mientras, sobre las posibles reformas al modelo señala que entre las medidas a implementar debería estar el aumento a 15% del descuento obligatorio para la pensión, además de considerar un incremento del beneficio tributario para el ahorro previsional voluntario.
Hugo González, ingeniero comercial: "Pensionarme fue más que nada una decisión financiera"
Renta temporal y Renta Vitalicia diferida / 60 años
Hugo González, tiene sólo 60 años, pero ya está pensionado hace cinco. Este ingeniero comercial tomó la decisión de jubilarse de forma temprana porque según sus cálculos en ese momento el valor presente de los flujos no compensaba la rentabilidad a recibir, por lo que era más eficiente sacar el dinero anticipadamente.
"Pensionarme fue más que nada una decisión financiera", asegura este ingeniero comercial con mención en finanzas.
Y según su experiencia profesional, Hugo González de rentabilidades y números sabe. Desde que salió de la universidad en 1983 se desempeñó como ejecutivo en el sector financiero, pasando por los bancos Santander, Osorno, Abn Amro Bank e Internacional, entre otros.
Sobre la modalidad de pensión, la opción de Hugo hace cinco años fue tomar una renta vitalicia diferida junto a una renta temporal (retiro programado) durante los primeros tres años. Mecanismo que permite obtener una renta mayor durante la primera etapa.
"Quería disfrutar la rentabilidad en vida" dice el ingeniero, quien además califica su pensión como buena si se compara con el resto.
Adicionalmente, el ex ejecutivo bancario sigue trabajando, formó una empresa con cuatro socios, también ingenieros comerciales, llamada Vitalicio, la que se dedica al asesoramiento previsional y financiero. Emprendimiento del cual provienen ingresos con los que complementa su pensión.
Pero ese no es el único proyecto de Hugo González. Este hombre de 60 años, separado y padre de tres hijos, dedica tiempo al deporte haciendo trekking y bicicleta, y además está con planes de matrimonio con su actual pareja, hoy vive con ella y uno de sus hijos, en un departamento ubicado en La Reina, propiedad que adquirió hace poco.
Sobre el sistema de pensiones señala que "es lo que hay" y asegura que se debe considerar a la comisión Bravo y sus conclusiones. "La tasa de ahorro debe ser mayor, somos un país más viejo".
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