El Presidente Barack Obama echó agua fría sobre las perspectivas de una nueva negociación para reducir el déficit de Estados Unidos, diciendo que los republicanos y los demócratas -que entregaron propuestas de presupuesto esta semana- pueden ser muy distantes como para alcanzar un acuerdo.
“Estoy dispuesto a hacer algunas cosas difíciles. Ningún lado obtendrá el 100%. Eso es lo que el pueblo estadounidense está buscando“, dijo Obama en una entrevista con ABC. “Pero en última instancia, puede ser que las diferencias son demasiado grandes”, agregó después.
Los comentarios de Obama llegaron en medio del esfuerzo de tres días que realizó el presidente para reunirse con legisladores de los principales partidos políticos en EEUU para ver si es posible llegar a algún acuerdo para terminar con la guerra de presupuesto.
Sin embargo, su compromiso ha llegado mientras los republicanos en la Cámara de Representantes y los demócratas en el Senado presentaron propuestas divergentes para el presupuesto de 2014, reflejando las diferentes visiones de la política fiscal de EEUU y ofreciendo poco margen para el consenso.
Ayer en la tarde los aliados demócratas de Obama que controlan el Senado estaban listos para proponer su presupuesto por primera vez en cuatro años, proceso que habían eludido previamente por temor a que pudiera exponerlos a los ataques republicanos sobre políticas específicas.
Patty Murray, presidente de la comisión de presupuesto del estado de Washington y una estrella en ascenso dentro de la dirigencia demócrata, elaboró un paquete fiscal que incluye US$ 975.000 en recortes de gastos y
US$ 100.000 millones en nuevos estímulos.
Esto reemplazaría el secuestro -los US$ 1.200 millones de millones en recortes presupuestarios automáticos que entraron en vigor a principios de marzo- y dejó dinero extra para una próxima reducción de déficit, aprovechando los elogios de Harry Reid, líder de la mayoría.