Donald Trump elevó ayer la controversia por la intervención de correos electrónicos en el marco de las elecciones de Estados Unidos cuando instó a Rusia localizar y entregar decenas de miles de emails del servidor privado de Hillary Clinton, que aún están por ser revelados.
La campaña de la ex secretaria de Estado inmediatamente acusó a Trump de poner en peligro la seguridad nacional y sus comentarios también fueron criticados por los republicanos.
“Rusia, si estás escuchando, espero que logres encontrar los 30.000 correos electrónicos que están desaparecidos”, dijo el magnate en una rueda de prensa ayer. “Creo que serás poderosamente recompensada por nuestra prensa”.
El candidato republicano se refería a los correos electrónicos del servidor privado de Clinton que no fueron entregados a las autoridades cuando su existencia fue revelada. Hablaba días después de la filtración de mails del Comité Nacional Demócrata, cuyos investigadores dijeron que fueron intervenidos por grupos en Rusia con vínculos con el Estado.
Cruce de acusaciones
Robby Mook, jefe de campaña de Clinton, también criticó a Trump. Durante un evento en el diario Wall Street Journal, Mook dijo que era preocupante que Rusia hubiese hackeado el servidor del Partido Demócrata pero añadió que la propuesta del republicano era “mucho más preocupante”.
“Esto ahora es un asunto de seguridad nacional”, dijo Mook.
Mike Pence, el gobernador de Indiana y compañero de fórmula de Trump, criticó al comando opositor sobre las afirmaciones respecto de la intervención rusa.
“El FBI debe ir al fondo del asunto para determinar quién está hackeando. Si es Rusia y están interfiriendo en nuestras elecciones, les puedo asegurar que los dos partidos y el gobierno de Estados Unidos se asegurarán de que haya serias consecuencias”, dijo Pence.
“Dicho esto, los demócratas se están enfocando solamente en quién podría estar detrás de esto y no han afrontado el hecho básico de que han quedado expuestos como un partido que no sólo manipula al gobierno, sino las elecciones al tiempo que literalmente aceptar dinero para nombramientos, lo que es indignante”.