Katharina Jenny alerta por violencia en robos de cobre en Antofagasta: “Tememos que se escape de las manos”
Gerenta general del Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB) afirma “como empresa podemos poner muchos controles y medidas de seguridad, pero acá necesitamos que las autoridades regionales se puedan sumar también fuertemente”.
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No es sólo en el sur. La violencia delictual se está volviendo recurrente y cada vez más peligrosa también en otras regiones, como en Antofagasta, donde el foco suele ser el robo de cobre.
El último hito en esta escalada se vivió el sábado pasado, cuando alrededor de las 14:00 horas una docena de delincuentes armados, vestidos como militares, interceptaron un tren del Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB), encañonaron a la tripulación y utilizaron camiones equipados con grúas pluma para llevarse parte del metal que transportaban, según informó la empresa. Paralelamente, trabajadores de servicio preventivo que acompañaban al tren en el trayecto por el desierto y otros que realizaban trabajos de mantención de la vía férrea también fueron asaltados y golpeados.
“Como empresa podemos poner muchos controles y medidas de seguridad, pero necesitamos que las autoridades regionales se puedan sumar también fuertemente”.
“Hace años que enfrentamos el robo de cobre, lo que ha cambiado y mucho es el modus operandi y la violencia con la que se actúa”, afirma Katharina Jenny, gerenta general de FCAB, división de transporte integral de carga de Antofagasta plc, del grupo Luksic.
Antes, los robos eran de noche y en lugares muy específicos; hoy son a plena luz del día, son muchos y los delincuentes tienen armas de fuego, chalecos antibalas y todo indica que actúan en forma muy planificada, relata la ejecutiva. Por lo mismo, sostiene que se requiere mirar esto de una manera distinta: “El temor que sentimos es que lo que está pasando hoy día en La Araucanía pase también acá en la Segunda Región. Si no le ponemos atajo hoy día, claramente vemos que las consecuencias pueden ser graves y que se puede escapar de las manos”, plantea.
Dice que en FCAB han adoptado medidas ante el robo de cobre desde hace tiempo. “Nos equipamos con distinta infraestructura para la protección de las personas y la carga, y en coordinación con nuestros clientes; las jaulas, por ejemplo, han pasado a ser un sistema efectivo y disuasivo en algunos casos”. Pero, insiste, “hoy día el problema se ha incrementado exponencialmente en la región y amerita que lo abordemos de una manera colaborativa, con participantes privados y públicos, con las autoridades regionales que tienen a cargo la seguridad”.
Cuenta que está impulsando la formación de una mesa de trabajo, a la que espera ponerle sentido de urgencia. “Es necesario hacerlo ya”, recalca.
Los trenes de FCBA recorren una línea férrea de 720 kilómetros y trasladan insumos para la minería y productos mineros. Los robos están focalizados en el cobre metálico.
Desde 2019, la compañía ha presentado 38 querellas por este tipo de delitos, de las cuales solo una terminó en la captura de una banda; y estas personas, explica Katharina Jenny, tras seis meses, quedaron libres.
“Esto no es un tema de la empresa privada solamente, muchas veces uno siente que se le da esa lectura. Podemos poner muchos controles y medidas de seguridad, que es lo que hemos hecho, pero ante este nivel de violencia, necesitamos que las autoridades regionales se puedan sumar también fuertemente”.
Además, insiste, “uno no pide nada que no esté dentro de nuestro derecho, que es poder trabajar de una manera segura”.
-¿Qué medidas están adoptando respecto de sus trabajadores?
-Nuestra gente quedó sumamente afectada, no habíamos vivido hechos de esta magnitud. Estamos acompañándolos psicológicamente y no van a volver a sus funciones hasta que estén en condiciones. Ellos quieren seguir desempeñándose en lo que hacen. Tienen, como les llamamos aquí, espíritu y orgullo ferroviario, pero también necesitan que se les garantice la seguridad.
-En el caso de este último episodio, ¿qué gestiones están realizando?
-Presentamos una nueva querella por los dos últimos eventos y también generamos canales de comunicación más directos con la PDI. Queremos ser parte de la solución y apoyar a la Fiscalía en todo lo que podamos. Nuestra gente también ya entregó su declaración y hay datos bien relevantes que la Fiscalía ya tiene.
-En términos de operación de la empresa, ¿ha habido cambios?
-No, pero sí estamos en un proceso de reflexión y de potenciar nuestras medidas de seguridad. Hubo algunos cambios también en los itinerarios de los trenes.