El secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza,
expresó hoy su "enorme satisfacción" por el acuerdo alcanzado en
Honduras y destacó que la voluntad de ambas partes permitió el
diálogo.
"No estuvimos equivocados al insistir en la solución del diálogo.
Se demoró más de lo que esperábamos pero al final tuvimos resultados
constructivos", dijo Insulza.
Los delegados del depuesto presidente, Manuel Zelaya, y del de
facto, Roberto Micheletti, firmaron la pasada madrugada un acuerdo
para poner fin a la crisis tras el golpe de Estado del pasado 28 de
junio.
El pacto suscrito establece que el Congreso Nacional debe decidir
sobre la restitución de Zelaya y es uno de los 12 puntos de una
propuesta del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, que estuvo en
la negociación por parte de ambas comisiones desde el 7 de octubre.
El secretario general destacó el "sentido patriótico por ambas
partes" y felicitó a la comunidad internacional por mantener la
unidad.
Con estos acuerdos "se deshace por la vía del diálogo lo que se
hizo por la fuerza", señaló Insulza, quien destacó que la voluntad
de ambas partes permitió el diálogo.
El secretario general de la OEA señaló que ha terminado una etapa
pero insistió en que hay que continuar con la cronología de lo que
se va a hacer ahora en adelante.
Insulza informará al Consejo Permanente y la OEA enviará a
Honduras dos comisiones.
Insulza explicó que habitualmente el envío de la misión necesita
un mínimo de 40 días, pero en este caso "hay mucho trabajo hecho" y
aseguró que dentro de un mes estarán preparados.
En opinión de Insulza, hay seguridad para que se den unas
elecciones libres, tal y como pedía la comunidad internacional.
El secretario destacó además que se convocará una Asamblea del
organismo para analizar la situación de Honduras, -suspendida desde
junio de participación en el Organismo hemisférico- y "probablemente
se levante la sanción", dijo.
Insulza reiteró que, en estos momentos, le preocupa aún la
situación de Zelaya, que se encuentra en la embajada de Brasil en
Tegucigalpa desde el pasado 21 de septiembre.