Katia Bouazza, de HSBC: “Latinoamérica no ha crecido a la velocidad que podía crecer”
Una de las 10 mujeres más poderosas de la industria financiera global habló con DF sobre los desafíos de la región y de las mayores oportunidades que deben tener las mujeres en ese sector.
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Desde Londres
Katia Bouazza llegó con 12 años a Estados Unidos. Ella y su familia huyeron del Líbano, en medio de la guerra civil que asoló a ese país entre 1975 y 1990. Bouazza hablaba un inglés básico, pero era una ferviente creyente del sueño americano.
La semana pasada entró al top ten de las mujeres más poderosas en la industria financiera a nivel mundial, en el ranking que publica American Banker. Desde 2016, Bouazza lidera el negocio de Global Banking en América Latina para HSBC, un banco al que se unió hace 22 años, tras un breve paso por el extinto Lehman Brothers.
Aunque en Chile la entidad tiene presencia sólo a nivel de banca corporativa para grandes empresas, la ejecutiva conoce en profundidad la situación de los mercados de la Alianza del Pacífico.
-Mujer e inmigrante. ¿El ser minoría (doble) no fue un obstáculo para su carrera?
Tuve muchos desafíos. Pero nunca tuve ninguna duda. Para mí Estados Unidos era ese lugar donde puedes lograr lo que quieras y yo estaba dispuesta a hacer lo que sea necesario para quedarme y tener éxito.
Bouazza reconoce que tuvo suerte. Su familia no llegó en una situación de pobreza extrema, como es el caso de muchos desplazados por la guerra. Pero eso no hace su esfuerzo menos notable. De no saber inglés a terminar el colegio un año antes que sus compañeros, y el pregrado lo hizo en apenas tres años. “Nada me frenó”, reflexiona ahora desde su oficina en Nueva York, entre una reunión y otra.
A los 21 años, Katia Bouazza, mujer e inmigrante, terminaba su MBA y estaba lista para entrar a la industria financiera. Un sector, por cierto, dominado por hombres, más aún en los años 90.
-¿De dónde salió esa determinación?
-No sé. Quizás nací con eso. Cuando creces en situaciones más difíciles, se activa una especie de instinto de supervivencia.
Visión sobre América Latina
Ese espíritu también la ayudó a avanzar al interior de HSBC. Una de sus primeras tareas fue unirse al esfuerzo para desarrollar el negocio de HSBC en Asia, donde hoy el banco de inversión inglés es uno de los principales actores. Hacia finales de 2003, le pidieron realizar una tarea similar, pero esta vez en América Latina. Desde entonces, no sólo ha cambiado la industria financiera, también lo ha hecho la región.
-Con su experiencia en ambos mercados, ¿dónde ve a Latinoamérica en comparación en Asia?
-Una de las principales diferencias es que la mayoría de los países tiene una democracia, es decir, tienes elecciones, cambios de gobierno. Creo que Latinoamérica no ha crecido a la velocidad que podía crecer. Pero desde mi primer viaje a la región en 1994 a hoy, veo un continente muy diferente, y le falta mucho más.
-Hace unos meses escribió un comentario bastante optimista sobre la región, ¿ha cambiado su opinión?
-No, siempre tenemos ciclos. Como banco tenemos una visión de largo plazo de la región. Sí tenemos, si podemos llamarlo así, una sorpresa política en Argentina. Pero si dejamos fuera a Argentina, y Venezuela con el que no trabajamos, estamos viendo una región en la que el crecimiento va un poco más lento. Ahora, país por país las situaciones son distintas. En los países de la Alianza del Pacífico, sí, el crecimiento no es lo que esperábamos, pero hay crecimiento, y hay muchas cosas que se están haciendo bien, y hay mucha actividad e interés de parte de los inversionistas.
En México estamos viendo una desaceleración que está más vinculada con la transición del gobierno. Una vez que haya más claridad en torno a las políticas del actual gobierno y la definición de ciertos proyectos, no tenemos duda de que el país va a seguir bien.
En Brasil el crecimiento también ha sido más lento al esperado, pero el país ya ha entrado a un nuevo ciclo, después del cambio de gobierno. La reforma previsional está en la última etapa y esto será muy positivo para el país, pero también para los inversionistas.
-Muchos de los gobiernos de la región acusan que la desaceleración es por causas externas. ¿No han faltado reformas, precisamente para reducir las dependencias?
-Claro. En el caso de los países como Chile, que son más fuertes, sí se ve un impacto de factores externos. Pero en otros países, como Brasil en los últimos años con el tema de la corrupción; o ahora Argentina, la causa de la desaceleración son problemas internos. En Argentina había reformas que debían implementar y no las hicieron. México podría estar creciendo mucho más, si no hubiese frenado la reforma energética, el aeropuerto...
La apuesta por Argentina
Que Bouazza mencione recurrentemente a Argentina no es casual. HSBC jugó un rol importante en el regreso del país a los mercados y también en la emisión del bono a 100 años en 2017.
-¿Cómo los golpea a ustedes que Argentina esté nuevamente en crisis, y quizás al borde de un nuevo default?
-El golpe no es para nosotros. El golpe es para los argentinos, para la gente que tenía mucha esperanza y ahora está viviendo con una inflación muy alta, un crecimiento muy bajo, y sin claridad política.
Los mercados lo que esperan es que cualquiera sea la decisión presidencial, que el próximo gobierno trabaje en mejorar el perfil de deuda, reestructure la deuda de manera positiva y siga en el camino de reformas.
-¿Cómo se explica la apuesta por Argentina?
-Somos uno de los más grandes ahí, desde la primera crisis, y seguiremos ahí para ayudar a nuestros clientes.
-Sí, pero ¿cómo se justifica la apuesta en un mercado en crisis recurrente?
-Como banco hemos crecido todos los años. Nuestra visión es de largo plazo, y si hay una crisis la vamos a sobrevivir.
-¿Cómo se imagina o le gustaría ver a la región en 10 años?
-Si pudiera hacer realidad mi lista de deseos, sería ver a la región entera trabajando, creciendo todos al mismo tiempo. Con más certidumbre, con menos volatilidad, la región va a atraer más capital, más inversiones de largo plazo. Me gustaría ver no solo menos volatilidad económica, también menos volatilidad política.
No un modelo, una inspiración
Para Bouazza su trabajo consiste no solo en hacer crecer el negocio de HSBC en la región, la otra mitad, afirma, es ayudar a otras mujeres en el banco y en la industria financiera internacional.
“No soy un modelo a seguir, porque no soy perfecta”, se apura en precisar Bouazza, quien prefiere pensar que el ocupar un cargo tan alto en una industria dominada por hombres puede servir de inspiración para otras mujeres. Conocido es además su rol en programas de mentoría para profesionales más jóvenes.
-¿Cómo ha cambiado la industria financiera en temas de diversidad e igualdad de género?
-Lo positivo es que la industria está cambiando, lo malo es que el cambio es más lento de lo que nos gustaría ver. Es un cambio muy lento.
-Usted es reconocida por impulsar la carrera de otras mujeres al interior del banco. ¿Acaso no falta que se multiplique eso, que las mujeres ayuden a otras mujeres?
-Claro. Pero no solo mujeres. Hace falta que tanto hombres como mujeres lo hagan. No podemos cambiar el mundo, pero sí podemos cambiar nuestro entorno inmediato.