El primer ministro de Islandia, Geir Haarde, reconoció hoy
que el banco nacional de su país se había precipitado al anunciar que ha
recibido de Rusia un crédito de 4.000 millones de euros (unos US$ 5.600
millones) para salir de la crisis financiera.
Haarde dijo en una rueda de prensa celebrada en Reikiavik
que expertos del Banco Nacional de Islandia viajarán inmediatamente a Moscú
para negociar las condiciones del crédito.
El primer ministro se mostró, no obstante, confiado en que
ambas partes llegarán a un acuerdo sobre las condiciones.
Horas antes, el banco nacional había anunciado que el
"embajador ruso en Islandia, Victor Tatarintsev, informó esta mañana al
presidente del directorio del Banco Central de Islandia que Rusia concederá al
banco central un crédito por valor de 4.000 millones de euros", con un
plazo de vencimiento de tres a cuatro años, y unas condiciones de entre 30 a 50 puntos por encima del
Libor.
Según el comunicado difundido por el banco central, el
primer ministro ruso, Vladimir Putin, había confirmada esta decisión, que
estuvo precedida de varios meses de intensos contactos.
"Este crédito refuerza sustancialmente las reservas de
divisas del banco central de Irlanda y afianza así la estabilidad del tipo de
cambio de la corona", señaló el banco emisor en su comunicado.
El viceministro de Finanzas ruso, Dmitri Pankin, en cambio,
sostuvo en declaraciones a agencia Interfax que "no hubo negociaciones ni
decisión alguna sobre el particular".
Pankin no descartó que Moscú y Reikiavik celebren en el
futuro negociaciones sobre la concesión de tal crédito.
"Recibimos muchas peticiones de créditos; también
podemos estudiar la solicitud de Islandia", indicó.
El anuncio de la concesión del crédito se produjo después de
que el Gobierno y la oposición islandeses aprobaran anoche de urgencia varias
reformas legales que implican de facto el control estatal de todo el sistema
bancario.
A este paquete de medidas le siguió hoy el anuncio de que el
Estado había decidido asumir el control total sobre el segundo banco del país,
el Landsbanki, en una operación equivalente a la nacionalización del instituto
crediticio.