El gobernador del Banco de Inglaterra,
Mervyn King, aseguró hoy que el sector bancario británico contará
con su ayuda a corto plazo para disponer de la liquidez necesaria,
pero abogó por buscar soluciones a más largo plazo para hacer frente
a la crisis crediticia mundial.
En una intervención ante la comisión de Economía del Parlamento,
King se comprometió a conceder la liquidez necesaria para
restablecer la confianza en el sector a pesar de la crisis.
Esta inyección de capital se añadiría a los 12.700 millones de euros que el Banco de Inglaterra ha introducido hasta el
momento en el mercado a través de préstamos de urgencia.
El gobernador del banco central ofreció esta ayuda al considerar
que "no es realista" pensar que los mercados crediticios vayan a
abrirse rápidamente.
Sin embargo, indicó que estas medidas deben ser "temporales" y
que las discusiones que está manteniendo con los principales bancos
del Reino Unido deben desembocar en una solución a largo plazo.
El pasado 20 de marzo King ya se reunió con los directores de los
principales bancos del país, que le solicitaron que les asegurase
ayudas en casos de falta de liquidez.
King señaló hoy que aún es pronto para saber cómo terminarán
estas conversaciones, pero se mostró satisfecho de la voluntad de
los bancos de asumir las posibles pérdidas.
"Los bancos ni necesitan ni quieren que los contribuyentes les
aseguren frente a estas pérdidas", afirmó King.
El gobernador aseguró que ninguna de las soluciones a largo plazo
que se acuerden contemplará la garantía de la emisión de bonos sobre
activos.
El Gobierno anunció el 21 de enero un plan financiero, elaborado
por Goldman Sachs, consistente en convertir el préstamo del Banco de
Inglaterra al Northern Rock en bonos garantizados por el Estado para
estimular la venta del banco (que desde entonces ha sido
nacionalizado) y el pago de su deuda.
Asimismo, King señaló que una de las "lecciones" aprendidas de
esta crisis es que los bancos infravaloraron los riesgos y los
costes de la provisión de hipotecas "subprime" (de alto riesgo).
En cuanto a la inflación, que en febrero alcanzó un máximo de
nueve meses, al situarse en el 2,5 por ciento, King previó que
seguirá creciendo hasta rondar el 3 por ciento, pero que se acercará
al objetivo gubernamental del 2 por ciento a finales de año.
King afirmó que el Banco de Inglaterra está ahora más dispuesto
que en febrero a estudiar un nuevo recorte de tipos de interés, que
en la actualidad se encuentran en el 5,25%.