Paraguay busca un nuevo trato con Argentina
Asunción se queja de que Buenos Aires restringe sus exportaciones de carne a Chile.
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Tras una reunión privada en Argentina, el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, dijo que su nuevo par argentino, Mauricio Macri, está bien predispuesto para renegociar un controvertido acuerdo que rige la operación de la central hidroeléctrica de Yacyretá.
Las relaciones entre Paraguay y Argentina han estado marcadas desde hace largo tiempo por los conflictos, con las disputas enfocadas particularmente en los derechos de tránsito para el comercio del río Paraguay. Argentina restringe las exportaciones de carne de Paraguay a Chile, establece límites a los envíos paraguayos y en la práctica ha bloqueado la venta de electricidad a Uruguay al cobrar elevadas tarifas de tránsito por el uso de su red.
Los gobiernos paraguayos se vienen quejando desde hace tiempo acerca de las barreras para-arancelarias impuestas a sus exportaciones por Argentina, estimando el costo para los pequeños productores locales en US$ 200 millones anuales. Las relaciones entre ambos países se tensaron cuando Argentina respaldó una propuesta para suspender la membresía de Paraguay en el Mercosur, en 2012, debido a la destitución del presidente Fernando Lugo, y después de que no consultara a Asunción sobre la construcción de una central nuclear en Formosa, cerca de la frontera común.
La principal de estas disputas es la polémica que rodea a la central hidroeléctrica de Yacyretá (con 3.100 MW de capacidad instalada), que es propiedad de la Empresa Binacional Yacyretá (EBY). En 2014 EBY produjo 20.315 GWh de energía, de los cuales 91% fue a Argentina, proporcionando 13% de todo su consumo eléctrico, y sólo 9% para Paraguay, lo que representó 20% de su consumo eléctrico.
Paraguay se queja de la obligación de facto de vender toda su energía no utilizada a Argentina, a pesar de que el tratado sólo establece que Argentina tiene derechos “preferenciales”; de la compensación por debajo de los precios de mercado de US$ 9,9 por MWh; y de las demoras en los pagos por parte de Argentina, que sólo ha cancelado
US$ 5 millones de los US$ 155 millones correspondientes a 2014. Argentina también revende gran parte de la energía que compra a Brasil por un precio mucho más elevado de US$ 58 por MWh y ha controlado el puesto de director general de EBY desde hace 40 años.
El tratado de 1973 debía ser renegociado en 2014, pero las conversaciones se estancaron por discrepancias sobre la deuda de EBY (cerca de US$ 20 mil millones y que consiste principalmente de intereses impagos). Paraguay argumenta que los aportes argentinos eran concesiones y no préstamos, por lo que no considera intereses. Tras la cumbre de Mercosur el 21 de enero en Asunción, las autoridades locales informaron que Buenos Aires se comprometió a saldar la deuda pendiente.