El presidente del Gobierno español, José
Luis Rodríguez Zapatero, dijo hoy que las medidas previstas para
estimular el sector de la construcción supondrán una inyección
adicional de US$23.795 millones
para ese sector en los dos próximos años.
Zapatero se refirió a esa cifra durante su intervención en el
pleno del Congreso de los Diputados dedicado a debatir la situación
económica.
El jefe del Ejecutivo español, al que la oposición le reclama que
reconozca que España afronta una crisis económica, calificó la
situación de "deterioro", aunque reconoció la "crisis" que está
atravesando el sector de la construcción.
Las últimas cifras, tanto de ventas como de empleo, muestran una
pronunciada caída de ese sector que durante los últimos años fue el
motor económico en España y que emplea a un número importante de
inmigrantes.
Según Zapatero, la crisis de la construcción unida a la especial
necesidad de financiación exterior que tiene la economía española,
son dos problemas específicos para el país, que se añaden a la
"gravedad" de la situación económica que atraviesan la mayoría de
los países europeos.
El "fuerte ajuste" del sector de la construcción es "más rápido e
intenso del que habíamos previsto" y con un "alto coste" en términos
de empleo, señaló.
Al mismo tiempo aseguró que, pese a la actual coyuntura
económica, está garantizado el pago de las pensiones y no se dejará
aparcada ninguna de las principales promesas sociales recogidas en
su programa electoral.
La situación de desaceleración económica ha provocado que el paro
haya subido por primera vez en un mes de junio desde 1996 (fecha
desde cuando existen datos homologables) y que el número de
afiliados a la Seguridad Social haya registrado la mayor bajada
desde agosto de 2007.
Zapatero se mostró convencido de que, pese a la "claramente
adversa" coyuntura económica actual, "sabremos hacer recuperar la
economía y el empleo".
El líder de la oposición conservadora, el presidente del Partido
Popular, Mariano Rajoy, puso a disposición del Gobierno "todo el
apoyo" de su formación política para superar el deterioro de la
economía, siempre que el Ejecutivo ponga "todas las cartas" sobre la
mesa "sin engaños ni disimulos" y reconozca "la gravedad de la
crisis".
Durante su intervención acusó a Rodríguez Zapatero de haber
engañado a los españoles y comportarse "como un médico que oculta la
verdad a un paciente".
"Tenemos una crisis muy grave, nos afecta más que a otros países
y estamos en peores condiciones para encararla", dijo Rajoy, que
criticó al Gobierno por haber dejado que las cosas se pusieran peor,
al no reconocer la situación "por temor a las elecciones".
La vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa
Fernández de la Vega, advIrtió hoy de que la actual situación de
"dificultad económica" afectará también a los inmigrantes que
trabajan en España.
Por esa razón, defendió el Plan de retorno que incentiva el
regreso de los extranjeros a sus países de origen y que les permite
cobrar su prestación de desempleo de una sola vez.