"Ciudades fantasma" flanqueadas con bloques de apartamentos vacíos, carreteras abandonadas y plantas siderúrgicas inactivas conforman el paisaje de China, consecuencia de las medidas de estímulo y una construcción hiperactiva que han resultado en US$ 6,8 billones (millones de millones) en inversión desperdiciada desde 2009, dicen los investigadores del gobierno.
En 2009 y 2013, la "inversión ineficaz" supuso casi la mitad del total de la inversión en la economía china, según un informe.
Se prevé que este año China se expanda a su ritmo más lento desde 1990, y el informe pone de relieve la preocupación china sobre las consecuencias económicas y sociales de los proyectos abandonados y los préstamos incobrables.
La mayor parte de la inversión desperdiciada entró en las industrias del acero y automotriz, que recibieron el mayor apoyo del gobierno a raíz de la crisis mundial de 2008, según un informe de Xu Ce de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, y Wang Yuan, de la Academia de Investigación Macroeconómica.
Ellos culparon por el desperdicio a la política monetaria ultraflexible, la falta de supervisión de los planes de inversión del gobierno y las estructuras de incentivos distorsionados. Gran parte de la reciente inversión se ha canalizado a proyectos de bienes raíces, pero las ventas de apartamentos han caído este año, dando lugar a temores de una crisis inmobiliaria.
Una parte de la borrachera de estímulo china fue simplemente robada por funcionarios del Partido Comunista con responsabilidad por la inversión, de acuerdo con estimaciones separadas. Jonathan Anderson, fundador de Emerging Advisors Group, estima que cerca de US$ 1 billón ha desaparecido en China en los últimos cinco años.
Financial Times