Nadie se quiere restar en el debate en torno a los cambios al sistema previsional... El mundo público y privado está movilizado para ser parte de las propuestas, aunque la idea de lograr un acuerdo nacional ya se ha puesto en duda. En este escenario también tienen algo que decir economistas y expertos; es el caso de Andrea Tokman, quien hoy es parte de la comisión asesora de la CPC en la materia y para quien la propuesta del gobierno tiene varios reparos.
-¿Cuál es su visión del anuncio del gobierno en materia previsional?
-Es un paso muy importante para el país el anuncio de la Presidenta. La necesidad de ajustar el sistema para poder asegurar una calidad de vida digna en la vejez es un problema de primer orden y tendría que haberse tomado la agenda antes que otros temas que hemos estado discutiendo. Más aún, cuando lo hace convocando al diálogo, es un muy buen indicio de una nueva disposición al modo en que se busca hacer las cosas. Quiero creer que hay una legítima disposición a mirar el tema con seriedad.
-¿Cómo evalúa las medidas? ¿Son lo suficientemente efectivas?
-No todas las políticas que están analizando me parecen apropiadas, algunas pueden traer consecuencias muy negativas.
Las propuestas deben ir en la línea de perfeccionar el sistema en sus dos componentes (capitalización individual y pilar solidario), reconociendo que la capacidad de ahorro individual no es tan estable como se planteó, y que tenemos que financiar cada vez más años de vejez. Veo en la propuesta de gobierno una intención clara de avanzar en esta línea.
- En ese sentido, ¿cuál debiera ser el foco de las propuestas?
-Los bajos ingresos en la vejez tienen que ver principalmente con la baja capacidad de ahorro de las personas, lo que está íntimamente ligado a temas de inclusión, calidad y continuidad laboral, ese debiera ser el foco de las propuestas.
Desgraciadamente desperdiciamos la oportunidad con la reforma laboral.
-Sobre las medidas ¿cuáles considera que son equivocadas?
-De lo que se ha dicho no me parece conveniente el uso de tablas unisex de mortalidad ni las propuestas sobre el no cobro de comisiones cuando las rentabilidades sean negativas. La primera terminará inevitablemente con un subsidio desde los hombres hacia las mujeres, lo que no me parece equivocado per se, pero merece una apropiada justificación. La segunda llevará a decisiones más conservadoras de inversión, sacrificando parte de las ganancias de la rentabilidad.
-La mayor discusión se ha dado en torno al llamado “cuarto pilar”¿cuál sería el modelo más eficiente?
- No soy partidaria del cuarto pilar. Hay que reforzar el pilar solidario con cargo a recaudación general que es mucho más progresivo que el impuesto al trabajo que están proponiendo. El aumento de cotización es necesario pero debe ir completamente a la cuenta individual.
Adicionalmente deberíamos revisar fuentes alternativas de financiamiento.
-¿Como cuáles?
-Algunas ideas interesantes son los seguros de sobrevida, el traspaso de los fondos de FRP, el uso de fondos del seguro de cesantía, redefinir prioridades en el presupuesto, o incluso no rebajar el impuesto a las personas como se tenía definido. También es interesante la propuesta de aumentar los incentivos al ahorro.
-En este esquema la AFP estatal no generaría mayor impacto...
-La AFP estatal no aportará a mejorar las pensiones por lo que si la preocupación es por el destino de los fondos de los ahorrantes o por la competencia, preferiría que nos hagamos cargo de eso directamente, mediante mayor regulación y no introduciendo un nuevo actor que poco aportará a la competencia real. El costo de instalación de la AFP estatal sería un buen aporte al pilar solidario y lograría un impacto en el corto plazo en las pensiones.
-¿Qué otros ajustes se podrían incluir en el debate?
-Es imperativo buscar formas para que las personas estén empleadas más tiempo y en mejores condiciones, y que la gente pueda permanecer más tiempo en la fuerza laboral. Adicionalmente se debe aumentar el ahorro individual para llegar a mayores tasas de reemplazo. Se debe seguir trabajando en alinear mejor los incentivos de las administradoras y los ahorrantes y por sobre todo aumentar la transparencia y el conocimiento de las personas sobre el sistema de pensiones en Chile.
-Hay voces que señalan que el gran costo de la reforma, una vez más, se lo va a llevar la clase media ¿Es así?
-Tal como está planteado esta mayor cotización le pega más fuertemente a los trabajadores de ingresos medios que no serán beneficiarios del pilar solidario, pero que aportarán en mayor medida a su financiamiento. Los trabajadores de mayores ingresos, tienen más capacidad para negociar y son afectados relativamente menos ya que cotizarán por un tope imponible.
-Subir la edad de jubilación ¿sería una medida efectiva considerando la realidad del mercado laboral?
-Todos los países se están moviendo en esa dirección, no veo otra salida. La edad de jubilación tiene que aumentar y ojalá se haga de forma indexada a esperanza de vida para no tener esta difícil discusión cada año. Sin embargo, mientras no mejoremos las condiciones de empleo de los trabajadores de la tercera edad, lo que lograremos es pensiones efectivamente más altas porque dividiremos el monto ahorrado en menos meses, pero a costa de un período más largo en que las personas estarán sin ingresos antes de alcanzar la nueva edad de jubilación puesto que no tendrán empleo ni podrán pensionarse.
-El gobierno ha dicho que no aumentará la edad de jubilación sin compensaciones o incentivos a las mujeres ¿cuáles deberían ser éstos?
- Más que compensaciones lo que buscaría es incentivos para que las mujeres puedan acceder a buenos empleos en esos años adicionales de trabajo antes de jubilarse.
-¿Están las condiciones para que se genere un acuerdo nacional?
-Es muy difícil, pero tenemos que trabajar seriamente para que ello ocurra.
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AFP
