Por S. Kirchgaessner/D. McCrum
Nueva York
Una propuesta para obligar a las empresas listadas en bolsa a revelar, por primera vez, toda su actividad política a los inversionistas está surgiendo como una prueba de fuego para Mary Jo White, la nominada de Barack Obama para la jefatura de la Comisión de Valores y Bolsa (SEC, su sigla en inglés).
Si la propuesta, que está en una etapa inicial, se aprueba arrojaría luz sobre las donaciones políticas y el lobby de las compañías (incluyendo pagos a grupos tales como la Cámara de Comercio) desde el fallo de 2010 de la Corte Suprema en el caso Citizens United, que dictaminó que las empresas podían utilizar sus propios fondos para apoyar las campañas políticas indirectamente.
El año pasado la SEC incluyó la propuesta, que fue presentada a la agencia por un grupo de académicos, en la agenda de este año.
Pero defensores y opositores de la regulación propuesta creen que recaerá sobre White, una vez que sea confirmada, aprobarla con la ayuda de los comisionados demócratas de la agencia, o dejarla de lado para centrarse en la larga lista de las regulaciones que la SEC debe aprobar, evitando así una contienda política mayor.
El tema está causando consternación entre grupos de lobby y entre algunos republicanos en Washington que se han opuesto incondicionalmente a propuestas similares que han estado flotando en el Congreso, pero que nunca se han aprobado.
Mitch McConnell, el republicano más importante en el Senado y un abierto opositor a estas reglas, dijo que la propuesta fue un asalto directo a la libertad de expresión.
“El Congreso y múltiples agencias federales han rechazado estos escalofriantes intentos de restringir la libertad de expresión y la SEC debe alejarse también”, afirmó McConnell en declaraciones a Financial Times.