Los demócratas del Senado descartaron apoyar el proyecto de ley republicano de financiamiento provisional, lo que acerca un poco más a Estados Unidos a un cierre del Gobierno federal.
El martes por la noche, los republicanos aprobaron por un estrecho margen en la Cámara de Representantes una ley provisional que prorroga la financiamiento hasta finales de septiembre.
Pero los demócratas indicaron el miércoles que no estaban dispuestos a proporcionar el apoyo necesario para que el proyecto de ley -conocido como una resolución continua- fuera aprobado por el Senado antes de que la financiación actual expire el viernes por la noche.
"El financiamiento del Gobierno debería ser un esfuerzo bipartidista, pero los republicanos eligieron un camino partidista, redactando su resolución de continuidad sin ninguna aportación de los demócratas del Congreso", dijo el miércoles Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado.
Si la situación no se resuelve antes de la medianoche del viernes, el gobierno cerrará y se suspenderán todas las funciones "no esenciales", incluidos los parques nacionales, las inspecciones medioambientales y alimentarias y el Servicio de Impuestos Internos. Cientos de miles de trabajadores podrían ser despedidos.
Sería el primer cierre del gobierno desde diciembre de 2018, cuando republicanos y demócratas llegaron a un punto muerto sobre la financiación del muro fronterizo de Donald Trump durante su primer mandato como presidente.
El proyecto
El proyecto de ley de la Cámara extendería el financiamiento a los niveles actuales hasta el 30 de septiembre, recortando algunos gastos no relacionados con la defensa, mientras que los impulsaría en defensa y aplicación de la ley de inmigración.
Los demócratas temen dar a Trump demasiado espacio para promulgar su agenda en los próximos seis meses y, en su lugar, han propuesto una prórroga de un mes, hasta el 11 de abril, mientras los dos partidos discuten una legislación de gasto más amplia.
Con la Cámara de Representantes levantada, es poco probable que los legisladores vuelvan antes del fin de semana para estudiar una legislación alternativa.
Los republicanos tienen una mayoría de 53 escaños en el Senado, frente a los 47 de los demócratas, lo que significa que tendrían que prescindir de al menos siete senadores para asegurarse la "supermayoría" de 60 votos necesaria para aprobar la legislación en la cámara.
Al menos un senador republicano, Rand Paul, de Kentucky, ha indicado que no votará a favor del proyecto de la Cámara de Representantes. Un demócrata, John Fetterman, de Pensilvania, ha dicho que votará a favor.