La mayoría de los analistas de mercados
apuesta hoy a que la Reserva Federal de Estados Unidos mantenga
mañana sin cambios su política monetaria y advierta con severidad
del lento ritmo de crecimiento económico y la elevada inflación.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva anunciará mañana a las
18.25 GMT su decisión sobre las tasas de interés, que desde el
pasado mes de abril se mantienen en el 2 por ciento.
En septiembre pasado, cuando los tipos estaban en el 5,25 por
ciento, la Reserva inició una política monetaria más generosa para
estimular el crecimiento económico.
No obstante, en paralelo al abaratamiento del precio del dinero,
la economía estadounidense vio como se disparaba la inflación, que
marcó en junio un incremento interanual del 5 por ciento, el más
alto desde 1991.
En junio pasado, los mercados de futuros de bonos del Tesoro
apostaban en un 48 por ciento que habría una subida de las tasas en
la reunión de agosto, aunque ahora, estas expectativas han
desaparecido por completo.
Ahora las apuestas de los especuladores apuntan hacia la reunión
del 16 de septiembre, donde un 34 por ciento espera que el precio
del dinero suba al 2,25 por ciento.
"La disminución de los precios del petróleo en julio, junto con
el deterioro sostenido del empleo y las cifras malas en el sector de
la vivienda son una combinación que seguramente producirá una
declaración más cautelosa de la Reserva mañana", señaló Ashraf
Laidi, estratega de mercados de CMC Markets US, en Nueva York.
Por su parte T.J. Marta, analista financiero en RBC Capital
Markets, sostuvo que "los datos sobre inflación son, claramente,
para preocuparse".
"La tendencia histórica es que la inflación se acelere en los
primeros meses de un período de desaceleración del crecimiento",
agregó. "Los datos de junio dan más municiones a los partidarios de
una política monetaria restrictiva en el Comité".
El Departamento de Comercio informó hoy que el índice de precios
en gastos de consumo -una medida de la inflación a la cual presta
mucha atención la Reserva Federal- subió un 0,8 por ciento en junio
y ha aumentado un 4,1 por ciento en un año, la mayor inflación en 17
años.
Según el Gobierno, el crecimiento económico de EE.UU. se aceleró
de un ritmo anual del 0,6 por ciento entre enero y marzo a un 1,9
por ciento en el segundo trimestre.
Estas cifras, no obstante, están lejos del 4,8 por ciento que
registró en el segundo y tercer trimestre del año pasado.
Pero en parte, el crecimiento que disfruta ahora la economía se
debe a la distribución de unos 92.000 millones de dólares como parte
del programa de estímulo aprobado por el Congreso y promulgado por
el presidente George W. Bush en febrero, y que consiste en la
devolución de impuestos.
En EE.UU., el gasto de los consumidores equivale a más de dos
tercios de la actividad económica, y el Gobierno informó hoy que en
junio el gasto nominal subió un 0,6 por ciento.
Pero el aumento se debió casi totalmente al incremento del 0,8
por ciento en los precios, el más grande en 27 años.
El gasto real de los consumidores, ajustado por inflación, bajó
un 0,2 por ciento en junio, la primera disminución desde febrero.
Además, se redujo el ingreso real disponible, pese a una voluminosa
devolución de impuestos.
"La mayoría de los miembros del Comité de Mercado Abierto está
ahora un poco más preocupada por el crecimiento y menos preocupada
por la inflación", según Jan Hatzius, economista principal de
Goldman Sachs.
En julio el índice de desempleo subió dos décimas, al 5,7 por
ciento, y el dato podría no estar revelando toda la debilidad del
mercado laboral, dado que muchas empresas están reduciendo las horas
de trabajo de los empleados.