Paulson: muchos tendrán que resignarse a perder su vivienda en EE.UU.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos señaló que los bajos requisitos que caracterizaron al mercado inmobiliario permitieron a muchos comprar viviendas que no podían pagar.
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El secretario del Tesoro de Estados
Unidos, Henry Paulson, pronosticó hoy que muchos estadounidenses
tendrán que resignarse a perder su vivienda, pese a los esfuerzos
por impedirlo que realiza el Gobierno.
En un foro para analizar la crisis hipotecaria realizado en
Arlington (Virginia), Paulson señaló que los bajos requisitos que
caracterizaron al otrora boyante mercado inmobiliario permitieron a
muchos comprar viviendas que no podían pagar.
"En el actual y desusadamente alto número de ejecuciones
hipotecarias hay muchas que no se pueden evitar. Es poco lo que las
autoridades pueden, o deberían hacer, para resolver decisiones
financieras insostenibles, agregó.
Según las autoridades del Gobierno del presidente George W. Bush,
durante el año pasado se iniciaron 1,5 millones de ejecuciones de
los préstamos para la vivienda debido a que los propietarios no
pudieron pagar la cuota hipotecaria mensual.
Expertos en el mercado inmobiliario han vaticinado que este año
el número de ejecuciones hipotecarias aumentará a 2,5 millones.
Paulson manifestó que al iniciarse la crisis a finales del año
pasado el Gobierno y un grupo de la industria llamado New Hope
centraron sus esfuerzos en reducir lo que calificó como ejecuciones
evitables con receptores de préstamos que tienen algún recurso
financiero.
Al mismo tiempo han alentado a los bancos y organismos
financieros a modificar las tasas de interés o los plazos de los
préstamos hipotecarios.
Paulson manifestó que esos esfuerzos han tenido éxito en muchos
casos y que han permitido que 1,7 millones de propietarios logren
permanecer en sus viviendas.
Fuentes de la industria inmobiliaria han señalado que el número
de hipotecas aumentó aceleradamente después de una caída en el valor
de la vivienda.
Como resultado, muchos de sus propietarios no las pudieron vender
porque el valor del mercado era más bajo que el monto de la deuda
hipotecaria.