La República Checa expresó hoy su esperanza
de que el despliegue en su territorio de un radar del escudo
antimisiles norteamericano no empeore las relaciones bilaterales con
Rusia.
"La República Checa intenta desarrollar la cooperación con Rusia
en línea con la declaración realizada por los miembros de la OTAN en
la cumbre de Bucarest", señala el comunicado emitido por la embajada
checa en Moscú, recogido por la agencia Interfax.
La nota subraya que tanto las autoridades checas como los otros
países participantes en el escudo "mantienen con Rusia consultas
periódicas tanto a través de los canales diplomáticos como a nivel
de expertos".
"Estamos convencidos de que es necesario continuar un diálogo
constructivo en materia de seguridad con la Federación Rusa, cuyo
lugar en el sistema europeo de seguridad es insustituible", apunta.
La República Checa está "convencida" de que el radar aumentará su
seguridad y la de sus aliados, y permitirá defenderles de posibles
ataques con misiles.
"El sistema tiene un carácter defensivo (...), por lo que, en
ningún caso, está dirigido contra Rusia, cuyo potencial de misiles
supera las capacidades defensivas del escudo", indica.
Tras varios meses de negociaciones, la República Checa y EE.UU.
suscribieron el pasado 8 de julio un acuerdo para la instalación de
un radar en el territorio de ese país centroeuropeo, documento que
aún deberá ser ratificado por el Parlamento.
Ese mismo día, la Cancillería de Rusia advirtió de que responderá
con medidas militares si Estados Unidos despliega su escudo
antimisiles cerca de sus fronteras.
Hoy, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, reafirmó que "el
emplazamiento de elementos del escudo estadounidense en Europa
Oriental agravará la situación" en la región y que Rusia tendrá que
"reaccionar en consecuencia".
La víspera, Rusia reconoció que había reducido los suministros de
crudo a la República Checa, pero seguidamente negó que esto fuera
una respuesta al acuerdo entre Praga y Washington.
El monopolio de oleoductos ruso, Transneft, apuntó que el corte
en el suministro de petróleo se debe a razones económicas, que no
políticas.