La recuperación económica que se espera en
la mayor parte de los países de la OCDE en 2010 no permitirá acabar
con la destrucción de empleo durante ese año, cuando se llegará a
niveles record desde la Segunda Guerra Mundial, con 57 millones de
desempleados.
"La crisis económica y financiera se ha convertido en una crisis
de empleo" porque aunque "vemos una recuperación económica, no por
el lado del empleo", sintetizó Ángel Gurría, secretario general de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
al presentar su informe anual "Perspectivas del Empleo".
Desde el comienzo de la crisis en 2007 y hasta el pasado mes de
junio, en los 30 estados miembros habían pasado a engrosar las filas
del desempleo 14,9 millones de personas suplementarias y a finales de
2010 -límite del periodo de previsión del estudio- serán 25,4
millones.
Los países en los que el incremento de desempleados por la crisis
va a ser mayor en términos absolutos serán Estados Unidos (8,6
millones de personas más), España (2,7 millones), Alemania (1,8
millones), Reino Unido (1,3 millones), Japón (1,2 millones),
Italia (1,1 millones) y Francia (1 millón).
La tasa de desempleo en la OCDE, que desde el mínimo histórico del
5,6% en diciembre de 2007 ha pasado al 8,3% en junio pasado,
continuará en aumento en 2010 hasta el 9,9% (con 57 millones de
desempleados).
Los grupos más afectados por el tirón del desempleo son los
jóvenes, los inmigrantes y los trabajadores con contratos
temporales.
Gurría insistió en que la prioridad ahora es evitar nuevas
pérdidas de puestos de trabajo, en lo que han
contribuido los paquetes fiscales contra la crisis, reconoció.
En concreto, los autores del estudio han calculado que de no
haber existido esos planes, el desempleo sería el año próximo entre ocho
décimas y 1,4 puntos superior, según los países.
"A corto plazo, estos estímulos tienen un efecto positivo",
señaló el secretario general, que a continuación puntualizó que
"deben ser temporales y selectivos", ya que su diseño inicial en
ciertos países no los centraba lo suficiente en la creación de
empleo.