¿Están los mercados emergentes ya sumidos en una "crisis"? La cuestión de cuándo aplicar esta descripción a los problemas de los emergentes es más que académica. La palabra "crisis" tiene una manera de fijar las percepciones de los inversionistas, ejecutivos y políticos, mientras desplaza los matices del análisis.
Pero la palabra está empezando a emerger. Dominic Rossi, jefe de inversiones globales en Fidelity Worldwide Investment, que invierte US$ 290 mil millones para sus clientes, se refirió a una "crisis de los mercados emergentes", en el Financial Times. La semana pasada, el Instituto de Finanzas Internacionales, una influyente asociación industrial, emitió un informe diciendo que la caída de la renta variable y de las divisas de los emergentes había "alcanzado proporciones de crisis".
Otros analistas objetan, mientras que incluso algunos de los que utilizan la descripción están dispuestos a matizarla. La gran diferencia, dicen, entre el episodio actual de fragilidad de los emergentes y la "crisis asiática" de fines de 1990 -la última crisis económica originada en el mundo en desarrollo- es que ésta se ha extendido a lo largo de muchos meses, mientras que la crisis asiática fue un shock eruptivo.
"En términos médicos, el estado del paciente es crónico, no agudo", dijo David Lubin, jefe de economía de mercados emergentes de Citi. "Los países emergentes tiene un problema persistente que resulta de dos shocks irreversibles. Uno es el fin de una era que vio un rápido crecimiento de China impulsado por la inversión. Y, dos, el colapso del crecimiento del comercio mundial a niveles no vistos en una generación", agregó.
Estas debilidades proporcionan una característica definitoria. El malestar actual de las naciones emergentes estaba hasta ahora impulsado más por debilidades de la economía real que por las tensiones en los mercados.
Mientras que en las secuelas de la crisis de 2008-09, el dinamismo de las economías emergentes ayudó a arrastrar al mundo de regreso al crecimiento, el vigor ahora está agotado. En el primer semestre de este año, los emergentes se convirtieron en un detractor neto del crecimiento del comercio mundial por primera vez desde 2009, según datos compilados por Oxford Economics, una firma de investigación. En términos del Producto Interno Bruto, el crecimiento de los emergentes es probable que caiga hasta 3,6% este año, su nivel más bajo desde 2001, si la crisis de 2008-09, que se originó en Estados Unidos y era, por tanto, un shock externo, se excluye. Sin embargo, el impacto en las economías de los mercados emergentes exportadores de materias primas es particularmente severo, con un crecimiento medio del PIB cayendo rápidamente hacia cero.
"No es una repetición de las ondas que se propagaron en los mercados financieros mundiales a fines de 1990 y en las quiebras del sistema bancario", dijo Neil Shearing, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics en Nueva York. "Ésta es una crisis de crecimiento".
Parte de esa crisis, dice, está causada por una demanda más débil: una reversión de los flujos de capital, la caída del precio de las materias primas y la desaceleración del crecimiento del crédito. Otra parte la causan los problemas estructurales en el lado de la oferta, como la mala asignación de recursos en China, la persistente baja inversión en Brasil y Rusia, y la regulación excesiva en India y México.
"Sí, hay señales de alerta en alguno mercados. Sí, Turquía parece vulnerable. Sí, yo me preocuparía por el déficit de cuenta corriente de Sudáfrica", añadió. "Pero las economías no serán remecidas en la forma en que lo fue Argentina en 2001 o Brasil en 2009. No hemos visto este dolor repentino y real. Es más una lenta paralización".
David Hauner, director ejecutivo de Bank of America Merril Lynch, dijo que las economías emergentes fueron acosadas por una ola deflacionaria que presionó a la baja el crecimiento del PIB y resultó en una liquidación masiva de acciones y divisas. "Pero lo mismo vale para Australia y Canadá. ¿Están en crisis ellos?", preguntó.
El resultado, dijo Hauner, es que no hay crisis en los mercados emergentes en la medida en que el incumplimiento de deuda no se convierta en una gran preocupación. "Los vientos en contra son hoy más severos de lo que fueron con la crisis asiática", dijo Tran. "Pese a que las dificultades son menos agudas que hace quince años, va a ser más prolongada".