Los consumidores hispanos en Estados Unidos pagan una tasa
de interés mucho más alta que la del resto de ciudadanos cuando compran
automóviles usados, reveló hoy la Federación de Consumidores de Estados Unidos
(CFA, por sus siglas en inglés).
Esta asociación dijo que de acuerdo con los datos de la Encuesta Federal
de Finanzas de Consumidores del 2004 la tasa media de interés entre aquellos
hispanos que compraron vehículos utilizados ese año fue del 9 % mientras que
entre el resto de la población estadounidense la cifra fue del 7,5 %.
Para CFA es incluso más significativo que un elevado
porcentaje de latinos, por encima del resto de estadounidenses, tuvieron que
pagar prestamos con un interés de al menos el 15 %.
A un 18,5 % de los hispanos que compraron vehículos usados
se le impuso esta elevada tasa de interés mientras que la cifra en el conjunto
de la población estadounidense es de sólo el 9,2 %.
Sin embargo, a la hora de comprar vehículos nuevos, los
hispanos y el resto de la población estadounidense no reflejaron la misma
discrepancia de cifras.
La media de intereses pagados por un hispano que compró un
vehículo nuevo fue del 5,5 % mientras que en el total de la población del país
fue del 5 %.
Stephen Brobeck, director ejecutivo de CFA, afirmó que
quizás la razón de esta disparidad entre compradores latinos de vehículos
nuevos y usados esté relacionada con su experiencia negociadora.
"Se podría especular que los inmigrantes más recientes,
con bajos ingresos y escasa experiencia negociando tasas bajas, siempre compran
autos usados", afirmó Brobeck.
Angelo González, representante del Consejo Nacional Cubano
Americano (CNC), explicó que hispanos recién llegados a Estados Unidos
"muchas veces se ven relegados a comprar vehículos en concesionarios que
ofrecen paquetes con elevados intereses y en donde la financiación se arregla
en el lugar y en el momento".
"Estos compradores en la mayoría de los casos no saben
que pueden conseguir financiación a través de otras instituciones, como bancos
o 'Credit Union'. Es normal que los hispanos que quieren adquirir un auto les
sea difícil encontrar una financiación razonable y terminan con préstamos muy
costosos", dijo.