El histórico acuerdo de Codelco y Anglo American para desarrollar de forma conjunta sus operaciones Andina y Los Bronces abrió una puerta para el sector minero que marca un antes y un después.
Ese “después”, según un inédito estudio realizado por la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), debería llevar a la industria a pensar en el trabajo sinérgico de sus faenas según distritos, reduciendo costos, compartiendo infraestructura, equipos, conocimiento y aumentando la producción.
“Las empresas están natural y estratégicamente tendiendo hacia la colaboración. Además de identificar posibles sinergias, este estudio trata de incentivar que las políticas públicas se puedan diseñar en base a distritos”, afirman en CEMS.
Tras ocho meses de trabajo, el Centro de Estudios y Documentación Mineros del gremio (CEMS) presentó a distintas empresas del sector el informe “Distritos productivos para el desarrollo de la minería”, que identifica al menos 14 zonas entre las regiones de Tarapacá y O’Higgins en las que se podría fomentar la colaboración entre las compañías presentes.
“El efecto que buscamos generar con este estudio es cambiar la forma de pensar la industria minera del país”, dice a DF el gerente del CEMS, Reinaldo Salazar. “Creemos que si vemos la industria desde los distritos que planteamos, podríamos hilar más fino e identificar mejores oportunidades de desarrollo, fomentando sinergias entre empresas”.

Sostiene que cuando se habla de minería en la discusión pública “se hacen muchas generalizaciones que no reflejan la complejidad del sector” y que “el lenguaje importa”.
Por eso, “cuando empezamos a hablar de ‘distritos’ en vez de ‘regiones mineras’ es más fácil caracterizar los desafíos y así se pueden implementar mejores propuestas para fomentar la producción minera de Chile, que lleva estancada 20 años”.
El estudio será entregado al Gobierno próximamente.

Los 14 distritos
Las zonas se determinaron mediante análisis de variables como producción, empleo, infraestructura disponible en el área, inversión proyectada según el último catastro de Cochilco (2024-2033) y faenas de la gran, mediana y pequeña minería.
Resaltan los Distritos 1 (Pica) y 6 (Los Colorados), que coinciden con aquellos que han sido puestos de ejemplo por distintos expertos como candidatos a seguir los pasos de Anglo-Codelco en un desarrollo conjunto de faenas.
Se observa también que los distritos con mayores niveles de producción y empleo tienen una baja presencia de pequeña minería, lo que sugiere una oportunidad de colaboración entre pequeños y grandes productores.
“Los pequeños mineros podrían explotar zonas donde las grandes empresas ya han identificado mineralización, pero cuya extracción no resulta viable a gran escala”, sostiene el documento.
Por otro lado, se distingue que los distritos 7, 8, 9, 10 y 12 pertenecen casi exclusivamente a mediana minería, lo que genera un espacio para que políticas públicas específicas impulsen dicha industria en esas áreas, pudiendo incluso llevarlas al umbral de la gran minería.
También se destaca que en esas zonas existe una “oportunidad significativa” para promover la colaboración entre faenas en el uso compartido de infraestructura hídrica y portuaria, por ejemplo.
Respecto al suministro hídrico, las zonas que figuran “sin red” podrían evaluar la construcción de plantas desalinizadoras de forma conjunta con las empresas presentes en el área, marca el análisis.
Altura y límites
“Notamos que los distritos que se encuentran a mayor altura están formados por empresas de gran minería, mientras que en distritos a menor altura es donde se encuentran las faenas medianas y pequeñas”, cuenta Salazar.
Así, si se toma de ejemplo el Distrito 1, ubicado a gran altura, se observa que no tiene presencia de pequeña minería, mientras que los Distritos 8, 9 y 10, más cercanos al mar, destacan por sus numerosas faenas del sector más pequeño.
“Eso nos lleva a cuestionarnos: ¿qué pasaría si en distritos a mayor altura pudiésemos fomentar la inversión en infraestructura, como caminos y líneas ferroviarias? ¿Podría florecer aún más la pequeña y mediana minería en estas zonas?”.
En otra línea del análisis, el informe evidencia que los distritos abarcan distintas comunas, provincias e incluso regiones, lo que reforzaría la idea de que los debates y políticas no deberían estar limitados a divisiones geográficas.
Y así, en vez de hablar de “la Región de Antofagasta”, por ejemplo, Sonami propone que la industria hable de alguno de sus cinco distritos.