Por Richard Milne y Jack Farchy
Las cinco últimas recesiones globales han seguido a bruscos repuntes en el precio del crudo. La semana pasada, inversionistas, operadores y analistas comenzaron a preguntarse si una sexta es inminente.
El impacto en los mercados ha sido palpable, más cuando el Brent llegó a un máximo de US$ 119,79 el jueves, un alza de 16% en la semana. Con los mercados accionarios y de bonos enfocados (hasta ahora) en las perspectivas para la inflación, algunos inversionistas ahora piensan que los temores a una desaceleración económica podrían resurgir.
“En el debate de la estanflación, los mercados han estado incorporando la ‘flación’ a los precios, pero la parte del ‘estan’ aún no ... Todos los caminos conducen a la misma dirección: amenazas al crecimiento económico”, dice Neil Williams, economista jefe en Hermes, el gerente británico de fondos.
Parte clave del debate será el tamaño final del salto en los precios del petróleo. A medida que la cotización del crudo se estabilizaba el viernes en torno a US$ 111,50, los inversionistas comenzaron a sonar más fríos respecto del panorama para las acciones, argumentando que la corrección debería haber llegado hace tiempo pero que podría tener corta vida.
“Vemos al mercado actuando debido a la incertidumbre, no por un cambio en los fundamentos. De hecho, hay buenas oportunidades de compra en este momento”, dice Jonathan Xiong, director senior en distribución de activos en Mellon Capital Management en San Francisco.
Hasta ahora el salto en los precios del crudo no es tan grande como el visto durante los choques petroleros anteriores. En la primera guerra del Golfo en 1990-91, los precios del crudo saltaron 150% en tres meses. En los 70, cuando la oferta petrolera fue golpeada por una serie de eventos, como la guerra árebe-israelí y la revolución iraní, los precios subieron más de 200% en cosa de meses.
El precio del Brent estaba casi 25% más alto en su máximo del jueves respecto de fines de enero, que es cuando los operadores dicen que ocurrió el switch crucial por el que el mercado petrolero pasó de estar guiado por el optimismo acerca de la demanda a preocupaciones por la oferta.
Los operadores dicen que esa podría ser la extensión del aumento en los precios por el momento, con los sauditas actuando para llevar más suministro al mercado. Ian Taylor, economista jefe de Vitol, la mayor corredora petrolera, dijo la semana pasada que “si la OPEP pone más barriles en el mercado ... entonces creemos que los precios deberían estabilizarse bajo los niveles actuales y volver a un rango de precios en torno a US$ 90-US$ 100”.
Haciendo eco de ese sentimiento, Torbjörn Tornqvist, presidente de Gunvor, la cuarta mayor operadora de petróleo, dijo que “un precio del crudo sobre US$ 100 por barril no parece justificado por los fundamentos actuales”.
Pero todo esto cambia si la turbulencia se extiende a otro gran productor. Tornqvist añadió que, dada la situación actual en Medio Oriente, “el precio del petróleo es una interrogante”.
La mayoría está de acuerdo en que es probable que la volatilidad sea elevada, ya que la remoción de la oferta libia reduce el amortiguador del mercado contra golpes - ya sea a la oferta o a la demanda. La volatilidad del crudo, medida por el índice de volatililidad petrolera del CBOE, ha saltado 38% desde comienzos de la semana.
Los movimientos en otros mercados fueron menos pronunciados. El S&P 500 bajó sólo 2% en la semana, mientras, que el rendimiento del referencial bonos del Tesoro a 10 años cayó a 0,15 punto porcentual a 3,43%, beneficiado de la fuga a la calidad. El franco suizo y el yen tendieron al alza mientras los inversionistas buscaban refugios.
Los inversionistas en acciones y bonos, sin embargo, adoptaron visiones diferentes acerca de lo que precios del crudo persistentemente altos significarían para los mercados. Matthew Garman, estratega de Morgan Stanley, dice que el crudo superando los US$ 125 por barril actuó como “punto de ahogo” para los mercados en 2008, pero son más resilientes ahora. Apunta en cambio a cómo las recesiones o grandes desaceleraciones siguen a un incremento anual en los precios del crudo de 85% a 90%. Durante el último año, los precios del crudo han subido casi 46%.
Xiong habla por muchos en los mercados de acciones cuando dice que, a menos que el crudo suba a US$ 130 o US$ 140, la caída reciente en los precios de las acciones debería ceder pronto. “Lo más probable es que esta sea una corrección temporal. Es un repliegue de corto plazo”.
Los inversionistas en bonos están menos seguros, inquietos no sólo por el crudo, sino por los problemas en marcha en la eurozona. Muchos inversionistas se han inclinado por los mercados de bonos de empresas, pero esta semana han visto un incremento en los spreads que pagan las compañías. Hans Lorenzen en Citi dice: “Puede que el petróleo sea el catalizador, pero la liquidación de posiciones parece estar explicando mucho del diferencial de crédito”.
Muchos temen que el incremento en los precios del crudo pronto se traspase a una inflación más alta, aumentando la presión sobre los bancos centrales. Williams piensa que eso sería injustificado, pero que las alzas de tasas siguen siendo posibles. “Dada la geopolítica, ¿cómo podrían tasas hipotecarias más altas hacer bajar el precio del petróleo ahora? Miro al próximo año y creo que aquellos bancos centrales que suban las tasas podrían ver las alzas de menor duración en la memoria”.